Etecsa utiliza tasa del mercado informal para fijar precios de los nuevos paquetes de Internet

Foto: Sadiel Mederos.
El monopolio de telecomunicaciones de Cuba Etecsa anunció el 30 de mayo de 2025 nuevas medidas asociadas con las recargas nacionales y los planes y paquetes del servicio móvil. Todas apuntan hacia la dolarización del acceso a Internet en Cuba.
De acuerdo con la nota que publicó la empresa, los clientes del servicio móvil podrán hacer recargas a su saldo principal hasta alcanzar el monto máximo de 360 CUP en el transcurso de 30 días (equivalente a 6 GB). Los planes con datos extra en moneda nacional se podrán adquirir desde Transfermóvil, servicios en línea y la red comercial; y en dólares desde Monedero MiTransfer y tarjetas internacionales.
Las tarifas en pesos cubanos (CUP) de los «planes de datos extra» evidencian la aplicación de una tasa de cambio cuyos valores se asemejan —e incluso superan— a los del dólar en el mercado informal de divisas. Lo anterior se demuestra al comparar los precios de los paquetes en dólares con su equivalente en moneda nacional.
El valor del dólar en los paquetes que se comercializan en moneda nacional puede deducirse a partir del precio por gigabyte de los planes ofertados en dólares. Según esas ofertas, el costo promedio oscila entre 2.1 y 2.5 USD por gigabyte. Si se toma ese rango como referencia y se compara con los precios en pesos cubanos, la equivalencia (en promedio) resulta cercana a 398 CUP por 1 USD.
La tasa de cambio más baja identificada es 358.55 CUP por 1 USD, aplicada al paquete de 15 GB (que cuesta 11 760 CUP). La más alta corresponde al paquete de 3 GB, en el cual el cambio es de 448 CUP por 1 USD; valor muy superior al del mercado informal (370 CUP) en la fecha de esta publicación. Estas diferencias muestran que, aunque existe una lógica general de conversión, la tasa no es uniforme y, en ciertos casos, supera ampliamente el valor del dólar «a precio de calle».
En redes sociales, varios usuarios —en especial quienes dependen de Internet para trabajar— comentaron que los cambios les afectan de manera directa porque incrementan sus costos y reducen la rentabilidad del trabajo online. La situación, además, profundiza las desigualdades sociales en Cuba, donde conectarse a Internet será cada vez más un privilegio reservado para quienes tienen mayores ingresos.
A ello se suman las constantes quejas de usuarios por la mala calidad del servicio, sobre todo durante los apagones, momentos en los que la conexión se vuelve inestable o se interrumpe por completo. Con el aumento de los precios, muchos terminarán pagando tarifas elevadas por un servicio que Etecsa no puede garantizar con calidad ni estabilidad.
La decisión del Gobierno de emplear —aunque de manera no declarada— la tasa cambiaria del mercado informal como referencia para establecer el costo de servicios contradice su retórica de los últimos años, cuando la ha calificado de falsa y la responsabiliza del alza de los precios y la inflación.
El nuevo diseño tarifario se alinea con declaraciones recientes del primer ministro Manuel Marrero, quien en diciembre de 2024 afirmó que determinados servicios estatales comenzarían a ajustarse a precios de mercado como vía para sostener su funcionamiento y anunció que se aprobarían nuevos paquetes de navegación de Internet en divisas.
La medida anunciada por Marrero respondía a la pérdida progresiva de ingresos en divisas por parte de Etecsa, una consecuencia directa del colapso del modelo económico impulsado por la llamada Tarea Ordenamiento. La reforma, implementada en 2021, devaluó drásticamente el peso cubano y volvió más económico —y, por tanto, menos rentable en dólares— adquirir servicios como las recargas telefónicas desde dentro del país.
Esa transformación en la dinámica de consumo implicó un golpe contundente para la empresa estatal de telecomunicaciones, que hasta entonces recibía anualmente millones de dólares gracias a recargas enviadas desde el exterior.
Solo en 2022, Etecsa registró una caída de cerca de 300 millones de dólares en comparación con el año anterior. En 2023, funcionarios de la empresa confirmaron que las pérdidas continuaban acumulándose en «cientos de millones de dólares» anuales. La explicación oficial llegó en voz del entonces ministro de Economía, Alejandro Gil, quien atribuyó parte del problema a la existencia de una tasa de cambio informal más alta que la oficial, lo que hacía más rentable para los consumidores, cambiar las divisas y adquirir paquetes de datos en moneda nacional.
Pero más allá del desequilibrio cambiario, la empresa enfrenta un deterioro sostenido en la calidad de sus servicios. Entre junio de 2023 y junio de 2024, Cuba registró una velocidad promedio de conexión móvil de apenas 4.13 Mbps, ubicándose por debajo de países como Myanmar y Bolivia, y muy por debajo de los estándares regionales. En el caso de la fibra óptica, los datos son aún más alarmantes: el país cerró 2024 con la velocidad más baja del mundo —2.93 Mbps— según el Índice Global de Speedtest.
Las condiciones técnicas en la isla hacen que, incluso, tareas básicas de navegación —como revisar el correo o cargar una página web— se conviertan en ejercicios de paciencia.
En un país donde el salario promedio ronda los 15.8 USD mensuales (según los valores del mercado informal para el 30 de mayo de 2025), el alto costo y la baja calidad de los servicios de Etecsa no solo generan frustración: también profundizan las brechas sociales y tecnológicas para quienes deben conformarse con una conexión lenta, intermitente y cada vez más cara.
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