Foto: elTOQUE.
¿Cómo afecta a los cubanos la inclusión de Cuba en lista de países patrocinadores del terrorismo?
1 / marzo / 2023
Al igual que a muchos cubanos con ciudadanía española, a Marla García le fue cancelado el ESTA, permiso electrónico automatizado en línea que otorga el Gobierno de Estados Unidos a ciudadanos de la Unión Europea, Reino Unido, Australia, Japón y Corea del Sur para que puedan viajar a su territorio sin solicitar visa.
«En mi caso viajé a los Estados Unidos en tres ocasiones sin problema alguno, cumpliendo lo establecido. Fui siempre bienvenida y ahora, al vencerse el ESTA, fui denegada. Es frustrante. Lo más triste es optar por una visa que demora, el gasto, etcétera, sin tener certeza de que la tendrás. Piensen en nosotros, en nuestra familia», suplicó Marla García en un comentario de la página de Facebook de la Embajada de Washington en La Habana.
A su reclamo se sumaron otros usuarios para que fuera revisada la situación de los cubanos ciudadanos españoles, a quienes se les impedía viajar con el ESTA.
La autorización de viaje para los residentes en la isla con ciudadanía española dio un giro de 180 grados cuando a inicios de enero de 2021, días antes del cambio de gobierno, la Administración de Donald Trump añadió a Cuba a la lista de países considerados «Estados patrocinadores del terrorismo», luego de que el expresidente Barack Obama hubiera retirado al archipiélago de la lista en 2015. La inclusión en la lista fue ratificada el martes 28 de febrero de 2023 cuando se publicó el Informe Nacional sobre Terrorismo en 2021.
La justificación es la negativa de Cuba a extraditar a 10 miembros del Ejército de Liberación Nacional (ELN) de Colombia, luego de un atentado en enero de 2019 en una academia policial de Bogotá, donde fallecieron 22 personas y 87 resultaron heridas. El informe del Departamento de Estado alega además que «Cuba también acoge a varios prófugos de la justicia estadounidenses buscados por cargos relacionados con la violencia política, muchos de los cuales residen en la isla desde hace décadas».
Como consecuencia de la inclusión en el listado, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos estableció que los viajeros que hubieran estado en Cuba desde el 12 de enero de 2021 no podían solicitar un ESTA, independientemente del país desde el cual hubieran viajado al archipiélago.
Los testimonios de los cubanos ciudadanos españoles residentes en Cuba dan cuenta de la negación del ESTA luego de promulgada la medida. Sin embargo, en el caso de los residentes en España, existe una diversidad de experiencias y comentarios al respecto. No obstante, la mayoría coincide en que la medida les afecta, y las experiencias se dividen entre quienes fueron aprobados y luego cancelados, y otros que sí pudieron viajar.
Varias personas aconsejan ingresar a territorio estadounidense por estados diferentes a la Florida. Algunos afirman, no obstante, que les realizan una serie de preguntas en el aeropuerto estadounidense, pero les dejan entrar.
Otra de las afectaciones que la inclusión de la lista ocasiona a los cubanos tiene que ver con las operaciones bancarias dentro y fuera del país con bancos internacionales.
En un comentario a un texto publicado por La Joven Cuba, un usuario reconoce que «cuando un “emigrado” va a hacer una cuenta bancaria en su país de acogida tiene que “hacer piruetas” porque no siempre se acepta el pasaporte cubano. Apenas ven “Cuba”, automáticamente te están denegando. Si logras hacer la cuenta y pretendes usar Wise o PayPal para enviar dinero a la familia en la isla, tienes que andar con veinte ojos, porque a la primera aparición del término Cuba te congelan la cuenta con todo lo que tengas ahí».
Un caso reciente de bloqueo de cuenta por haber nacido en Cuba fue dado a conocer en 14ymedio. Se trata del camagüeyano Yoel José Pérez Rodríguez, quien reside en España y tiene doble nacionalidad. En 2022, luego de entregar los documentos para actualizar la cuenta que tenía desde 2011 en la sucursal madrileña de Deutsche Bank, su cuenta fue bloqueada bajo el argumento de ser «cliente de alto riesgo». Además, debía llenar un formulario especial debido a su origen cubano.
En el documento se le preguntaba si era miembro del Partido Comunista de Cuba, si pensaba regresar al país y si tenía conexiones con el Gobierno cubano. Pérez Rodríguez reclamó al banco por considerar el formulario invasivo y una violación a la Constitución española que condena la discriminación por origen y plantea que nadie podrá ser obligado a declarar sobre su ideología, religión o creencias. Sin embargo, la entidad bancaria respondió que estaba respaldada por la Ley 10/2010 de Prevención de Blanqueo de Capitales.
