Aumento del precio del combustible y de la transportación: un tiro de gracia al peso cubano
10 / enero / 2024
«Incremento de precios» fue la idea más repetida durante la Mesa Redonda del lunes 8 y martes 9 de enero de 2024, en las que se anunciaron las nuevas tarifas que entre febrero y marzo comenzarán a regir para la electricidad, el gas licuado, el diésel, la gasolina y la transportación de pasajeros.
La información ha generado varias preocupaciones entre la población y los expertos, quienes vaticinan el posible impacto negativo que muchas de las medidas pueden tener no solo en la sociedad, sino en la economía cubana.
«Sin un respaldo productivo, la distorsión económica no se resuelve aumentando los precios», coinciden los especialistas, quienes también alertan del aumento de la precariedad, la escasez y la pobreza.
Aumento del precio del combustible
Los precios oficiales de la energía y el combustible doméstico aumentarán un 25 % a partir del primero de marzo de 2024. Los carburantes automotores se incrementarán en un 420 % aproximadamente, a partir del primero de febrero.
A simple vista, los nuevos precios de la gasolina y el diésel (entre 114 y 198 CUP) se mantendrán por debajo de sus cotizaciones actuales en el mercado informal. A lo largo de 2023, el precio del litro de gasolina se mantuvo por encima de los 300 CUP y el del diésel osciló entre los 200 y 300 CUP, unas diez veces sus valores oficiales.
Como en los 613 servicentros cubanos resultaba casi imposible abastecerse, la cotización del mercado paralelo era la que marcaba la pauta para la mayoría de los consumidores particulares y de las nuevas formas de gestión.
Si en 2024 las empresas Cupet y Cimex no son capaces de mantener el abastecimiento de combustible —irregular durante los últimos años—, el costo en el mercado informal aumentará, y también lo hará la corrupción existente en los servicentros (venta de turnos y combustible «por la izquierda»).
Otra promesa más
El ministro de Energía y Minas, Vicente La O Levy, dijo que el incremento del precio de la gasolina tiene como objetivo eliminar el «subsidio» que favorecía a los extranjeros, quienes pagaban el litro de gasolina a 30 CUP.
La O Levy explicó que la manera de implementar la medida será a través de una cadena de servicentros que venda en divisas y de la «equiparación» de los precios en CUP a la tasa de cambio de 1x120.
«Con la subida de los precios logramos la regularización de la comercialización», justificó el ministro y agregó que ahora las personas echarán solamente el combustible que necesiten.
Al comparecer en televisión nacional, la vicepresidenta económica de Cimex, Tania Vives Alfonso, apuntó: «según el comportamiento de la demanda se irá ampliando paulatinamente la red [en divisas], dependiendo fundamentalmente de todo lo que se recaude y del servicio que se vaya implementando».
Por su parte, el titular de Energía y Minas aseguró que la recaudación en divisas tiene como objetivo comprar combustible para «reaprovisionar».
«Nosotros podemos asegurar hoy en una pequeña cadena de servicentros el suministro estable de combustible», dijo. «No estamos diciendo que vamos a garantizar la estabilidad del combustible desde el primer día, eso depende de la recaudación».
Como todas las decisiones gubernamentales de los últimos años, la anunciada el lunes 8 de enero de 2024 deja márgenes a la informalidad.
Al tener a la vista el precedente de las tiendas en Moneda Libremente Convertible (MLC), no hace falta demasiada imaginación para anticipar un escenario en el que cada vez más gasolineras comercializarán solamente en dólares o se privilegiará el abasto de combustible para los 28 servicentros en divisas en detrimento de los que captan moneda nacional.
También, como sucedió con las tiendas en divisas, es posible que tampoco se cumpla la «promesa» de reaprovisionamiento con los ingresos recaudados de los servicentros en CUP.
«Los clientes cubanos tienen la misma posibilidad de pagar en moneda convertible que los extranjeros», considera Vladimir Regueiro, ministro de Finanzas y Precios. Sus palabras son la confirmación informal de cuáles serán los servicentros «priorizados» por el Gobierno.
Aumenta el combustible y aumenta todo
La inflación pronosticada para febrero de 2024 en Cuba «promete», anunció en sus redes sociales el economista Pedro Monreal. «Habrá un crecimiento de 428 % en el precio minorista de la gasolina regular, con impacto en otros precios y tarifas. Hasta ahora, el combustible no había sido un factor de incremento del índice de precios al consumidor».
