Preselección cubana a Copa América: ¿equipo o experimento?

Foto: Jit / mejorada con IA.
La noticia levantó polémica en redes: José Ramón Rodríguez, probablemente el mejor abridor que Cuba tiene actualmente en el béisbol nacional y con notable experiencia en la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP), quedó fuera de la preselección para la primera Copa América de Béisbol
La justificación, según el periodista deportivo Ernesto Amaya, sería una «posible sanción» por irse de la Serie Nacional para jugar en Venezuela con un contrato gestionado de manera personal.
Un golpe duro para los fanáticos que aún sueñan con un equipo beisbolero competitivo, y un déjà vu doloroso que recuerda lo sucedido recientemente con otro estelar del box, el pinareño Erly Casanova, castigado con un año de separación del béisbol cubano.
Si algo caracteriza al béisbol cubano en los últimos años, es esa combinación de talento natural con decisiones que desafían toda lógica. El equipo de 60 preseleccionados anunciado por la Comisión Nacional de Béisbol (CNB), bajo la dirección de Germán Mesa, promete «combinar juventud y experiencia, evaluar talento y fortalecer la identidad del béisbol nacional»; pero ¿será?
Aunque suena hermoso en teoría; en la práctica, parece más un laboratorio experimental que un proyecto serio y competitivo. Y, por supuesto, si eso es el «colchón» para el venidero Clásico Mundial, desde ya estamos en liquidación.
Cuba ocupa actualmente el noveno lugar en el ranking mundial, y está ubicada en la Copa América en el Grupo A (el más exigente junto) a México, República Dominicana, Nicaragua, Curazao y Venezuela. Estos rivales no son precisamente principiantes y el historial reciente de la isla en torneos internacionales deja mucho que desear. Todo indica que la Copa América será más un espejo cruel del estado real de la pelota cubana que un trampolín hacia la gloria perdida.
La lista de preseleccionados trae más de un motivo para alzar la ceja. Receptores como Andrys Pérez o Yosvany Alarcón, jugadores de cuadro como Alexei Ramírez y Erisbel Arruebarruena, jardineros veteranos como Alfredo Despaigne y Frederich Cepeda… y sí, ahí está Despaigne, cuya presencia genera más debates que certezas.
Algunos fanáticos señalan, con razón, que los mejores años de Despaigne han pasado y que, comparado con Cepeda, su contribución actual es más simbólica que tangible. Por no hablar de los múltiples ausentes que sí deberían estar como William Saavedra, Guillermo Avilés, Jorge Yohan Rojas y Michael Gorguet.
Pero lo que realmente provoca risa es la falta de coherencia interna del proceso: se sanciona a quien busca experiencia fuera de Cuba, se dejan fuera a talentos evidentes y, sin embargo, se incluyen nombres cuyo rendimiento actual es más dudoso que confiable.
En la jerga popular: «cría fama y acuéstate a dormir»: algunos incluidos ya no están dando lo que se espera, mientras otros, capaces de marcar la diferencia, quedan marginados. Eso sin contar la «confusión» con la sede del grupo preliminar: originalmente Venezuela, ahora Panamá, y con el mismo calendario sin modificaciones.
La Confederación Mundial de Béisbol y Sóftbol también nos recuerda que el caos logístico puede formar parte del show. El objetivo declarado de la Copa América —clasificar a los Juegos Panamericanos de Lima 2027 y a los Juegos Centroamericanos de Santo Domingo 2026, y sumar 500 puntos en el ranking WBSC— se vuelve irónico frente al contexto: un equipo incompleto, un sistema que premia la obediencia y no necesariamente el talento, y un público que a veces se siente más espectador de un reality administrativo que de un certamen deportivo.
Entonces, ¿qué esperar de Cuba en esta lid? Probablemente, otra actuación que confirme la tendencia de los últimos años: nada bueno. No obstante, siempre queda la esperanza de que algunos brillen de manera individual, que la dirección aprenda de errores pasados y, sobre todo, que el béisbol cubano recupere algo de esa identidad que hace años lo colocaba entre los mejores del mundo.
Mientras tanto, algunos como José Ramón Rodríguez se quedan en la periferia, víctima de reglas más rígidas que la realidad del béisbol actual, y los fanáticos seguimos preguntándonos: si este es el equipo Cuba, ¿quién está jugando realmente? ¿Es un experimento de talentos, una selección oficial o un «azul reforzado» como se comenta con sarcasmo en las redes? La respuesta, la tendremos en menos de un mes.
ELTOQUE ES UN ESPACIO DE CREACIÓN ABIERTO A DIFERENTES PUNTOS DE VISTA. ESTE MATERIAL RESPONDE A LA OPINIÓN DE SU AUTOR, LA CUAL NO NECESARIAMENTE REFLEJA LA POSTURA EDITORIAL DEL MEDIO.










Comentarios
En este sitio moderamos los comentarios. Si quiere conocer más detalles, lea nuestra Política de Privacidad.
Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *