Me habló de un aquelarre, de una conspiración a su alrededor, de un malestar muy raro. Las inquietudes de Moník Molinet no tenían denominación. Algo no entendía sobre el comportamiento en general hacia las mujeres. Las primeras experiencias de esta artista visual cubana en el mundo de la moda la hicieron iniciar un viaje largo hacia el feminismo. La fotografía es su lenguaje y su discurso, la igualdad.
«Por fortuna se me presentó la situación de conocer a mujeres formidables que alimentaron en mí la necesidad de entender mi situación como mujer. De esta forma llegué a Simone de Beauvoir, a Rebecca Solnit, a la artista y activista Yolanda Domínguez. Ellas son, en última instancia, el aquelarre responsable de mi entrada al feminismo».
La pistola de Moník es su marca y su proyecto profesional más personal. «Necesitaba un arma que me permitiera apoderarme del discurso». El mensaje habría que modificarlo, cuestionarlo y rehacerlo, explica. «Hace años me di cuenta de mi impotencia; a pesar de tener muchos privilegios, estaba silenciada. Tenía que aprobar el discurso que me daban, prestarme a reforzarlo y a ser premiada por ello». Es por esto que Moník tiene una pistola, un arma rebautizada que no destruye, sino que inmortaliza.
No como una rosa: Frágil como una bomba… Self-Portrait /Ensayo de acumulación / Projector Series/ 2020. Foto: Moník Molinet.
No como una rosa: Frágil como una bomba… Self-Portrait /Ensayo de acumulación / Projector Series/ 2020. Foto: Moník Molinet.
No como una rosa: Frágil como una bomba… Self-Portrait /Ensayo de acumulación / Projector Series/ 2020. Foto: Moník Molinet.
No como una rosa: Frágil como una bomba… Self-Portrait /Ensayo de acumulación / Projector Series/ 2020. Foto: Moník Molinet.
No como una rosa: Frágil como una bomba… Self-Portrait /Ensayo de acumulación / Projector Series/ 2020. Foto: Moník Molinet.
Las artes visuales y en especial la fotografía se suman a la formación artística de Mónica Molinet, quien comenzó estudios de música clásica con siete años, en Pinar del Río. Más tarde continuó con las artes escénicas en la Escuela Nacional de Artes de La Habana, y luego con la fotografía en la Academia de Artes Visuales en Ciudad de México, «no puedo imaginar mi vida sin las bellas artes».
Hoy las artes visuales representan el escenario en el que Moník confronta ideas y relata historias, «abordo la temática de la belleza, la búsqueda del significado de ser mujer dentro de la construcción social, la alteración del paisaje emocional que una persona puede lograr».
La belleza, su relatividad y poderío es un tema presente en toda su obra. «Siempre me ha intrigado. La belleza puede provocar un magnetismo al instante, incluso sin entender lo que se ve, nuestra atracción hacia esta es intrínseca en el ser humano». Para Moník la representación de la belleza carece de sentido ético la mayor parte del tiempo. Este es uno de los temas más polémicos dentro del debate feminista. ¿Qué es la belleza? ¿Quién es bello o bella? ¿Cómo evaluarlo? ¿Qué representan esos estereotipos en la sociedad?
El constante flujo de ideas es lo que entiende como fórmula de trabajo. Ideas que rechaza y cuestiona frecuentemente. «Creo que la base de mi trabajo es el perfeccionamiento consciente del discurso y de la estética antes de enfrentarme al set, y como siempre, un poco de suerte que puede venir de la mano de la improvisación».
A través de la fotografía de moda, el llamado beauty, Moník desarrolló habilidades y encontró «destino para [sus] necesidades perfeccionistas». Este aprendizaje le permitió además identificar lo que ella llama un problema de comunicación visual, y es que faltan muchas bellezas por mostrar. «La belleza de la emoción, la belleza de lo indefinido, del carácter, la belleza en lo diverso». A partir de este momento el retrato en la obra de Moník Molinet no será el mismo. «Un retrato puede ser algo intensamente sicológico, puedo encontrar belleza en la contradicción, en la emoción, en el “defecto”, en lo impreciso».