La gasolina cubana es «muy barata, pero si se compara con los salarios del país, la gasolina es muy cara», dijo a la agencia AFP el economista cubano Omar Everleny Pérez, quien añadió que la nueva estructura de precios afectará a «toda la sociedad».
«Si el dueño del carro transporta población, va a subir el pasaje y termina afectando a la población», apuntó Everleny Pérez.
Otro tema sobre el que se pasó de puntillas durante el espacio televisivo fue el de las ventas mayoristas de combustible y su impacto en actividades como la transportación de cargas y de pasajeros. A Regueiro le correspondía abordarlo, pero su intervención al respecto se resumió en unas cuantas sentencias que aclararon poco o nada. «Los impactos son diferentes por sectores de la economía. Hay algunos que tienen más peso en el insumo del combustible». La medida requerirá una actualización de las tarifas que están establecidas, reconoció.
«Los prestadores de servicios de transportación de pasajeros, sean estatales o no estatales, van a poder adquirir combustible a precios mayoristas», insistió en otro momento. El «llamado a la tranquilidad» de Regueiro contrasta con las experiencias de sectores como la agricultura, la industria azucarera o la construcción, que en los últimos años han sufrido sucesivas reducciones de sus partidas de combustible.
Las posibles consecuencias también las auguran algunas personas en redes sociales. «Hoy casualmente hablaba con un socio que tiene que ir a Oriente a cargar una mercancía. 400 litros de petróleo a 200 pesos: 100 000 pesos añadido al producto. Y no tiene que pagar el camión, si no…», comentó un usuario en X.
La necesidad de diesel de Cuba es de 1 800 millones de dólares anuales. En 2023 solamente se importaron 600 millones y una parte creciente tuvo que quemarse en los grupos electrógenos para cubrir la demanda eléctrica.
En el caso de la gasolina, es el sector privado el de mayor consumo, con el 71.5 % de las 21 700 toneladas consumidas en un mes, informó Vicente La O Levy.
El hecho incuestionable es que la disponibilidad del petróleo y sus derivados ha disminuido, a pesar de la «diversificación» de los proveedores (Venezuela, México y Rusia).
«El sobreconsumo de diésel en la generación afecta la economía, porque es menos combustible que usted puede utilizar en la actividad productiva», lamentó a mediados de junio de 2023 el ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández.
«El déficit de diésel también nos está afectando a los campesinos en la producción de alimentos pues el que nos venden en las cooperativas es insuficiente y tenemos que acudir a los Cupet a comprar petróleo para el riego agrícola, preparación de tierras y cosechar», comentó en una información sobre el tema el campesino Leonel Capote. «En Güira [de Melena], cuando hay, limitan la compra a 20 litros y tenemos que hacer la cola varias veces para comprar lo que necesitamos para trabajar en la agricultura».
Aumento de los precios de la transportación
En la Mesa Redonda del martes 9 de enero de 2024 se anunció el aumento también de los precios de la transportación interprovincial.
El ministro del ramo, Eduardo Rodríguez Dávila, comentó que la «actualización de las tarifas» responde al incremento de los costos de producción, especialmente del combustible.
Aunque aseguró que más del 70 % de los viajeros seguirán pagando los precios actuales, a partir del primero de marzo de 2024 los viajes interprovinciales se encarecerán aproximadamente en un 180 % en los pasajes de autobuses, un 600 % en el ferrocarril y un 300 % en la aviación.
Al ofrecer la justificación para el aumento de los precios, Rodríguez Dávila explicó que la transportación aérea se realiza mediante la contratación de aerolíneas extranjeras y que «la estructura de costos de la aviación es bien diferente al resto de los servicios, por eso los precios suelen ser más altos».
Los boletos de La Habana a Guantánamo, por ejemplo, pasarán de 1 140 a 4 300 CUP.
En el caso de la transportación por ferrocarril no solamente aumentarán los precios en los servicios, con o sin aire acondicionado, sino también la alimentación a bordo (que ahora se cobrará al precio de costo más un 3 %).
«El servicio sin aire acondicionado hasta Santiago de Cuba, que es uno de los tramos más largos, costaba 95 CUP y ahora va a costar 670 CUP. Antes costaba 132 CUP el coche con aire acondicionado desde La Habana hasta Santiago de Cuba, ahora costaría 820», ejemplificó Rodríguez Dávila.
