En las últimas semanas, varios usuarios se han comunicado con elTOQUE para solicitar información relacionada con la tarjeta Clásica de Fincimex. Aunque el «producto» no es nuevo —se lanzó en enero de 2024—, hasta hace pocos meses solo había sido necesario para quienes deseaban comprar combustible en los servicentros en dólares.
Sin embargo, con la proliferación de tiendas en dólares, que excluyen las tarjetas en moneda libremente convertible (MLC), la Clásica es la única opción para quienes reciben remesas del exterior u otra forma de ingresos en divisas.
Aunque en algunos establecimientos se puede pagar con dólares en efectivo, solo se acepta esa moneda y, si se dispone de otra, se debe obligatoriamente adquirir una tarjeta y depositar el dinero.
Tarjeta Clásica, ¿qué es, cómo se obtiene?
La tarjeta Clásica es un «producto financiero» de la Corporación Cimex, perteneciente al Grupo de Administración Empresarial S. A. (Gaesa) de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) de Cuba.
A diferencia de otras tarjetas emitidas por los Bancos de Crédito y Comercio, Popular de Ahorro o Metropolitano, que indican en el reverso que son propiedad de la entidad emisora y deben entregarse en caso de sustracción, la Clásica no lleva el nombre de ninguna entidad bancaria.




Se trata de un producto financiero stand-alone (no asociado a una cuenta personal de banco). No obstante, es posible obtenerla en las sucursales del Banco Financiero Internacional, así como en las casas de cambio (Cadecas) y en algunos establecimientos de las cadenas de tiendas Caribe y Cimex.
No existe información pública sobre la entidad bancaria en la que se deposita el dinero ni sobre cómo se utiliza. La única información que se conoce es que, «en caso de extravío, robo o avería, debe comunicarse con el Centro de llamadas al 72201199»; un número de teléfono perteneciente a Fincimex (Gaesa), emporio comercial militar cubano que ni siquiera la Contraloría General de la República puede fiscalizar.
El costo de emisión es de 4 USD (o su equivalente en otras divisas aceptadas, al tipo de cambio oficial). La tarjeta es impersonal (no tiene nombre de usuario) y se entrega con un código PIN de seguridad que se usa para cada transacción.
Según funcionarios de Fincimex, la Clásica es una «tarjeta de incentivos»: por ejemplo, brinda descuentos del 5 % en tiendas de Cimex, Caribe, Caracol y Trimagen; y del 10 % en instalaciones de Turismo Gaviota al pagar con ella.
Yamil Hernández González, gerente general de Fincimex, declaró a la televisión cubana que la tarjeta fue creada como alternativa para facilitar a visitantes y residentes extranjeros la compra de combustible, «tan deficitario en la red de servicentros en moneda nacional».
«Esta tarjeta se diferencia del resto de las que circulan en el país porque tiene características como el uso del PIN y la recarga a través de efectivo y transferencias internacionales (anteriormente, AIS solo permitía recargarla desde el extranjero)», afirmó.
Hasta hace un mes, el promedio de ventas diarias de las tarjetas era 200, y la mayoría se realizaban en La Habana.
Las tarjetas Clásica surgieron como confirmación de que las en MLC ya no tienen respaldo; es decir, la moneda libremente convertible «no existe» en físico. Por esa razón, no se permite transferir fondos de una tarjeta MLC a una Clásica, ya que esos fondos de dólares virtuales no están respaldados en su equivalente físico.
«¿Dónde están las divisas entregadas por la población a los bancos? ¿Acaso los saldos en MLC de la población son tan elevados que no es posible irlos restituyendo con la ganancia de las nuevas tiendas?», se preguntó el economista cubano Omar Everleny.
¿Cómo se recarga la Clásica?
Algunos usuarios han criticado que, en las nuevas tiendas en dólares, solo se pueda pagar en efectivo. Si se tienen euros u otra divisa extranjera, es obligatorio adquirir una tarjeta Clásica.
«Eso es trampa», dijo un habanero entrevistado por elTOQUE. «Te obligan a comprar una tarjeta allí mismo en la tienda y, de paso, pagar por la emisión y por la recarga».
Según explicó, debido a la desconfianza en el sistema bancario, los cubanos prefieren guardar su dinero «de buchito en buchito». Sin embargo, al cobrarse una comisión de 1 USD por cada recarga, se ven obligados a ingresar más dinero del que planeaban.
«Por ejemplo, si voy a la tienda con 50 EUR en efectivo y quiero comprar algo que cuesta 40, debo pagar 4 USD (al cambio en euros) por la tarjeta y 1 USD por cargar el dinero. Si luego no me alcanza y necesito recargar 5 USD más, me vuelven a cobrar 1 USD de comisión», ejemplificó.