La moda y la publicidad están aferradas a las limitaciones, a los estereotipos sobre la belleza. La construcción de la imagen deforma la realidad, «controlan la manera en la que percibimos lo bello influyendo en las lecturas que hacemos y el valor que les damos a las personas. Lo que se escapa de esa norma es asociado con características negativas». La sociedad es vulnerable a las presiones de la industria de la moda y la belleza que «cada vez se alejan más de reconocer lo bello en lo natural para deslumbrarse por lo bello construido, ficticio, hegemónico».
Body Positive. Un proyecto para el cambio
«Es imperativo en mí asociar lo estético con lo ético y empezar a desarrollar proyectos que sean parte de la solución». Eso es Body Positive, una serie fotográfica desde su responsabilidad como mujer y creadora. Los cuerpos comunes protagonizan estas fotografías, «la belleza se explora en lo que habitualmente no se muestra, la belleza que está implícita en ellas. La belleza humana, sin poses, provocando que la sororidad tome el espacio, dejándolas plenas, seguras, emotivas».
Body Positive es una rebelión, un toque de atención a una colectividad en la que predomina la construcción masculina de la imagen de la mujer, «y no es que haya algo malo en esto, es que faltan otras miradas». El proyecto muestra a mujeres que no encajan en los estereotipos. Amigas de la fotógrafa que también compartieron sus experiencias a través de videos publicados en las redes sociales.
Body Positive. Foto: Moník Molinet.
Body Positive. Foto: Moník Molinet.
Body Positive. Foto: Moník Molinet.
Body Positive. Foto: Moník Molinet.
«La historia de la pintura y la historia visual lleva siglos mostrándonos a las mujeres como objeto de deseo, no como sujeto deseante, otorgándole únicamente una dimensión sexual».
La serie fotográfica las muestra tal como son. Sin retoques excesivos, sin poses rígidas, sin artificios. Los pocos elementos agregados completan la simbología de las imágenes. Cinta métrica, escalera, manzanas, recortes de revistas completan la escena iluminada con un esquema que se utiliza en la fotografía publicitaria. «Nos concentramos en las dinámicas que se dan entre mujeres sororas. Me limité a documentar eso que pasaba».
La representación de la sexualidad en las artes visuales es incompleta. «Resulta problemático, por ejemplo, para una mujer joven consolidar su carácter a partir de los referentes de personajes femeninos construidos desde una perspectiva masculina». La reducción de los moldes le preocupa. «Esto hace que se vuelva difícil empatizar, confuso. Ejemplos de estos hay ampliamente en el cine, la literatura, la televisión. Los referentes son importantes en este caso, para que una niña pueda imaginar lo que puede llegar a ser».
Las redes sociales son una muestra actualizada de la construcción del discurso visual de Moník Molinet, que provoca con sus mensajes el cuestionamiento del sistema. No ha creado una red de apoyo, tampoco es una activista, pero la fotografía le ha permitido crear conexiones con muchas mujeres interesantes. «He conocido sus historias, su pensamiento, y estoy incorporando sus miradas, sus voces, en mi obra. Digamos que es una red espontánea, sin estructura pero, sin duda, creciente».
Body Positive. Foto: Moník Molinet.
Body Positive. Foto: Moník Molinet.
Body Positive. Foto: Moník Molinet.
Body Positive. Foto: Moník Molinet.
La vida en México ha motivado gran parte de sus inquietudes respecto a la desigualdad de género. Allí la situación es de urgencia. «En casi todo el país el aborto esta penalizado, las niñas violadas son obligadas a ser madres, y la violencia en contra de la mujer es aterradora, diez mujeres son asesinadas cada día». La realidad mexicana la vive en primera persona y critica el comportamiento de la sociedad que sexualiza desde la niñez a la mujer y la iglesia que la cosifica. La brecha salarial, la representación femenina en cargos de poder y el reforzamiento de los roles estereotipados completan el panorama, que no es ajeno al resto del mundo. «El contraste con Cuba fue inmenso y esto me impulsó a acercarme a entender el problema y plantearme cómo desde mi obra podría remediar, denunciar esto».
¿Por qué Moník tiene una pistola?
«Tengo una pistola porque soy peligrosa para mí misma, porque elegí ser responsable de mi propio discurso y salir de mi zona de confort. A través de mis disparos desarrollo mi voz, mis ideas, no me siento impotente. Tengo una pistola porque decidí ponerme en esa posición arriesgada, fascinante y llena de posibilidades que es estar detrás de una cámara. Mi pistola no mata, inmortaliza, y le quedan muchos disparos».
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