El 20 de junio de 2023 el gobernante cubano Miguel Díaz-Canel llegó al Vaticano. El encuentro fue planificado en el marco de la gira que lo llevará por Italia, Serbia y Francia. Díaz-Canel sostuvo un encuentro con el papa Francisco y con el cardenal y secretario de Estado Pietro Parolin. Es la tercera ocasión que un autócrata cubano visita la Santa Sede. Fidel Castro pisó el Vaticano durante el pontificado de Juan Pablo II y Raúl Castro lo hizo durante el actual pontificado.

La cita de Díaz-Canel ocurre en medio de un contexto interno difícil para la isla: una compleja crisis económica, aumento del autoritarismo político y la presencia de 1 037 prisioneros políticos en las cárceles, según la ONG Prisioners Defenders. La visita también ocurre en medio de un ciclo de negociaciones políticas entre el Gobierno de La Habana y la Administración Biden. A diferencia del contexto mediador durante la presidencia de Raúl Castro en Cuba y Barack Obama en Estados Unidos, la situación interna no es igual. Las evidencias verificables muestran que la diplomacia vaticana no ha sido capaz de calcular una serie de elementos que se abordan en este artículo.

El Papa Francisco y las peticiones de la diáspora cubana

La próxima visita del Papa Francisco a Cuba será la tercera en los últimos 25 años de un jefe de Estado del Vaticano y para los cubanos que viven fuera de la Isla, sean creyentes o no, este es también un momento especial.

Jorge Mario Bergoglio, según su perfil sociopolítico, es un sujeto iliberal, lo cual no es nada fuera de lo común dentro del pensamiento eclesial (basta recordar el amplio diferendo eclesial sostenido con esa corriente política durante los siglos XIX y XX). Pero a la vez, el sentimiento marca un doble estándar en el pontífice argentino que expresa una extraña cercanía con figuras autoritarias como Raúl Castro y Viktor Orbán. 

Los efectos de la visita

La presencia de Díaz-Canel en la Santa Sede no ha sido bien recibida por sectores de la comunidad católica, ni de la isla ni de la diáspora. Históricamente, las visitas de autócratas al Vaticano han traído consigo cambios prodemocráticos al interior de los regímenes que gobernaban, en el mediano o el corto plazos. En cambio, tanto la gira del presidente cubano, como las declaraciones papales del verano pasado, han generado un amplio malestar en varios sectores de la comunidad religiosa. En la isla ha ocurrido en los últimos años una oleada de violaciones sistemáticas de la libertad religiosa, desde encarcelamientos de laicos hasta los actuales interrogatorios policiales a religiosos o la expulsión del superior de la Compañía de Jesús.

Otro elemento de la incomodidad se basa en la lentitud del supuesto proceso negociador para la liberación de los presos políticos. Los mensajes de la jerarquía eclesiástica cubana dan a entender que las labores de mediación están en pleno desarrollo. La diplomacia vaticana, por otro lado, se caracteriza por su cautela para detallar información cuando los procesos están tomando buen curso. Pero tanto los presos como sus familias esperan desde hace meses un indulto por mediación papal. La situación humanitaria de los reclusos y sus familiares se agudiza debido a los efectos de la represión y las violaciones reiteradas de los derechos humanos en las prisiones. 

De frente a la comunidad internacional, la visita de Díaz-Canel otorga amplia ganancia para el sistema político cubano, basada en el uso de la imagen del papa como expresión de normalización política. La propaganda oficial emplea la cercanía con el pontífice para aparentar una supuesta calma en el país, cuando la isla se encuentra en medio de una escalada de violencia delincuencial y acoso policial sobre el disenso político. Además, las evidencias indican la proximidad de una mediación política con Estados Unidos. Unas horas antes del encuentro, la Santa Sede publicitó la presencia del exsecretario de Estado de EE. UU. John Kerry, quien es un hombre cercano a la actual Administración Biden y católico practicante.

El viaje del cardenal Stella

Una meta del viaje del cardenal Stella tiene carácter humanitario y se basa en la liberación de los presos políticos del 11J. Al salir de la Universidad de La Habana, el prelado dijo a la prensa: «es importante que los jóvenes que en un momento manifestaron su pensamiento de la forma que conocemos puedan volver a sus casas».

A diferencia del contexto negociador de 2008-2015, existe una circunstancia de extensión y articulación de un ecosistema de disenso político en Cuba. El fortalecimiento de una sociedad civil transnacional obliga tanto a la Iglesia como a otros actores internacionales a contar con su voz ante cualquier escenario mediador. La Iglesia católica posee una amplia base institucionalizada sobre el terreno. Repetir el proceder empleado durante los tiempos del cardenal Jaime Ortega levantará varios cuestionamientos desde la feligresía y algunos sectores del clero.

La visita de Díaz-Canel será empleada también por el régimen político del Partido Comunista para presentar un clima de legitimidad y aceptación, inclusive para disminuir las tensiones existentes sobre figuras políticas que generan amplio rechazo ciudadano (entre ellas la primera dama y la jefa de la Oficina de Atención a los Asuntos Religiosos del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, Caridad Diego Bello). Diego Bello ha sido señalada por las ONG especializadas en derechos religiosos por su labor de censura y por las violaciones sistemáticas de los derechos humanos que ha perpetrado.

Ojalá que la visita de Miguel Díaz-Canel al Vaticano tenga resultados visibles en el corto plazo, pues la nota de prensa de la Santa Sede no aporta datos de interés alguno al respecto. Sin embargo, varias fuentes internas informan sobre los esfuerzos del Vaticano para liberar a los presos políticos del estallido social del 11 y 12 de julio de 2021 (aunque la cifra ha ido en aumento después del clima de protestas populares que se ha vivido en la isla en los últimos años). Al menos este articulista está convencido de que la vía más efectiva y posible para la liberación de los prisioneros de conciencia es la mediación papal.

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