La discriminación y la violencia hacia las personas trans continúa siendo una preocupación creciente en Cuba. La carencia de leyes específicas que protejan y reconozcan las identidades de género ha fomentado un entorno de discriminación y marginalización hacia la comunidad trans; además, las personas trans y no binarias son las menos reconocidas en las reformas legales de los últimos años.
Es necesaria una legislación integral, así como educar a la sociedad en el respeto a la diversidad sexual y de género. Durante 2023, han sido registrados varios hechos transfóbicos que confirman la urgencia de acciones específicas en materia jurídica y otras enfocadas al trabajo comunitario y social de los activismos.
Negación: el obituario a Chely Lima
Uno de los primeros incidentes ocurrió el 22 de enero, cuando la escritora cubana Daína Chaviano publicó un obituario dedicado al fallecido narrador, poeta y guionista Chely Lima, en el cual se refería discriminatoriamente a este hombre trans como una mujer desde el primer párrafo.
Durante todo el escrito, la autora continuó refiriéndose a Chely Lima en femenino, en donde se lamenta por su muerte, recuerda experiencias conjuntas de vida, su posterior distanciamiento y hace hincapié en la figura de Alberto, la entonces pareja del autor. Casi al final del texto, también cuestiona su transición de género:
«Siempre pensé que la muerte de Alberto provocó la desaparición de la mujer que ella había sido, para darle nacimiento a otra persona que nunca llegué a conocer bien. Sospecho que su cambio de personalidad fue una especie de suicidio en vida».
El medio oficialista El Caimán Barbudo publicó a modo de despedida un texto del escritor y narrador Rafel Grillo, en el que también se refería al autor en femenino y llamaba transfiguración a su proceso de transición. La publicación fue rectificada ante comentarios de varios usuarios. No obstante, compartieron un cuento de la autoría del fallecido, publicado en la antología de cuentos cubanos de temática amorosa del escritor Rafael Grillo, Isla en Rosa: Historias cubanas del amor y sus desdichas (Casa Editora Abril, 2017), en el que la descripción del autor hace referencia a su nombre muerto (o pasado, se refiere al nombre asignado al nacer de una persona trans o no binaria).
Tanto amigos del fallecido como activistas por los derechos de la comunidad LGBTIQA+ reaccionaron ante tales hechos transfóbicos, argumentando que Chely Lima fue un hombre con una historia de lucha por sus derechos que no se borrará tras su muerte.
Prejuicios y borramiento: transfobia en las redes
El 8 de marzo de 2023, Día Internacional de la Mujer, la curadora de arte Magela Garcés Ramírez escribió en una publicación en su cuenta en Facebook que «las mujeres trans son hombres biológicos», lo cual niega la identidad de género de las personas trans. La identidad de género no está determinada por el sexo biológico ni la orientación sexual e incluye las formas en las que una persona se autodenomina y presenta frente a las demás.
Entre otras afirmaciones estigmatizantes y discriminatorias, el texto sugiere que a las mujeres trans no se les debe permitir competir en deportes femeninos, usar los mismos baños que las mujeres ni estar en las mismas prisiones. La publicación generó gran controversia. Si bien muchas personas recriminaron la transfobia presente, hubo cientos de comentarios en apoyo.
Invisibilización: Mariela Castro califica de sobredimensionada la situación de Brenda Díaz
Durante la presentación de la XVI Jornada Cubana contra la Homofobia y la Transfobia el 3 de mayo, la directora del estatal Centro Nacional de Educación Sexual en Cuba (Cenesex) Mariela Castro Espín emitió declaraciones a la prensa en las cuales minimizaba el caso de Brenda Díaz.
Díaz es una mujer trans, que se encuentra injustamente en una prisión para hombres por manifestarse en las protestas populares del 11 y 12 de julio de 2021. Para Castro Espín, es una «historia sobredimensionada y llena de fantasías». Además, agregó: «Su mamá, incluso, expresó que se sentía muy tranquila de que Brenda siga ahí», lo cual fue desmentido por la propia Brenda y por su madre, Ana María García.
Castro Espín, quien había visitado hacía unas semanas el centro penitenciario donde se encuentra Brenda, afirmó que el Cenesex «asesora» a los centros penitenciarios sobre la atención a personas LGBTIQA+ y que ha recibido «opiniones muy favorables» sobre el trato a dicho sector penitenciario.
Brenda Díaz ha sido víctima de transfobia institucional sistemáticamente, de acuerdo con declaraciones de ella misma, su familia e investigaciones de la prensa independiente. Desde el momento de su detención, durante el proceso penal y luego del encarcelamiento. No obstante, la directora del Cenesex afirmó que las noticias referentes al caso son «chismecitos» y un «show mediático de la prensa y las agencias corporativas».