También ilustró el caso de Ómnibus Nacionales y señaló que, actualmente, el precio de un viaje desde La Habana a Santiago de Cuba es de 255 CUP, pero con el nuevo esquema tarifario ascenderá a 717 CUP. Asimismo, el costo del viaje desde la capital a Guantánamo aumentará de 280 a 786 CUP.
Para ofrecer consuelo, Eduardo Rodríguez destacó que, a pesar de los incrementos, las tarifas se mantendrán por debajo de los 1 000 CUP, incluidas las rutas nacionales más largas y los viajes en trenes con aire acondicionado. «Son precios que aunque sabemos que se incrementan, se mantiene por debajo de las alternativas que existen para la población», dijo.
Tras el anuncio de las nuevas medidas, el economista Pedro Monreal analizó que «lo que se observa desde el principio es que, a pesar de recortes de subsidios y aumentos de precios que acentúan el empobrecimiento, lejos de resolverse, se agudizaría un proceso inflacionario asentado en un déficit presupuestario descomunal».
«Desde la perspectiva del análisis de política económica, el diseño del equilibrio macro es más un punto de partida que un objetivo. Un paquete fiscal que conduce a un déficit mayor que producirá más liquidez sin respaldo no es estabilizador, sino exactamente lo contrario», concluyó Monreal.
Medidas que podrían aumentar la devaluación del peso cubano
En su más reciente informe, el Observatorio de Monedas y Finanzas de Cuba (OMFi) alertó que si las medidas anunciadas a finales de 2023 e inicios de 2024 no producen una corrección importante de los ingresos y egresos presupuestario, el déficit fiscal escalaría por encima del 15 % del producto interno bruto (PIB), lo que conllevaría un incremento de la impresión de pesos cubanos para su financiamiento. En este punto, el desacertado manejo de la política fiscal puede ser tan inflacionario y desestabilizador como lo fue el de la Tarea Ordenamiento en 2021.
«Se repite la historia. El Gobierno prefiere dolarizar para esquivar las reformas y los ajustes en la tasa de cambio oficial. Así ha sido en los últimos treinta años», comentó a elTOQUE el economista Pavel Vidal. «El ajuste de la tasa de cambio y reformas implicarían redimensionar el sector empresarial estatal. Prefieren beneficiarlo y fortalecerlo dolarizándolo mientras a las mipymes las obligan a bancarizarse en pesos cubanos».
El también doctor en Ciencias Económicas reflexiona que así ocurrió en 1993-1994, en 2004 con la expansión del CUC y en 2019 con la MLC. El Gobierno prefiere manejar una economía segmentada y proteger el sector empresarial estatal ineficiente que sincerar la tasa de cambio oficial. La única vez que movieron la tasa de cambio oficial, en 2021, en paralelo estaban dolarizando (además de dar subvenciones y créditos ilimitados al sector estatal para mantenerlo a flote).
El pronóstico que realiza el OMFi básandose en los datos y el comportamiento previo de la tasa de cambio, sugiere que el valor podría superar los 280 CUP en relación con el EUR y el USD, lo cual marcará récords en el valor de las divisas en el mercado informal. En un escenario más extremo (máximo), algunos modelos pronostican tasas que se acercarían a la marca de 290 CUP. En el escenario más conservador (mínimo), la depreciación mensual del peso rondaría el 3 %.
Según pronostica el Observatorio, la tasa de cambio en 2024 incorporará la lectura que hace el mercado sobre las visiones y las estrategias que presenta el Gobierno para enfrentar la actual crisis económica, la inflación y el mercado informal de divisas.
«La necesidad de imprimir más dinero para financiar un desbalance creciente en el presupuesto del Estado —por encima del 15 % del PIB— revive las presiones por el lado de la demanda en el mercado de divisas y en los precios», auguran los expertos del OMFi. «Lo anterior se suma a las persistentes presiones inflacionarias por el lado de la oferta, en el que la escasez y estancamiento de la producción nacional (sobre todo de alimentos) se mantendrían en 2024, en una economía que no acaba de encontrar su senda de recuperación después del impacto de la pandemia».
comentarios
En este sitio moderamos los comentarios. Si quiere conocer más detalles, lea nuestra Política de Privacidad.
Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *
Sanson
Jose
Diego
Armando Casals Estevez
DEYSI
Silvio
Rolland
lester
Havensis
Manuel Figueredo