Activistas por los derechos humanos e intelectuales con posiciones críticas hacia el Gobierno cubano fueron detenidos de manera arbitraria, y algunos trasladados a paradero desconocido, en la mañana del 14 de junio de 2023. 

Semanas atrás, el médico Fernando Vázquez anunció que realizaría una caminata pacífica en solitario este día a favor de la libertad de los presos políticos. La Seguridad del Estado reprimió a quienes decidieron articularse para apoyar la iniciativa del galeno.

Vázquez informó desde sus redes sociales que pretendía iniciar la caminata en el parque John Lennon de La Habana y dirigirse hacia la dirección nacional del Departamento de Cárceles y Prisiones del Ministerio del Interior para entregar una «insatisfacción», según sus palabras. Vázquez insistió en que su accionar no violentaría ni dañaría el derecho de otra persona; tampoco realizaría acto alguno contra la Revolución o el Gobierno. 

Fernando Vázquez estuvo en paradero desconocido, luego de que saliera de su casa y durante todo el día. Activistas comunicaron en la noche que el galeno se encontraba en su domicilio. La noche anterior (13 de junio), el doctor recibió amenazas de las fuerzas de seguridad cubanas. Agentes gubernamentales le advirtieron que si decidía salir a la calle, caería sobre él todo el peso de la ley.

Entre los activistas y familiares de los presos políticos que decidieron acompañar la iniciativa del doctor cubano y que fueron detenidos se encuentran Diasniurka Salcedo Verdecia (quien fue liberada alrededor de seis de la tarde y muestra signos de violencia en una de sus manos), Nubia Gavilán Ramos y Ana María García (madre de la presa política del 11J Brenda Díaz; liberada en la tarde noche).

La ola represiva se extendió a otros puntos del país. La Seguridad del Estado detuvo a la profesora y académica Alina Bárbara López Hernández, en Matanzas, cuando se dirigía a su centro de trabajo. Según testimonios, fue arrestada aproximadamente a las nueve y media de la mañana cerca del estadio Victoria de Girón y permaneció durante más de tres horas en paradero desconocido. 

El día anterior (13 de junio), Alina había expresado en Facebook su decisión de manifestarse el 14 de julio en el Parque de la Libertad para demandar el cese de su restricción de viaje. Cerca de las diez de la noche, Alina fue liberada. La instruyeron de cargos por dos delitos: desobediencia y desacato; le impusieron, además, una medida cautelar de prisión domiciliaria.

López ofreció detalles de su detención al programa Derecho a réplica del realizador Ian Padrón. En un primer momento, las autoridades le permitieron representarse a sí misma y le tomaron declaración luego de instruirla de cargos. Al protestar por las falsedades que contenía el expediente de su caso, le informaron que no podía representarse a sí misma y ella se negó a firmar la declaración que antes había dado.

El escritor cubano Jorge Fernández Era (quien se encuentra sometido a un proceso penal y con una medida cautelar de reclusión domiciliaria) fue citado a presentarse en una unidad policial habanera en horario de la tarde, en lo que pareciera una contención a la solidaridad y apoyo que personas reconocidas, como Era, pudieran impulsar. Ese fue también el caso de René Fidel González García, en Santiago de Cuba. 

González García comunicó en sus redes sociales que un oficial de la Policía le informó en su vivienda, sobre las dos de la tarde, que estaba acusado por un delito de amenaza y que se le citaba para una unidad policial. Horas más tarde, René Fidel aseguró que la denuncia fue archivada «por no existir elementos constitutivos de delito alguno».  

Organizaciones como Instar, Cubalex y el Observatorio Cubano de Derechos Humanos denunciaron en sus plataformas la represión a los activistas e intelectuales.

La actuación de las autoridades oficiales el 14 de junio, a criterio del jurista Eloy Viera, puede interpretarse como intolerancia, pero también como muestra de temor del régimen. Temor a la capacidad de acción que pueda generar una persona, como el doctor Fernando.

Después de las protestas del 11 y 12 de julio de 2021, la represión en Cuba ha ido in crescendo. Las amenazas por procesamiento penal, los encarcelamientos, los interrogatorios, las regulaciones de viaje, los destierros y las prohibiciones de entrada a territorio nacional son algunas de las herramientas que utiliza el Gobierno cubano para mantener el poder y barrer las voces de la disidencia. 

A pesar de ello, aunque de manera tímida, cautelosa o lo que a simple vista pudiera parecer inefectiva, muchos cubanos continúan mostrando ―so pena de castigos― sus discordancias en el espacio público virtual y físico.

*El texto se publicó originalmente el 14 de junio de 2023 y se actualizó horas más tarde para agregar detalles de las detenciones.