El también médico alega que nunca ha realizado transferencias problemáticas ni ha recibido dinero de procedencia sospechosa, por lo que el argumento de su vinculación con el «blanqueo de dinero» carece de sustento. En octubre de 2022 el banco le envió una carta en la que explicaban que se encontraban «sometidos a una política de sanciones global» y que no estaban dispuestos a correr el riesgo de «multas por cada transacción no permitida» que pudiera realizar un cliente con nacionalidad cubana.
En entrevistas efectuadas por 14ymedio a bancos españoles como BBVA y Santander sobre el tema, funcionarios del primero afirmaron no tener conocimiento de que exista un cuestionario con ese nivel de detalle para sus clientes y que a los nacionales del país caribeño les bastaba tener un documento de identidad emitido por España o el propio pasaporte cubano. Mientras, Santander respondió que solo es necesario el pasaporte cubano para abrir una cuenta y que el embargo de Estados Unidos a Cuba no los faculta para realizar preguntas de índole personal al cliente. Aunque añadieron que en dependencia de la actividad de la cuenta se podría exigir documentación adicional.
Desde CaixaBank, declararon que se vigilan países considerados de riesgo y que se encuentran en determinadas listas, como Irán o China. Aseveran que este tipo de alertas no son usuales cuando la actividad del cliente es normal. Podrían producirse en los casos de transferencias altas y recurrentes hacia uno de esos países de riesgo.
Una situación similar a la de Yoel José Pérez Rodríguez le sucedió con el mismo banco alemán a otra española de origen cubano: Lidia Señarís. «Soy una periodista y escritora públicamente comprometida con la denuncia de la falta de libertades en Cuba. De hecho, abandoné Cuba hace décadas y me acogí a la nacionalidad española (a la que tenía pleno derecho por mi padre y abuelos y mi marido españoles) por estar en contra del régimen cubano. Y resulta que, en plena democracia en España, el Deutsche Bank se da el lujo de violar alegremente mis derechos y libertades constitucionales como ciudadana. Nadie puede ser obligado a declarar sobre su ideología», reclamó Señarís.
Un análisis publicado en 2015 por Cuba Study Group señala que, aunque la mayoría de las prohibiciones que se aplican contra un país en la lista de patrocinadores del terrorismo están codificadas bajo las leyes del embargo estadounidense a Cuba, la retirada de la lista podría significar un modesto alivio de las sanciones comerciales, fundamentalmente.
Las dificultades en las transacciones y operaciones financieras son una de las consecuencias más visibles de la inclusión de la lista, y en muchos casos afecta de manera directa a los emprendedores de la isla.
Unos años antes, un artículo de elTOQUE apuntaba los impedimentos en la exportación de software y tecnologías de Estados Unidos para los emprendedores cubanos, a la vez que señalaba las limitaciones de los negocios privados, como los de alojamiento o restauración, para gestionar pagos desde el exterior.
A finales de 2021 un grupo de emprendedores, dueños de empresas y cooperativistas cubanos dirigieron una carta abierta al presidente Biden solicitando que levantara las sanciones que perjudicaban a los negocios privados en Cuba. Los emprendedores pidieron al mandatario estadounidense sacar a Cuba de su lista de países patrocinadores del terrorismo, restablecer un camino para las remesas y los viajes, así como reabrir la Embajada estadounidense en La Habana.
«A través de nuestros negocios, estamos trabajando para construir un bienestar económico para nuestras familias, de manera que los cubanos emprendedores no sientan la necesidad de emigrar para tener un trabajo gratificante y prosperidad económica. Sin embargo, la política actual de Estados Unidos hacia Cuba afecta en gran medida nuestras operaciones comerciales diarias y frena nuestra capacidad de prosperar», apuntaron los firmantes.
Además, comentaron que una encuesta de 126 emprendedores cubanos en 27 actividades económicas diferentes realizada entre abril y julio de 2019 por una firma consultora privada cubana encontró que el 80 % se había visto afectado por los cambios de política de Trump.
Los emprendedores argumentaron también que las restricciones de viaje limitan el flujo de visitantes estadounidenses y reducen la demanda de sus bienes y servicios. Agregaron que la cancelación de sus cuentas bancarias en la nación norteamericana, y el cese del servicio de plataformas de pago y comercio electrónico como PayPal, dificultaron y encarecieron las transacciones financieras.