El economista Omar Everleny coincide en que, mientras menos divisas se ingresen en la tarjeta, más cara resulta porcentualmente la comisión por depósito.
Ante la necesidad de usar la «Clásica» para adquirir bienes y servicios en dólares en Cuba —donde en moneda nacional casi no existen y en MLC cada día son menos—, cubanos residentes en el extranjero se preguntan cómo pueden obtener una tarjeta para sus familiares en la isla.
A través de páginas vinculadas con el Gobierno cubano, como Tocopay (www.tocopay.com) y Vidaipay (www.vidaipay.com), es posible solicitar una tarjeta para un beneficiario en Cuba o recargar las existentes.
Según un sondeo realizado por elTOQUE en siete páginas de envío de dinero y recarga de tarjetas cubanas, solo en las dos mencionadas anteriormente y en Tropipay es posible solicitar o recargar las Clásicas de Fincimex.
Además, algunos usuarios señalaron que prefieren seguir enviando el dinero en efectivo a sus familiares para que ellos decidan cuándo, cuánto y dónde utilizarlo.
Así, pueden optar por depositarlo en la «Clásica» si lo necesitan, comprar directamente con dólares en efectivo o cambiarlo a pesos cubanos para adquirir productos y servicios en moneda nacional.
Entre las quejas más frecuentes de los usuarios sobre la Clásica está la imposibilidad de verificar el saldo a través de Transfermóvil, la pasarela de pago más utilizada en Cuba. Hasta el momento, solo es posible hacerlo mediante la plataforma EnZona, en la página web de Tocopay, o preguntando directamente en Cadeca o a un número de teléfono de Fincimex.
Además, muchas de esas opciones quedan inutilizables durante los apagones, ya que algunos usuarios han reportado intentos fallidos de consultar saldo o recargar en tiendas o Cadecas cuando «el sistema está caído» por falta de electricidad.
Hasta la publicación de este reportaje, tampoco era posible realizar transferencias de saldo entre «Clásicas» ni hacia otras tarjetas.
¿Para qué sirve la Clásica?
Además de la compra de combustible y productos en dólares, la tarjeta Clásica puede usarse en operaciones de comercio mayorista y en el pago de importaciones, según informaron funcionarios de Fincimex.
También sirve para pagar a la Inmobiliaria Caribe y por los servicios automotores en las tiendas SASA.
Según constató elTOQUE, en algunas agencias de viajes es posible usarla para el pago de pasajes. En otros establecimientos, tras la exclusión de la MLC, solo se aceptan tarjetas internacionales.
Yamil Hernández González, gerente general de Fincimex, dijo en la televisión cubana que, en un futuro, se podrá pagar con ella en tiendas internacionales, pero no ofreció más detalles al respecto.
Los negocios privados pueden adquirirla para comprar combustible o pagar la importación de productos a entidades estatales. Sin embargo, según explicó un emprendedor a elTOQUE, la mayoría aún prefiere las tarjetas en MLC. «Es más fácil —y barato— comprar esa moneda en el mercado informal y ni siquiera hay que ir al banco».
Algunos usuarios se han preguntado si, con el dinero recaudado por la compra y recarga de las Clásicas —al menos dentro de Cuba—, los bancos podrán honrar sus compromisos con quienes tienen certificados de depósito o desean extraer divisas extranjeras de sus cuentas.
Sin embargo, al no pertenecer a ninguna entidad bancaria cubana, el dinero de la «Clásica» se deposita en una cuenta cuyo destino es desconocido (aunque el Gobierno ha explicado que «la dolarización parcial es para ingresar las divisas necesarias para mantener conquistas sociales»).
Por otro lado, la «competencia» de la tarjeta Clásica, la prepago denominada en dólares de Bandec, sí podría ser una vía para que esa entidad recaude divisas y pueda cumplir con sus compromisos con los clientes.
Zunilda Rodríguez, directora de Banca Electrónica de Bandec, explicó en la televisión cubana que esta tarjeta puede adquirirse en cualquier sucursal bancaria y en las oficinas de Cadeca. Aunque inicialmente el pago obligatorio ascendía a 50 USD, posteriormente se redujo a 5 USD, con una comisión de 4 USD.
«Si el titular de la tarjeta desea salir del territorio nacional, se le reembolsará el monto no utilizado hasta un máximo de 100 USD o su equivalente en otra divisa disponible, presentando siempre su pase de abordar», informaron las autoridades del banco.
Aunque cada vez más cubanos acceden a las tarjetas en divisas —la única vía para obtener ciertos productos, bienes y servicios—, la mayoría sigue excluida de estas nuevas formas de dolarización y vive en condiciones precarias.
Economistas y observadores de la sociedad civil advierten que esta segmentación normaliza la exclusión de los cubanos sin familiares en el extranjero o fuentes de divisas, lo que aumenta las desigualdades sociales, cada vez más evidentes.
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