Lázaro Oscar Tió es un discapacitado fisico que vende gafas para sobrevivir en La Habana, Cuba.
“No me voy a morir de hambre”
24 / mayo / 2016
Luis Ernesto Delgado, un joven de apenas 26 años con limitaciones físico-motoras, quedó sin pensión y sin trabajo en un taller para discapacitados, cuando su vida empezaba a demandarle mayores necesidades. Ante esta situación encontró en el bulevar de San Rafael, de La Habana Vieja, una manera de ganarse la vida.
La necesidad de supervivencia le coloca ante la disyuntiva de a exponerse a que lo detengan por venta ilegal o a no tener ingresos. Luis se mueve a toda velocidad por los caminos del mercado subterráneo.
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Agustín Borrego Torres
Oportunidades existen en Cuba para todo el que quiera superarse. Me cuesta trabajo comprender a muchos jóvenes que prefieren delinquir y no estudiar, en un país donde la educación es gratis y no tienen que salir a las calles a reclamar por reformas educativas.
En otros países los jóvenes se prostituyen para alcanzar una carrera universitaria, otros trabajan duro para lograrlo. En este Cuba SOCIALISTA ES DIFERENTE Y NADIE MUERE DE HAMBRE.