2020 fue un año de cambios esenciales en Cuba en cuanto a informatización, muchos de ellos impulsados como respuesta a la llegada de la COVID-19. Desde la ampliación de la 4G, hasta la expansión del comercio electrónico, el impacto de las tecnologías de la información y la comunicación en el país, comparado con años anteriores, se hizo sentir con fuerza, fundamentalmente con los dispositivos móviles.

Sin embargo, no aumentaron de manera considerable los servicios ofrecidos en la web, más allá de la evolución de los tres proyectos desarrollados por la Universidad de Ciencias Informáticas (UCI) —el WhatsApp cubano, toDus; el Youtube nacional Picta y la tienda de aplicaciones Apklis—, el sistema de medios estatales, las tiendas virtuales y la pasarela de pago EnZona. En abril, Lidia Hidalgo, vicepresidenta de Operaciones de Red de Etecsa, decía que apenas se usaba el bono de 300 megas para la navegación nacional que se ofrece con la compra de los paquetes de datos.

A esto se suma la subutilización de los sitios web de los Gobiernos locales, la demora en la incorporación de trámites en línea y la falta de integración entre entidades cubanas y programadores independientes, integrantes del sector privado con casi cuatro años sin recibir nuevas licencias para ejercer y que según las recientes declaraciones de las autoridades podrán obtener licencia nuevamente. También está el bloqueo de sitios y redes sociales que, de manera centralizada, ejecuta el único proveedor de Internet autorizado en Cuba: Etecsa.

Infraestructura y acceso a Internet en Cuba

El pasado año marcó el despegue real de la 4G en Cuba: 127 capitales provinciales de los 169 municipios dispusieron de la nueva tecnología. A finales de diciembre, más de un millón y medio de líneas móviles estaban habilitadas para usarse a través de las 800 radiobases instaladas a lo largo del país. No obstante, su alta frecuencia provoca que la cobertura dentro de los inmuebles más alejados de las radiobases tienda a disminuir y hasta desaparecer.

A mediados de año, varias de esas radiobases tuvieron que ser ampliadas en capacidad para mejorar la calidad del servicio, entonces saturado. En dicha ampliación, un error de configuración dejó fuera a varios modelos de teléfonos. Fue corregido meses después.

Nuevos precios de Internet en Cuba: solo para algunos usuarios

La instalación apresurada de la tecnología 4G por parte de Etecsa no es fortuita. En julio, el ministro de Comunicaciones, Jorge Luis Perdomo, expresó la decisión de usar la infraestructura móvil para brindar acceso a Internet por banda ancha a los hogares cubanos; una promesa pendiente de la informatización desarrollada por el Gobierno. Según la directora de Marketing de Etecsa, más de 183 mil viviendas accedían a la red de redes mediante Nauta Hogar —el internet por ADSL para las casas— al terminar el año. En 2020 se instalaron alrededor de 51 mil nuevos servicios. A ese ritmo, tomaría cerca de 55 años conectar los más de 3 millones de hogares en Cuba.

Con la ampliación de la red 4G, Etecsa se enfocó en desplazar lo más posible el tráfico de datos de los usuarios hacia esa infraestructura. Por ello, en junio modificó las ofertas de datos. Volvió más económicos los paquetes con megas disponibles para navegar en la red de cuarta generación; aunque a precios aún caros para el ciudadano promedio. En ese momento, se prometió que antes de finalizar el año llegarían los paquetes combinados, con SMS, minutos de llamadas y datos. No se cumplió.

Nuevos precios de Internet en Cuba: solo para algunos usuarios

Los agujeros negros en la conexión por datos móviles

En varios momentos del año los usuarios cubanos de Internet protagonizaron protestas en las redes digitales para exigir mejoras en el servicio de Etecsa y rebaja de precios. Por ejemplo, entre mayo y junio regresó la iniciativa ciudadana en Twitter alrededor de la etiqueta #BajenLosPreciosDeInternet.

De manera simultánea al movimiento #BajenLosPreciosDeInternet, Etecsa desplegó una campaña sobre los avances de la informatización en Cuba. Si bien en algunos casos, desde sus canales oficiales o las cuentas de funcionarios, la compañía se refirió al tema de los precios del servicio, sus comunicaciones estuvieron más centradas en destacar el aumento del acceso en el último año.