La actitud cómplice por parte de la funcionaria que lidera las acciones estatales, incluidas las iniciativas jurídicas, en materia de derechos LGBTIQA+ en Cuba, frente a la violencia y discriminación hacia las personas trans, solo sirve para perpetuar el problema y dificultar el acceso a la justicia y la protección para esta comunidad en situación de vulnerabilidad.
Transfeminicidio: visibilidad, justicia y reparación
Kiriam Gutiérrez, actriz y activista por los derechos de la comunidad LGBTIQA+ en Cuba, reveló en su cuenta de Facebook que Samira Lescar, una mujer trans de 30 años conocida como La Loba, fue víctima de transfeminicidio a manos de su expareja, el 17 de junio en Camagüey.
En su post Gutiérrez hizo un llamado «a respetar su identidad, exigir justicia y reparación, visibilizar una vez más la situación social de las personas trans, sobre todo feminidades, y comenzar a pensarnos, darle seguimiento e incluir con una perspectiva trans estadísticas tanto de crímenes por motivos de odio, género, sexualidad como los transfeminicidios a manos de parejas, exparejas, amantes o pretendientes».
En junio de 2023, la paraestatal Federación de Mujeres Cubanas (FMC) hizo público el Observatorio de Cuba sobre Igualdad de Género (OCIG) que prometió ofrecer cifras oficiales de las víctimas de asesinatos por motivos de género en Cuba. Sin embargo, las cifras ofrecidas solo revelaban los casos con sentencias firmes, lo cual excluye otros sin proceso judicial acabado o que no se ha detenido al agresor o este se suicidó. El observatorio no registra los transfeminicidios, un paso esencial para que se visibilice y tipifique esta forma específica de feminicidio.
El OCIG registra que en 2022 hubo 18 víctimas de homicidio intencional por razones de género. No obstante, los subregistros de ese año del Observatorio de Género de Alas Tensas (OGAT) y la plataforma Yo Sí Te Creo en Cuba (YSTCC) contabilizaron 36 feminicidios en el país.
En lo que va de 2023, los observatorios independientes han verificado 78 feminicidios, cifra que duplica los subregistros de 2022 y arroja la alarmante frecuencia de un feminicidio cada 4 días. En 2023, hasta noviembre, se han registrado un transfeminicidio, 3 intentos de transfeminicidios, un caso en investigación y 2 que no pudieron verificarse según YoSíTeCreo en Cuba.
Los actos de violencia extrema señalan la vulnerabilidad y el peligro que enfrentan las personas trans en Cuba, donde la violencia y los crímenes de odio continúan sin tener el tratamiento adecuado.
Revictimización y exclusión: oficial no reconoció la violencia de género sufrida por personas trans
El 20 de junio, Cárdenas, Matanzas, fue escenario de otro incidente alarmante que se dio a conocer nuevamente por la denuncia en redes sociales de Kiriam Gutiérrez.
Seis mujeres trans fueron atacadas por cinco hombres que les provocaron lesiones a tres de ellas. Ante la magnitud del hecho acudieron a realizar la denuncia, la cual no fue aceptada por el oficial de guardia. El oficial argumentó su negativa alegando que las lesiones no eran graves, y que el hecho no clasificaba como violencia por motivos de género ni de odio.
En el artículo 155.3 de la Ley de Procedimiento Penal de Cuba se establece que: «Si se trata de un hecho que evidencia violencia de género o familiar, la Policía adopta de inmediato las medidas requeridas para proteger a la víctima y toma su declaración en condiciones que garanticen su seguridad e intimidad, para evitar su revictimización».
Sin embargo, este caso pone en evidencia el incumplimiento y mal tratamiento policial y desde la justicia que se les da a los actos de violencia de género en Cuba.
Vulnerabilidad: el transfeminicidio y la discriminación en la diáspora
Una vez más Kiriam Gutiérrez fue vocera de la violencia ejercida hacia personas trans, cuando el 10 de julio lamentó el transfeminicidio en Atenas, Grecia, de la cubana refugiada en ese país Anna Ivankova.
Anna había denunciado previamente actos de acoso y discriminación por parte de la comunidad gay cubana en dicho país.
Su muerte dejó al descubierto los peligros y el perjuicio sistemático que sufren las transidentidades en todo el mundo. La falta de protección y reconocimiento ha generado un clima de vulnerabilidad para la comunidad LGBTIQA+, especialmente para quienes buscan escapar de la represión y discriminación en sus países de origen.
En Atenas, numerosas personas se unieron para condenar este acto de violencia y honrar la memoria de Anna mediante manifestaciones y vigilias que Gutiérrez también compartió en su perfil de Facebook.
