Basura en Cuba: lo que Johana Tablada calla

Johana Tablada, recién nombrada embajadora de Cuba en México.
Johana Tablada, recién nombrada embajadora de Cuba en México, minimizó en una reciente entrevista la crisis de la basura en la isla y ofreció una versión distorsionada del problema. En lugar de reconocer la acumulación de desechos en calles y comunidades —una de las quejas más recurrentes entre los ciudadanos—, la funcionaria sostuvo un discurso que invisibiliza la magnitud del deterioro ambiental y sanitario, y que se enmarca en la estrategia oficial de desinformación.
Según la diplomática —quien hasta agosto de 2025 era la subdirectora general para Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores (Minrex)—, la imagen internacional de Cuba se intenta «dañar» resaltando la suciedad urbana y no la «diversidad turística». «La demonización de todo lo que tenga que ver con la imagen Cuba no coincide para nada con nuestro país. Por eso uno ve la insistencia en endemonizar todo. Es verdad que hay basura en las calles, pero no somos el país que más basura tiene en el mundo» [sic], declaró el 13 de agosto de 2025 en el videopódcast oficialista Almaplustv.
Tablada aseguró que el problema de la basura «no es exclusiv[o] de Cuba». Sin embargo, los datos oficiales y la evidencia en las calles muestran otra realidad.
La afirmación es ENGAÑOSA. Lógicamente, la gestión de los desechos sólidos es un reto que enfrentan los Gobiernos, pero en el caso cubano se ha convertido en un problema grave y sostenido. No hace falta recurrir a comparaciones internacionales para constatarlo: la acumulación de basura en ciudades y comunidades tiene un impacto directo en la crisis sanitaria del país, afecta la convivencia cotidiana, facilita la propagación de enfermedades y deteriora las condiciones de salubridad en los espacios públicos.
«No es un asunto “estético” ni de imagen internacional, sino de Salud Pública. El problema de la no recogida de desechos sólidos, la falta de agua potable, los prolongados cortes de electricidad y la escasez generalizada, impactan directamente en el bienestar de la población», señaló a elTOQUE la epidemióloga cubana residente en Argentina, Laura Sánchez Domínguez.
Tablada minimiza la crisis de la basura en Cuba, pero datos oficiales y expertos la desmienten
La recogida de desechos sólidos es un tema crítico en Cuba. Medios independientes de la isla han documentado extensamente el problema, han señalado la ineficacia gubernamental para gestionar los residuos sólidos y el impacto negativo de estos en la salud de la población.
A escala nacional, alrededor de 24.9 millones de metros cúbicos de desechos sólidos fueron recogidos en 2023, el 92 % de 2022, según los datos más recientes de la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI).
El informe «La Habana capital de desechos» —del Observatorio Cubano de Auditoría Ciudadana (OCAC)— señala que en la capital las autoridades solo recogen el 68 % de los desechos. Es decir, alrededor de 7 600 metros cúbicos permanecen en las calles, colindando con las viviendas, escuelas, edificios públicos y calles.
«La recogida de basura es una de las dimensiones de la inseguridad sanitaria que atraviesa el país, aunque su foco crítico está en la capital, en La Habana. La basura que no es recogida genera la presencia de roedores, mosquitos y otros insectos, portadores de enfermedades como el dengue y la leptospirosis, las cuales resultan muy peligrosas para la salud. Por otro lado, solo se recupera para reciclable el 40 %», reportó el OCAC tras realizar un estudio de campo en los 15 municipios habaneros para verificar la crisis en la recogida de desechos en la provincia.
En La Habana, por ejemplo, autoridades locales han admitido que no cuentan con camiones suficientes para garantizar la recogida sistemática de los desechos. La situación es similar a lo largo del país: se han registrado crisis recurrentes por la falta de combustible y recursos para el saneamiento. Estas limitaciones, sumadas a la ineficiencia en la gestión estatal, provocan que montones de basura permanezcan durante semanas en calles y barrios, lo que incrementa el riesgo de brotes de dengue, leptospirosis y otras enfermedades asociadas a la insalubridad.
Belkis Aracelis Barrera, epidemióloga del Hospital Nacional de Rehabilitación Julito Díaz, en declaraciones al diario oficialista Granma advirtió sobre la relación entre la acumulación de basura y el incremento de enfermedades durante el verano. Según explicó, la proliferación de moscas favorece cuadros de vómitos y diarreas; la presencia de roedores está asociada a la leptospirosis; y la expansión del mosquito transmisor ha provocado la circulación de arbovirosis como el dengue, el zika, el chikungunya y el virus Oropouche, extendido en más de diez provincias del país.
«Esto aquí es insoportable», cuenta María Elena Pérez, vecina de Centro Habana. «En cada esquina hay montañas de basura que pasan días sin recogerse. Los mosquitos no nos dejan dormir y los ratones corren por los edificios como si fueran los dueños. Mis hijos se enferman a cada rato con diarreas y fiebre, y uno vive con el miedo de que sea dengue. Ya no es solo la peste: es la salud de todos lo que está en juego».
Adriana Fonte Preciado —graduada de Medicina y maestrante en Salud Internacional por la Universidad Autónoma de Madrid— analizó en un artículo publicado en Periodismo de Barrio en abril de 2024 cuánto puede hacer con su basura un país sumergido en la peor crisis de los últimos años.
«Es el Estado quien debe responder a un problema que, más que estético, es sanitario, medioambiental. Al cabo de años de indolencia y crisis, la salud (en su sentido más amplio) requiere soluciones gubernamentales que atiendan lo urgente; de lo contrario, solo se multiplicará de forma significativa el gasto en tratamientos y terapias. El costo humano, el padecimiento nacional, pocas veces puede ser desglosado en una hoja de presupuesto. Las prioridades siguen siendo otras», concluyó Fonte Preciado, defensora de los derechos sanitarios y públicos.
La ineficiencia en la recogida de desechos no responde solo a limitaciones técnicas o coyunturales, sino a la falta de inversión sostenida y a la baja prioridad que el Estado concede al saneamiento dentro de su agenda pública, coinciden varios expertos.
Mientras Johana Tablada insiste en que la basura en Cuba no es un problema mayor, la evidencia oficial, médica y ciudadana revela lo contrario: se trata de una crisis sanitaria profunda y persistente que el Estado no ha logrado resolver.
Fuentes consultadas:
Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI). «Anuario Estadístico de Cuba 2023».
Observatorio Cubano de Auditoría Ciudadana (OCAC). «La Habana, capital de desechos», 2024.
Periodismo de Barrio. Adriana Fonte Preciado.
Almaplustv. Videopódcast oficialista con declaraciones de Johana Tablada, 13 de agosto de 2025.
Associated Press (AP). Reportajes sobre acumulación de desechos en La Habana, agosto de 2024.
Reportes de elTOQUE, de otros medios independientes y de la prensa estatal cubana.
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