Finanzas y Precios dice que «los precios no se pueden disminuir a capricho» (y así los baja)
10 / julio / 2024
Parece un meme, pero no lo es. El Ministerio de Finanzas y Precios (MFP) dijo en un foro de Cubadebate que «los precios no se pueden disminuir a capricho» para responder a las inquietudes de los internautas ante el tope de precios a seis productos comercializados por actores privados.
«Si se hace, los que producen o compran pierden y no pueden seguir el proceso de reproducción y no contamos en el futuro con estas mercancías», agregó el representante del MFP que respondió los comentarios.
Los argumentos del funcionario contradicen lo que regula la Resolución 225 —publicada el 8 de julio de 2024—. La norma estableció un tope de precios máximos minoristas para el pollo troceado, el detergente en polvo, las salchichas, el aceite (excepto de oliva), las pastas alimenticias y la leche en polvo.
«Debemos aprender que con los precios se recuperan los costos y gastos de una mercancía, importada o de producción nacional», escribió el representante del MFP.
La «lógica» gubernamental parece aplicarse solamente para responder comentarios, pues fueron numerosas las alertas que hicieron empresarios privados y economistas a los funcionarios del ministerio sobre las consecuencias negativas de las políticas de tope de precios.
Varios foristas respondieron que el mercado no se regula con tope de precios, sino con ofertas, pero el MFP insistió en que «la regulación temporal» contendrá el alza de los precios y la inflación. No se refirieron al posible desabastecimiento que provocan las políticas de ese tipo.
Una medida que solo le gusta al Gobierno
Durante la discusión con el sector privado, muchos participantes dejaron claro que, al contrario de lo que el Gobierno piensa, las medidas no benefician al pueblo; el pueblo coincide con la idea.
Según los comentarios en redes sociales y en las páginas en las que se publicó la noticia del tope a los seis productos básicos, algunas personas consideran que los precios establecidos continúan muy altos.
«Nadie se da cuenta que un jubilado cobra 1 500 CUP. ¿Con esos precios, cómo se sobrevive?», escribió un usuario.
Cuando los usuarios mencionaron la dificultad de adquirir los productos con bajos ingresos, el MFP respondió que quienes son vulnerables y no pueden con los precios deben solicitar ayuda a la asistencia social.
«Incluso regulando estos productos de primera necesidad, apenas son accesibles para la mayoría de la población, cuyos salarios y jubilaciones mínimas se establecen en 2100 cup y en 1500 cup respectivamente, por lo que uno solo de estos productos (ya regulados oficialmente) costaría el ingreso mensual de una persona», señaló el Observatorio Independiente de Seguridad Alimentaria en Cuba Food Monitor Program.
Por otro lado, varias personas han argumentado que muchos de los productos topados actualmente tienen precios más bajos que los máximos minoristas establecidos y que el nuevo tope permitiría incrementar los precios.
«¿Ustedes saben que hay muchas mipymes con los precios por debajo de sus “precios topados”? ¿Ustedes saben qué va a pasar? Pues sencillo, las mipymes amparadas por su normativa subirán al topado y gran solución, todo un poquito más caro aún. ¿Quién investigó los precios para definir el tope?», preguntó un usuario.
La respuesta del MFP apeló a la «voluntad de hacer cumplir lo que se apruebe». «Quienes tienen hoy precios inferiores a partir del análisis de costos y gastos, deben mantenerlos e incluso seguir analizando rebajas atendiendo, además, [a] que sus ganancias no pueden superar el 30 %», precisó el funcionario.
El representante ministerial insistió en que la Resolución 225/2024 establece que los precios minoristas máximos que aparecen en la norma no implican ni justifican que se incrementen los precios a partir del 8 de julio de 2024.
Para el «control» del cumplimiento de la normativa formaron más de 7 000 inspectores.
«¿Y cómo van a saber el precio al que lo tenía antes? ¿Acaso tienen un registro de los precios de los puntos de venta que existen en el país?», preguntó un usuario.
Aunque se ha generado una gran euforia con respecto al control de precios, no se han abordado las causas fundamentales de la crisis ni de la inflación.
¿Por qué los topes de precio no sirven para bajarlos?