Desde 2015, muchísimas instituciones —incluidos bancos y universidades— han implementado políticas internas que prohíben cualquier vínculo con países comprendidos en la lista de patrocinadores del terrorismo.
Por razones como esas, investigadores e intelectuales cubanos residentes en Cuba se ven imposibilitados de acceder a algunos centros académicos y de investigación estadounidenses. Como resultado de una ley estatal de la Florida, que se basa en esa lista designada por el gobierno federal, las universidades públicas de ese estado tienen prohibido pagar cualquier gasto de viaje hacia y desde Cuba.
En días recientes el Instituto de Investigaciones Cubanas (CRI, por sus siglas en inglés) de la Universidad Internacional de la Florida (FIU) convocó a un programa de becas destinado a los estudiosos cubanos amenazados. El programa ayuda a artistas, escritores, académicos y periodistas a continuar su trabajo de forma segura en la FIU.
Sin embargo, uno de los requisitos para acceder al programa es residir fuera de Cuba al momento de su candidatura. Jorge Duany, director del CRI, afirmó que el mayor desafío del proyecto es el hecho de que no puedan solicitarlo cubanos que se encuentren residiendo en el archipiélago, quienes por lo general son los que mayores amenazas y represión reciben. «Si el Departamento de Estado decidiera retirar a Cuba de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo, la prohibición estatal de la Florida dejaría de estar vigente (como ocurrió entre 2015 y 2021)», explicó el catedrático.
El origen de la normativa en particular data de 2009, cuando el gobernador de la Florida en aquel entonces, Jeb Bush, firmó la Ley de Viajes a Estados Terroristas. Dicha política, conocida como Ley Rivera al ser propuesta por el legislador David Rivera, prohíbe el uso de fondos públicos o privados viabilizados a través de instituciones de educación superior del estado en «actividades relacionadas o que incluyan viajes a un Estado terrorista».
La designación de Cuba como «Estado patrocinador del terrorismo» se dio por primera vez en 1982, en plena Guerra Fría, bajo el Gobierno de Ronald Reagan. La lista fue creada en 1979, cuando fungía como presidente de los Estados Unidos James Carter, y formaban parte Libia, Irak, Yemen del Sur y Siria.
La Administración de Joe Biden tiene la capacidad y los medios para eliminar a Cuba de la polémica lista. Aunque ha prometido reconsiderar la sanción reimpuesta por Donald Trump y mejorar las relaciones, hasta el momento no ha efectuado ningún cambio en este sentido, sino que ha ratificado la inclusión de la isla. En la actualidad, los países que figuran en la lista son Corea del Norte, Irán y Siria.
A finales de enero del año en curso, una delegación del Gobierno estadounidense viajó a Cuba para sostener conversaciones en materia de seguridad nacional. El intelectual estadounidense William LeoGrande calificó de «anacrónico» el hecho de dialogar sobre cooperación en materia de aplicación de la ley, e «incluso de lucha contra el terrorismo», cuando Cuba seguía apareciendo en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo.
El hecho de no eliminar a Cuba de la lista dificulta los vínculos entre las empresas y particulares estadounidenses con los emprendedores cubanos, al estar los primeros temerosos de las consecuencias que podría traerles. A su vez, la sociedad civil cubana se ve limitada a abrir cuentas bancarias fuera del país y a hacer uso de plataformas internacionales de pago, banca digital, así como servicios en línea.
Como han denunciado representes del sector privado cubano, la presencia de Cuba en la lista les impide comprar productos estadounidenses no solo en el propio territorio norteamericano, sino también en terceros países. La entrega de ayuda humanitaria al archipiélago también se dificulta; además de los viajes de extranjeros provenientes de países incluidos en el ESTA que hayan visitado Cuba desde enero de 2021, quienes se ven obligados a solicitar un visado.
No obstante, existe una parte de la sociedad civil cubana, tanto dentro como fuera del país, que aboga por el mantenimiento entre los «patrocinadores del terrorismo». El en enero de 2023 la Asamblea de la Resistencia Cubana —coalición que aúna al exilio y la oposición en la isla— manifestó su apoyo a los activistas dentro del archipiélago que han solicitado al Gobierno estadounidense no eliminar a Cuba de la lista.
La organización argumentó que el «régimen comunista en Cuba es un régimen asesino que ha usado el terror contra el pueblo cubano desde sus inicios, que alberga y apoya a terroristas internacionales, que ha promovido implacablemente la violencia dentro y fuera de Cuba; por ejemplo, apoyando la invasión rusa de Ucrania».
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