Los Ministerios de Relaciones Exteriores y del Interior de Uruguay firmaron un decreto que permitirá a casi 5 000 cubanos regularizar su estatus migratorio en ese país a través de la figura legal «residencia por arraigo».

La nueva figura beneficiará a los solicitantes de refugio que ingresaron de manera regular en Uruguay, pero que no cumplían con las condiciones para obtener el estatus de refugiado.

Según el decreto, para solicitar la residencia por arraigo, la persona (al momento de presentar la solicitud) no debe tener prohibición de entrada o permanencia en Uruguay. Debe cumplir, además, con los siguientes requisitos:

1. haber ingresado al país de manera regular, sin eludir el control migratorio;
2. contar con una permanencia ininterrumpida superior a 180 días;
3. no poder regularizar su condición jurídica como residente permanente o temporal; 
4. no tener antecedentes penales.

La implementación de la normativa tiene un impacto significativo en la vida de los migrantes cubanos en Uruguay. Al brindarles la oportunidad de regularizar su estatus legal, podrán acceder a derechos y servicios básicos (empleo, vivienda y atención médica).

Gabriel Díaz Campanella, periodista de El País América, destacó en un reciente artículo que la medida es un avance significativo en la política migratoria uruguaya y que demuestra un enfoque más inclusivo y humano hacia los migrantes. La normativa no solo mejorará las condiciones de vida de los migrantes, sino que también beneficiará a Uruguay al integrar formalmente a los emigrantes en la sociedad y la economía del país.

Cubanos en Uruguay: grandes oportunidades en un país pequeño

Más de 20 mil cubanos han llegado a Uruguay en los últimos tres años. Durante 2018, llegaron más de 12 mil personas procedentes de la isla caribeña. Detro de ellos hay muchos jóvenes que han encontrado la superación profesional en ese país.

Según datos del Ministerio de Desarrollo Social (Mides), casi 4 000 cubanos solicitaron ayuda al Gobierno uruguayo en 2023. La cifra representa una parte considerable de los 13 610 extranjeros que recibieron asistencia ese año, lo cual marca un incremento con respecto a años anteriores (con 13 290 casos en 2022; 11 053 en 2021; y 10 530 en 2020).

La creciente necesidad de asistencia entre la población migrante se refleja en sus condiciones de vida. En mayo de 2024, un migrante cubano describió a Cibercuba las difíciles condiciones en las que viven en Uruguay, compartiendo viviendas con hasta 13 personas en espacios reducidos e insalubres, con falta de ventilación y presencia de cucarachas. Las condiciones subrayan la urgencia de una solución que permita a los migrantes vivir con dignidad y seguridad.

Aunque la normativa representa un avance importante, su implementación enfrenta desafíos. Es crucial garantizar que los procedimientos para la obtención de la «residencia por arraigo» sean accesibles y eficientes y evitar burocracias innecesarias que puedan retrasar el proceso.

«La residencia por arraigo contempla distintas modalidades (laboral o trabajo por cuenta propia, familiar y formación o estudio) que buscan adaptarse a las diversas necesidades y vínculos de las personas extranjeras en el país, de modo que puedan integrarse plenamente a la sociedad uruguaya», explicó la Agencia de la ONU para los Refugiados en su sitio web.