Discriminación: el uso del uniforme escolar y el respeto a la identidad de género
El Grupo Transmasculinos de Cuba alertó el 5 de septiembre sobre la necesidad de reconocer el derecho de las personas trans de utilizar el uniforme escolar conforme a su identidad de género.
La denuncia se realizó a través del testimonio de un chico trans llamado Marions Vargas, el cual narra la violencia psicológica y simbólica que enfrentan las vidas trans en el sistema escolar cubano. El caso fue presentado ante el Servicio de Orientación Jurídica del Cenesex.
Afortunadamente, el joven tuvo una respuesta satisfactoria y la dirección de la escuela le permitió utilizar el uniforme acorde a su identidad de género. No obstante, el grupo insistió en la necesidad de modificar los reglamentos del uso del uniforme escolar.
El hecho, además, pone de manifiesto la necesidad de establecer políticas inclusivas en las escuelas y garantizar que todos los estudiantes sean tratados con dignidad y respeto, independientemente de su identidad de género.
El Ministerio de Educación de Cuba (Mined) emitió en 2021 la Resolución 16, que aprueba el Programa de Educación Integral en Sexualidad con Enfoque de Género y Derechos Sexuales y Reproductivos en el sistema estatal de enseñanza. No obstante, el 14 de septiembre de ese mismo año la jefa del Departamento de Salud Escolar ministerial, Mary Carmen Rojas Torres, informó que el programa fue pospuesto por la tensa situación económica y desde entonces fue aplazada su implementación sin más esclarecimiento.
Aunque dicho programa no regula de forma específica la atención a las infancias trans, sí puede ayudar a que niñas y niños que están en un proceso de conformación de la identidad de género se sientan comprendidos y acompañados.
Violencia y agresión física: un llamado de emergencia
El pasado 4 de noviembre, Roxana Suárez, una joven trans, fue víctima de una brutal agresión en Cárdenas. En redes sociales, el activista por los derechos LGBTIQA+ y coordinador general en AfroAtenas Callejón de las Tradiciones Yoelkis Torres Tápanes denunció el hecho.
Torres Tápanes hizo hincapié en que suman más de 5 los hechos de este tipo en Cárdenas sin respuesta por parte de las autoridades. Además, el activista consideró que esto supone una alerta para la comunidad LGBTIQA+ e hizo un llamado a las autoridades matanceras y al Cenesex para dar solución a esos casos.
Torres Tápanes informó en su cuenta de Facebook que Roxana «está fuera de peligro y en recuperación, a pesar de las amplias y contundentes lesiones». El activista exigió al Gobierno Provincial del Poder Popular en Matanzas: «tomen ustedes sus medidas al respecto, este es también su problema, la violencia, la falta o mala atención en el proceso de denuncia forma parte de toda la discriminación que hoy esconden sus funcionarios en los puestos que le corresponden y ejemplos hay de sobra, por lo que esto no es noticia».
También una joven trans, conocida como «La Menor», fue víctima de un ataque la noche del 12 de noviembre en Matanzas, hecho que también denunció Torres Tápanes. El incidente tuvo lugar cerca del puente de Tirry y las Ruinas, un lugar reconocido como punto de reunión para la comunidad LGBTIQA+.
«La Menor» fue auxiliada por personas que se encontraban en el lugar y fue llevada al centro de salud más cercano antes de ser trasladada al hospital. Fue ingresada en el Hospital Provincial Pediátrico «Eliseo Noel Camaño» de Matanzas con heridas graves, lo que resultó en su ingreso a la Unidad de Cuidados Intermedios. Los detalles precisos del ataque aún no se han esclarecido.
Disímiles actores de la sociedad civil cubana exigen al Gobierno cubano que respondan al Tercer Llamado por el Estado de Emergencia por Violencia de Género en Cuba, el cual demanda establecer medidas específicas para prevenir y erradicar conductas que promuevan la violencia de género, junto a protocolos de protección para sobrevivientes. Además, aboga por la implementación de una ley integral contra todas las formas de violencia de género y de una ley de identidad de género en Cuba. También exige el reconocimiento legal del activismo feminista y LGBTIQA+ y que cese de una vez su actual criminalización.
Deshumanización: el caso de Malú
El pasado 15 de noviembre, un corto audiovisual sobre Malú, una mujer trans de Sancti Spíritus en situación de vulnerabilidad, fue publicado en las redes sociales de Periodismo de Barrio. La historia de Malú conmovió a muchas personas hace un tiempo, y se inició la campaña «Una casita para Malú», con el objetivo de recaudar fondos para ayudarla a comprar una casa.