En una nota de prensa Food Monitor Program señaló que el Gobierno cubano continúa su tradición de controlar el sector privado mediante decretos que fijan topes de precios, afectando tanto a empresarios como a la población general.
Las medidas, aunque buscan contener la inflación, terminan desincentivando la inversión privada, fomentando la informalidad y exacerbando la escasez de productos básicos.
La falta de un programa de protección social adecuado y el incremento en la desigualdad socioeconómica muestran que estos ajustes no solo son ineficaces, sino que agravan la crisis existente.
El economista cubano Pedro Monreal señaló en su cuenta de X que el tope de precios representa un retroceso significativo en la evolución del sistema económico cubano y que limita la capacidad del mercado para regularse de manera efectiva.
«Es un craso error el empecinamiento con un “cálculo económico” —proceso para arribar a la combinación más efectiva de recursos a nivel de la economía— de naturaleza burocrática en vez de uno apoyado en precios de mercado», argumentó.
Monreal hizo hincapié en que la evidencia histórica demuestra que, a largo plazo, el cálculo económico basado en la planificación centralizada no es sostenible. Considera un «despropósito» que se intente aplicar el modelo en las nacientes empresas privadas en Cuba.
Los topes de precios —o controles de precios— son un instrumento de política económica a través del cual el Gobierno establece límites máximos o mínimos a los precios de bienes. El instrumento se ha usado en numerosas ocasiones en la isla con el objetivo de controlar la inflación y asegurar la accesibilidad de productos básicos.
Sin embargo, existen varias razones por las cuales los topes de precios no son efectivos para controlar los precios.
- Distorsión del mercado. Los topes de precios pueden llevar a una distorsión en el mercado. Cuando el precio fijado está por debajo del nivel de equilibrio del mercado (el precio en el que la oferta y la demanda se igualan) se genera escasez porque los productores no tienen incentivos para producir o vender a precios más bajos; mientras que la demanda se mantiene alta o, incluso, se incrementa (consumidores que antes no compraban, ahora lo pueden hacer).
- Escasez de productos y desviación hacia el mercado negro. Los controles de precios pueden reducir la producción o desviarla al mercado negro (allí pueden obtener precios más altos). Lo anterior es particularmente problemático en Cuba porque la producción de bienes es limitada y en su mayoría depende de las importaciones. Muchos productos básicos disponibles hoy solamente se encuentran en el mercado negro.
- Pérdida de calidad. Cuando los productores no pueden vender a precios que cubran sus costos y generen un margen de beneficio razonable, tienden a reducir la calidad de los productos para mantenerse dentro de los límites de precios impuestos. Cuando se trata de productos importados la pérdida de calidad puede no ser tan representativa.
- Desincentivo de la inversión. Los controles de precios pueden desincentivar la inversión en la producción de bienes y servicios porque los empresarios no obtienen rendimientos adecuados. Lo anterior es crucial en una economía como la cubana, que necesita inversiones para mejorar su infraestructura y capacidad productiva. En el caso de los productos importados, los empresarios pueden reducir sus compras en el extranjero. Muchos emprendedores, además, probablemente se perjudiquen porque hicieron los cálculos de rentabilidad con precios que ahora no pueden establecer.
- Burocracia y corrupción. La implementación y el monitoreo de los controles de precios requieren de una burocracia extensa, lo que puede devenir ineficiencias y corrupción. En Cuba, la falta de transparencia y la corrupción han agravado los problemas asociados con los topes de precios.
- Inflación reprimida. Los controles de precios no eliminan las presiones inflacionarias, sino que las reprimen de manera temporal. Lo anterior puede llevar a un ajuste abrupto de precios en el futuro —cuando se levantan los controles—, lo cual exacerbaría la inflación. Al prohibir el aumento de precios, además, el desequilibrio inflacionario reaparece en otras formas (escasez, mercado negro, etcétera).
El tope de precios establecido por el MFP puede generar mucha incertidumbre, tanto en los comercializadores como en el sector privado en general porque evidencia una mayor intervención del Gobierno en ámbitos que deberían ser de competencia exclusiva de los negocios privados.
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Ramiro Francisco Martínez FEIJOO1949
Denis