El 14 de octubre, y tras horas de reportes de los usuarios sobre problemas con servicios alojados en Internet, la empresa cubana de telecomunicaciones anunció a través de las redes sociales que estaba recibiendo quejas de caída en el acceso a redes privadas virtuales (VPN) y aplicaciones de mensajería (Telegram). La cuenta oficial de Telegram en Twitter dijo que en ese momento la aplicación no estaba presentando dificultades técnicas y que el servicio operaba con normalidad en todo el mundo.

Los problemas para acceder a estos servicios de Internet duraron varios días, según pruebas realizadas por los propios usuarios. El servicio de atención al cliente no ofreció información al respecto y, hasta el momento, Etecsa no ha notificado el porqué de aquellas fallas en el acceso.

El 26 de noviembre, varios usuarios reportaron nuevamente problemas para acceder a las redes sociales. Las denuncias comenzaron a pocos minutos de que artistas independientes —algunos de ellos miembros del Movimiento San Isidro y declarados en huelga de hambre— fueran desalojados de una vivienda en el barrio habanero de San Isidro, donde llevaban días plantados con el objetivo de exigir la liberación del rapero Denis Solis.

Entre el 27 y el 30 de noviembre la plataforma NetBlocks registró cortes en el acceso a Internet desde Cuba, y también en el Día Internacional de los Derechos Humanos, 10 de diciembre. En esta última jornada, algunos activistas quedaron incomunicados cuando se disponían a participar en un conversatorio a través de Facebook sobre la pluralidad política en Cuba.

A lo largo de 2020, la lista de medios bloqueados por el único proveedor de Internet en el archipiélago, Etecsa, no tuvo variaciones significativas.

En octubre de 2020, Freedom House —una organización no gubernamental que monitorea la libertad política y los derechos humanos en varios países del mundo— declaró a Cuba como un país sin libertad en el acceso a Internet. En el informe, el país aparece con una puntuación de 22/100.

Foto: Ernesto Verdecia.

Comercio electrónico: de Tu Envío a Tu Extravío (y viceversa)

Con la llegada del nuevo coronavirus a Cuba, el Gobierno impulsó el comercio electrónico a nivel nacional. La corporación Cimex abrió varias tiendas en La Habana y una en cada provincia, incluida la Isla de la Juventud, y bajó el costo de entrega de las compras. No obstante, el sistema logístico no estuvo listo a tiempo, por lo que las tiendas quedaron desabastecidas, con muchísimas órdenes por entregar y con problemas en cuanto al acceso de los usuarios a la plataforma Tu Envío.

Para finales de año, la situación en cuanto a la entrega de las compras había mejorado, sobre todo por el trabajo de instituciones como Taxis Cuba —los taxistas, sin mucha demanda por la parálisis del turismo durante 8 meses, se volvieron transportistas— y la Universidad Tecnológica de La Habana.

La incorporación paulatina de la plataforma EnZona como forma de pago para diferentes tiendas a lo largo del país también permitió que usuarios con dispositivos de sistema operativo diferente a Android pudieran comprar. Sin embargo, la oferta siguió siendo escasa y los sitios web continuaron colapsando, a pesar de las restricciones introducidas en cuanto a la cantidad de compras, el escalonamiento de horarios de apertura de las diferentes tiendas y el fortalecimiento de la infraestructura del servicio.

Aun con los contratiempos de Tu Envío, Transfermóvil y EnZona, crecieron en 2020 en cuanto a usuarios y servicios que los utilizan como mecanismo de pago. Por un lado, Transfermóvil sobrepasó el millón de usuarios, mientras que EnZona fue establecida como forma de pago adicional en 5 356 establecimientos de todo el país.

No obstante, Transfermóvil continúa sin una versión oficial para dispositivos con sistema operativo distinto a Android, a pesar de utilizarse como forma de pago en establecimientos físicos. En cuanto a EnZona, aún no acoge los servicios asociados a Etecsa, como el pago de la factura telefónica y las recargas de móviles y cuentas nauta. Lo mismo sucede con el pago de otros servicios básicos, por ejemplo, agua, alcantarillado, gas e impuestos.

Gobierno electrónico: pocos trámites, mucho «copia y pega»

Uno de los sectores de la informatización cubana con menos avances en 2020 fue precisamente el Gobierno electrónico. Aunque cada provincia cuenta con un portal para el ciudadano y todos los ministerios están en la web, aún no se publica de manera periódica información cuya fuente principal sean esas mismas instituciones.