Sin embargo, un usuario de Instagram llamado Eliesnel Valdivia, que había contribuido a la recaudación de fondos, hizo un comentario despectivo y deshumanizantes sobre Malú en la página de esta red social de Periodismo de Barrio. Eliesnel utilizó el nombre muerto de Malú, una práctica conocida como deadnaming, que es profundamente irrespetuosa y perjudicial para las personas trans. El comentario fue eliminado posteriormente.
Además, Valdivia realizó una transmisión en vivo en Facebook donde continuó utilizando el nombre muerto de Malú y compartió testimonios de otras personas que también la malgenerizaron y deshumanizaron.
El uso del nombre muerto y la malgenerización son formas de violencia simbólica que discriminan y marginan a las personas trans. Es crucial que se respete la identidad de género de cada quien y se utilice el nombre y los pronombres que elijan.
La historia de Malú es un recordatorio de los desafíos que enfrentan las personas trans en nuestra sociedad: dificultad para el acceso a empleos y a vivienda, déficit en los servicios médicos, carencia de políticas públicas y limitación a derechos básicos, etcétera. A pesar de los comentarios negativos, la comunidad continúa apoyando a Malú.
Biologicismo: Instituciones que promueven la regresión al determinismo biológico
El 12 de septiembre, el Museo Casa de la Obrapía de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana de conjunto con el emprendimiento Beyonds Roots, a través de su cuenta de Facebook, convocó a sus seguidores a un taller titulado «Desde el útero hacia el cabello».
La actividad en cuestión se desarrolló en el marco del proyecto de cooperación internacional «Promoviendo la inclusión sociocultural de las mujeres del Centro Histórico de La Habana a través de la gestión del patrimonio cultural y la atención psicosocial con perspectiva de género».
El taller promovía el «autodescubrimiento y la aceptación», al evocar al útero como el «espacio donde nos formamos como seres humanos y donde empieza la existencia». A la vez, promovía «un recorrido conectado con nuestras esencias desde el vientre materno a la adultez. En definitiva, será un viaje de descubrimiento y de entendimiento de lo que somos». Además, afirmaron «que “mujer y raza” también será una temática referida en el encuentro».
En la publicación, la narradora, periodista y activista feminista y por los derechos trans, Mel Herrera, comentó: «Un poco cissexista esto, pero bueno, la biología y el feminismo hegemónico ha hecho grandes cosas por las mujeres negras y afro parece». También la usuaria Dayana Matienzo preguntó: «¿Qué hacemos con las mujeres que no tienen útero? ¿Ya no son mujeres?». El comentario de Herrera fue eliminado de la publicación sin más respuesta.
Es importante destacar que el reforzamiento del sexo biológico como determinante para definir el género borra y margina a las identidades trans.
El 30 de octubre, la institución estatal Habana Espacios Creativos, igualmente perteneciente a la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, invitó a través de sus redes sociales a un taller-conversatorio sobre las nuevas masculinidades. El cartel promocional hacía alusión al «hombre original» y a otras temáticas que recurren en el biologicismo y el cissexismo como forma de discriminación. Se basan en el determinismo de que el sexo biológico, la anatomía y las características del cuerpo son los únicos factores determinantes en la identidad de género, al negar la existencia y la relevancia de las identidades de género fuera de la norma binaria y cis.
Ante varios comentarios cuestionando el enfoque de los contenidos del taller, la publicación fue retirada y la actividad, cancelada.
¿Son estas publicaciones transfóbicas?: la respuesta es no. Es importante señalar que el cissexismo y la transfobia están ciertamente relacionados, pero son cosas ligeramente distintas.
La transfobia suele manifestarse como prejuicios externos, asco u odio hacia las personas trans. El cissexismo, por otra parte, consiste en negar cualquier expresión de género que no encaje en el binario hombre-mujer. Pensar que las personas trans están «confundidas», clasificar a las personas en casillas binarias de género, negarse a utilizar pronombres no binarios y otras expresiones similares son ejemplos de actitudes cissexistas. Es una forma más sutil y quizá más extendida de discriminación contra las personas trans y no binarias.
Los hechos de transfobia recopilados durante 2023 en Cuba ilustran la persistente discriminación y violencia que la comunidad trans enfrenta en el país. Es fundamental que se implementen políticas públicas inclusivas y se eduque a la sociedad en el respeto y la aceptación de todas las identidades de género. Abordar las causas fundamentales de la transfobia, incluidos el sexismo, la homofobia y la desigualdad de género es esencial para crear una sociedad más justa. El Gobierno y las organizaciones de la sociedad civil tienen un papel imprescindible en el abordaje de este problema y en la implementación de acciones que apoyen los derechos de las personas trans en Cuba.
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Albert
Rafael Grillo
Lugo