«Mi niño casi se muere»: madre cubana denuncia escasez de medicinas y falta de ambulancia en Bayamo

Reyna Calderín Rosales y su hijo Arián Jesús Tamayo Calderín. Foto: Cortesía.
«¿Dónde está la supuesta Salud Pública de primer nivel en Cuba?, preguntó en una publicación en Facebook, el 15 de noviembre de 2025, la madre Reyna Calderín Rosales, residente en Bayamo, Granma. «Mi niño por poco se me muere ayer», denunció.
Reyna llevó a su hijo mayor, Arián Jesús Tamayo Calderín, de 12 años, al policlínico «13 de marzo» en Bayamo el viernes 14 de noviembre a las 7:00 p. m. Tenía fiebre alta y estaba delirando.
En declaraciones a elTOQUE precisó que el niño «estuvo alrededor de tres horas grave», y denunció que en el policlínico no había medicinas ni ambulancia para trasladarlo al hospital pediátrico. «La doctora del policlínico superatenta, pero no tenía qué administrarle al niño porque no había nada, no tenía con qué [atenderlo]».
Según su testimonio, Arián Jesús es alérgico a la dipirona y no tenían qué ponerle para bajarle la fiebre. Tampoco tenían sueros ni oxígeno. «Estuvo horas en un estado neurológico bien complicado. No reconocía a nadie ni dónde estaba ni cuál era su edad…», contó.
Reyna explica que tuvo «que dejar acostado al niño y salir a conseguir un suero para hidratarlo». «El niño empezó a convulsionar en el cuerpo de guardia. No había oxígeno y ya tenía las uñas cianóticas y los labios también (…); salí corriendo a buscar un carro para el Partido, pero el carro de guardia no estaba».
El policlínico «13 de marzo» queda cerca de la sede provincial del Partido Comunista. Pero esta familia, con otro niño de un año y medio en casa, tuvo que encontrar un vehículo por sus medios para llegar al hospital pediátrico. Nunca apareció la ambulancia ni un carro estatal que pudiera auxiliarlos.
En el hospital, le administraron diclofenaco enseguida. Le hicieron exámenes cuyos resultados afirmaban que estaban bien. Tras recuperar la conciencia, le dieron el alta. La doctora que lo recibió en urgencias siempre estuvo al pendiente de su estado físico y neurológico», señaló Reyna.
Mientras Reyna luchaba por salvar la vida de su hijo en el policlínico de Bayamo, la crisis en el sistema de Salud se reflejaba también en duras imágenes que circulaban en redes sociales. En el Hospital «Carlos Manuel de Céspedes», los pacientes estaban tendidos en el suelo, con sueros, o esperaban atención en pasillos saturados. Las fotos y videos mostraban la dureza de una realidad que se repite a lo largo de la isla, con salas desbordadas y una atención que apenas llega.
Ante las crecientes denuncias, las autoridades de Salud en Bayamo reaccionaron con una declaración pública, en la que compartieron imágenes de las salas saturadas de pacientes. Sin embargo, omitieron conscientemente las más dramáticas (como las que muestran a los pacientes en el suelo), a pesar de que estas se habían viralizado en redes. La omisión subraya la desconexión entre lo que los ciudadanos están viviendo y las respuestas oficiales que, en lugar de abordar la crisis de frente, parecen minimizarla.
La respuesta oficial sigue siendo la misma: palabras vacías. «El Hospital Infantil está colapsado, el Hospital Céspedes está colapsado, los policlínicos no tienen espacio ni para respirar. Nos estamos muriendo en esos pasillos mugrientos y ellos siguen diciendo que hay una situación epidemiológica compleja, como si eso fuera suficiente», dijo indignado un testigo al periodista Ernesto Morales.
A pesar de las claras evidencias de la crisis en los hospitales, el Gobierno no ofrece soluciones, sino explicaciones. El diario oficial Granma, vocero del Partido Comunista, reconoció el 17 de noviembre de 2025 que «Cuba enfrenta una situación epidemiológica compleja», mencionando las epidemias de dengue y chikunguña. Sin embargo, esa admisión pública de la crisis se siente como una respuesta tardía, sin medidas concretas para frenar el colapso del sistema de Salud ni aliviar el sufrimiento de la población.
Carilda Peña García, viceministra de Salud Pública, informó que «todas las provincias se mantienen en el corredor endémico de epidemia, a excepción del municipio especial Isla de la Juventud, que se encuentra en zona de alarma». La funcionaria también agregó que se registró un incremento en las atenciones por fiebre respecto a la semana anterior.
Esta declaración solo confirma lo que la población ya sabe: la emergencia sanitaria sigue expandiéndose sin que haya una respuesta gubernamental efectiva.
El Ministerio de Salud Pública reportó que en la última jornada se notificaron 1 706 atenciones por síndrome febril inespecífico y 3 103 nuevos casos sospechosos de chikunguña. Más de 47 000 personas continúan bajo ingreso —la mayoría en el domicilio—, mientras que 63 pacientes están en terapia intensiva, principalmente menores de 18 años.
Las autoridades sanitarias advierten que la infestación del mosquito Aedes Aegypti (0.70 %) mantiene alto el riesgo de contagio.
En tanto, el doctor Francisco Durán, director de Epidemiología, asegura que no se han detectado casos del virus del Nilo Occidental.











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