En el sitio web del Gobierno habanero no aparecieron noticias sobre el reforzamiento de las medidas de aislamiento en la barriada El Carmelo, la primera zona en la capital cubana con esa situación, cuando fue una decisión del Consejo de Defensa Provincial, liderado por el dirigente del Partido Comunista en la provincia y el gobernador. Las informaciones relacionadas con el tema aparecen en Tribuna de La Habana, órgano de prensa subordinado a la delegación provincial del Partido Comunista. El resto del contenido es copiado de la prensa oficial cubana.

Lo mismo ocurre con los portales de ministerios como el de Trabajo y Seguridad Social. Sin embargo, en el caso de la cartera de Economía y Planificación, el portal ofreció a los usuarios versiones taquigráficas propias de intervenciones del ministro en la televisión, así como los informes que este presentó al parlamento cubano.

El Ministerio de Salud Pública fortaleció su gestión infocomunicativa con la creación de un canal en Telegram —que la red social certificó y que fue perfeccionándose— con reporte diario de los casos detectados con COVID-19 por municipios. Además, desarrolló un formulario online —acompañado de una aplicación móvil— para detectar a personas sospechosas según la zona de salud de residencia. Asimismo, de conjunto con Etecsa habilitó un número telefónico y un correo electrónico para la atención ciudadana.

Quizá el avance más significativo fue la inauguración del Observatorio de Gobierno Digital a mediados de diciembre en la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana. Según la página en Facebook del centro de estudios, se trata de «una plataforma científica y colaborativa con el propósito de evaluar, socializar y acompañar el desarrollo del Gobierno digital en el país». El propio Observatorio contabiliza que, a 4 años de aprobada la política para el perfeccionamiento de la informatización cubana, de 47 portales web apenas 7 ofrecen trámites en línea.

Salto en los contenidos: entre el streaming y las aplicaciones de pago

La informatización cubana tuvo un hito: televisión y radio nacionales en internet. En los primeros meses del 2020 la plataforma Teveo —del Instituto Cubano de Radio y Televisión— comenzó a transmitir en directo ambas señales. En marzo, Picta —que también cuenta con una aplicación para dispositivos móviles Android— incluyó las señales televisivas en directo entre sus propuestas, de manera que todos los usuarios de Internet dentro del territorio nacional con una velocidad adecuada de conexión puedan recibir los canales Cubavisión, Tele Rebelde y Canal Caribe. Cubavisión Internacional se ofertaba desde hacía más de un año.

La inclusión de la televisión en streaming coincidió con el aumento de las propuestas de Picta a los usuarios. Según Cubadebate, desde marzo hasta diciembre de 2020 se habían alojado allí 4 930 videos, casi el 90 % de los 5 500 audiovisuales presentes en la plataforma desde su apertura en noviembre de 2018. Incluso, fue utilizada —junto con YouTube— para estrenar la serie independiente 10 latidos por segundo, de la productora Playxon.

Picta no fue el único proyecto de la UCI que introdujo cambios. Apklis, el repositorio cubano de aplicaciones, permitió colgar apks que requieren un pago electrónico para su descarga. Al momento de redactar este texto, la mayoría de los precios no pasaban de los 25 pesos cubanos y la única vía de pago era Transfermóvil. Solo una aplicación llegaba a los 100 pesos: una apk para consultar el saldo de las tarjetas emitidas por Fincimex.

¿Qué esperar de 2021? En principio, este sería el año del apagón analógico en Cuba, aunque el vicepresidente del Grupo de la Electrónica (Gelect) dijo en noviembre a la Agencia Cubana de Noticias que este ocurriría solamente en la zona occidental. Para respaldar esto, se prevé la venta de 320 mil cajas decodificadoras, varias en moneda libremente convertible (MLC). Hoy escasean en las tiendas en CUP y CUC.

El apagón analógico permitiría a Etecsa desplegar el acceso a Internet por banda ancha móvil a través de las frecuencias que hoy utiliza la televisión digital. Sin embargo, se requeriría la venta de módems inalámbricos a los clientes de la telefonía móvil de cuarta generación, así como adaptadores wifi para las computadoras de escritorio menos avanzadas. Actualmente, la industria electrónica cubana no comercializa esos equipos.

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