¿Quién es el millonario cubano detrás de las vallas contra Trump en Miami?

Miguel B. Fernández ha cuestionado a los congresistas cubanoamericanos de Florida y al secretario de Estado, Marco Rubio, por respaldar a la agenda migratoria de Donald Trump.
En Miami, varias vallas publicitarias llaman «dictador» a Donald Trump y acusan de «traidores» a políticos cubanoamericanos aliados del presidente estadounidense. Detrás de esa campaña está Miguel «Mike» B. Fernández, un magnate cubano de la Salud que rompió con el Partido Republicano y denuncia actualmente lo que considera una política migratoria «cruel» y «deshumanizante».
En una reciente entrevista con BBC Mundo, Fernández contó su historia: de huir de Cuba en los años sesenta a millonario en Estados Unidos, y ahora, a sus 73 años, crítico de Trump y de los congresistas de Florida que —dice— no defienden a su comunidad.
«Lo que está pasando en nuestro país no es correcto y cualquier persona normal lo sabe», declaró.
¿Quién es Miguel «Mike» B. Fernández?
Es un empresario y filántropo, nacido en la oriental Manzanillo, quien se describe como «un guajiro cubano».
De acuerdo con su testimonio, tras confiscar el pequeño negocio de su padre en la isla, el régimen de Castro recogió a su familia con un camión y los expulsó a México.
Salió de Cuba en 1964, luego de que su familia lo perdiera todo. Vivieron en México sin papeles. Allí sobrevivieron con la ayuda de «muchos mexicanos y unas monjitas de un convento». Tiempo después, llegó a Estados Unidos, donde estudió, se alistó como paracaidista en el Ejército y combatió en Vietnam. Al salir del Ejército, se instaló en Miami, donde construyó una fortuna en el sector de la Salud. Hoy, es considerado uno de los cubanos más ricos de EE. UU., con un patrimonio superior a los 1 000 millones de dólares.
En Coral Gables (Miami) fundó y preside la firma MBF Healthcare Partners.
¿Por qué se enfrentó a Donald Trump?
Aunque durante décadas apoyó al Partido Republicano con donaciones millonarias, en 2016 rompió con este tras rechazar la estrategia «del martillo y la crueldad» luego de la llegada de Trump.
Desde enero de 2025, cuando Trump regresó a la Casa Blanca, la eliminación del parole humanitario y las redadas contra inmigrantes encendieron aún más sus críticas. Fernández asegura que esas medidas ponen en peligro a la comunidad latina y cubana de Miami. Considera que la política migratoria del mandatario es «cruel» y «deshumanizante».
Fernández fue copresidente financiero de la campaña de reelección del gobernador Rick Scott en 2014; respaldó a figuras como Jeb Bush y, en el pasado, a la congresista María Elvira Salazar.
¿Qué dicen las vallas publicitarias en Miami?
Mensajes como «Aspirante a dictador. En Estados Unidos, no» (con la foto de Trump) o «Deportar inmigrantes es cruel» acompañan imágenes del presidente estadounidense, el secretario de Estados, Marco Rubio, y los congresistas cubanoamericanos Mario Díaz-Balart, María Elvira Salazar y Carlos Giménez. En otras vallas los acusa de «hipócritas», «traidores» y «títeres».

«En una comunidad de inmigrantes. ¿Dónde están las voces que nos protegen?», dice uno de los carteles en Miami pagado por Miguel B. Fernández.
¿Cuál es el objetivo de esta campaña?
Fernández dice que quiere despertar la conciencia de la comunidad cubana y latina en el sur de Florida y presionar a los políticos locales para que se opongan a las medidas migratorias de Trump. Su meta es que, de cara a las elecciones de 2026, los votantes reconsideren su apoyo a congresistas que —según él— no defienden a sus vecinos migrantes.
En una carta abierta reciente, Miguel B. Fernández cuestionó a los congresistas cubanoamericanos de Florida y al secretario de Estado, Marco Rubio, por respaldar (y no oponerse con firmeza) a la agenda migratoria de Donald Trump. Les reprochó su silencio ante medidas como la eliminación del parole humanitario, el fin del TPS para venezolanos, la construcción de un centro de detención conocido como el “Alcatraz de los caimanes” y las redadas de ICE. Para Fernández, esa actitud no responde a neutralidad ni desconocimiento, sino a «complicidad y cobardía».
¿Quién financia las vallas?
Fernández las pagó al inicio, pero asegura que hay al menos 32 personas que se han sumado al financiamiento, incluso algunos republicanos. También ha comprado anuncios de página completa en periódicos nacionales como The New York Times y The Wall Street Journal.
¿Cómo ha reaccionado la comunidad de Miami?
Las vallas han provocado un fuerte debate. Muchos demócratas, republicanos moderados y organizaciones proinmigrantes lo respaldan. Pero los seguidores de Trump lo acusan de estar alineado con la «extrema izquierda». Él responde: «No es la extrema izquierda, somos tus vecinos, tus votantes».
¿Ha tenido consecuencias personales?
Según declaró Fernández a BBC, ha perdido amistades, algunos inversionistas se han distanciado y su familia se ha resentido por sus posturas. También dijo en la entrevista con el citado medio que recibió amenazas (mensajes intimidatorios en su casa). Pese a ello, insiste en que seguirá invirtiendo su dinero para defender lo que considera justo.
Fernández recuerda su historia como refugiado cubano: «Sé exactamente cómo se siente la gente indocumentada». Reivindica que es un capitalista, no un comunista, y que su riqueza debe estar al servicio de los demás.
«El dinero es para ayudar. No sabes la felicidad que yo he sentido ayudando a otras personas. Eso no me hace mejor persona ni soy un líder ni soy nadie. Soy un migrante con los pies bien firmes en el piso y me gastaré lo que tenga que gastarme para defender el futuro de mis hijos, mis nietos y del país», señaló.
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James
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