Foto: elTOQUE.
Millones insuficientes: el dinero ruso no alcanza para encender Cuba
19 / noviembre / 2024
La crisis energética en Cuba se agrava y el poder busca soluciones con sus aliados más cercanos. Alexander Kurenkov, ministro de Situaciones de Emergencia de Rusia, viajó a la isla el 13 de noviembre de 2024 y se reunió con varios representantes de la Defensa Civil. Kurenkov dijo que el Gobierno ruso iba a entregar a su homólogo cuatro «potentes generadores» eléctricos de 120 kW.
Sin embargo, en realidad se trata de muy poca energía. Si la promesa es cierta, entre los cuatro generadores no alcanzaría para generar 1 MW. Actualmente, se necesitan más de 3 000 MW para cubrir la demanda del país. Se desconoce si el político equivocó la potencia o si realmente serán 120 kW.
La visita de Alexander Kurenkov fue la segunda de un alto oficial ruso en solo una semana. El 8 de noviembre de 2024 aterrizó en La Habana Dmitri Chernyshenko, viceprimer ministro de Vladímir Putin. Chernyshenko llegó para hablar de negocios, se reunió con su homólogo Ricardo Cabrisas, con el presidente designado Díaz-Canel y dijo que su país entregaría 60 millones de dólares para adquirir 80 000 toneladas de combustible y que daría otros 2 millones para reparar el Sistema Electroenergético Nacional (SEN).
La prensa estatal aseguró, específicamente, que los 2 millones eran un «donativo». En las declaraciones que Chernyshenko dio a la agencia rusa Tass no quedó tan claro. «Estamos asignando ayuda para la entrega de los equipos que más se necesitan, los cuales estamos preparando para traer a través del Ministerio de Situaciones de Emergencia. Me refiero a kits de reparación para el sistema energético», dijo el funcionario.
Solo un par de días atrás, el 6 de noviembre, el huracán Rafael ―categoría 3 en la escala Saffir-Simpson― devastó parte del Occidente del país. Según fuentes gubernamentales, el ciclón provocó la desconexión completa del SEN. Fue el segundo colapso del sistema en apenas tres semanas. Seis días después del paso de Rafael, solo el 1 % de los clientes de Artemisa contaba con servicio eléctrico.
El político ruso no aclaró cuándo se realizará la entrega de combustible. Las autoridades de la isla tampoco explicaron en qué piezas o equipos se invertirá el dinero. El economista Pedro Monreal cuestionó en redes sociales la transparencia de la transacción. «Habría que explicar mejor el negocio. El precio actual del petróleo URAL (mezcla de referencia del petróleo ruso) no llega a 70 USD/barril. Quizá no sea [solo] importación de crudo, pero si fuese principalmente crudo, entonces habría sobreprecio», comentó el experto.
Parte del debate público sobre el tema estuvo centrado en la casi nula rendición de cuentas del régimen cubano al respecto. Cuando colapsó el SEN en octubre de 2024, salieron a la luz viejas noticias de un crédito ruso ―que nunca se utilizó― para construir nuevas unidades de generación eléctrica. Aquel crédito era de 1 200 millones de dólares, el «donativo» actual es de solo 2 millones.
¿Para qué alcanzan 2 millones de dólares?
El precio de reparar un sistema obsoleto
El Gobierno cubano estimó en 2022 que se necesitarían 255 millones de dólares para reparar cuatro unidades de generación ―no la totalidad del SEN― que se dañaron por averías. Los funcionarios del Ministerio de Energía y Minas (Minem) admitieron en ese entonces que no tenían el presupuesto necesario, pero que en algún momento las unidades se arreglarían.
En 2022, el país contaba en total con 20 unidades de generación, lo que quiere decir que la quinta parte estaba fuera de servicio. Las causas de las roturas iban desde la falta de mantenimiento, hasta los fallos en tuberías y un incendio en una caldera (que generalmente es la parte más costosa de reparar).
Los investigadores cubanos Ricardo Torres y Jorge Piñón creen que se necesitarían entre 8 000 y 10 000 millones de dólares, y una década, para recapitalizar el sector electroenergético. Torres y Piñón tomaron como referencia precios de 2022 de la Agencia de Energía de Estados Unidos para proyectos realizados en suelo estadounidense. El precio de los equipamientos no variaría mucho de un país a otro, pues depende del mercado internacional. Ante las cifras calculadas por los expertos, el dinero otorgado por Rusia parecería calderilla.
elTOQUE preguntó a Ricardo Torres ―quien es profesor del Centro de Estudios de la Economía Cubana― en qué se podía emplear el dinero ruso. «Es muy poco para las necesidades de un sistema eléctrico en general», respondió el académico. «El SEN cubano es muy viejo, con plantas que habría que sustituir en su totalidad. La reparación capital de una termoeléctrica puede oscilar entre 30 y 70 millones de dólares, en dependencia de lo que haya que arreglar», agregó.
Una posible solución a la crisis es que el Gobierno cubano avance en la transición a las energías renovables. Desde 2014, el país tiene un programa para realizar el cambio hacia energías limpias. El objetivo del Gobierno es que, en 2030, el 37 % de la energía producida en Cuba provenga de fuentes renovables, algo que actualmente parece imposible.
Aun así, la prensa estatal afirmó que la meta final es que el 100 % de la energía sea producida por fuentes renovables. Rosell Guerra Campaña, director de Energías Renovables del Minem, calculó en 2022 que para lograrlo se necesitarían «10 000 MW en solar fotovoltaica, unos 1 800 MW en energía eólica y aprovechar la biomasa cañera y forestal para la instalación de 612 MW».
Las plantas e instalaciones de energía limpia que hay en Cuba no producen mucha energía. La de biomasa en Ciego de Ávila suele averiarse con regularidad y los molinos proveedores de energía eólica ofrecen una reserva mínima. Quedaría la fotovoltaica, un recurso que el país tiene en abundancia. Las autoridades han prometido producir 2 000 MW de energía solar, una apuesta muy osada por los altos costos que supondría.
Al respecto, Piñón consideró que con una industria azucarera en ruinas, el abandono de los parques eólicos y la alta inversión necesaria para producir energía solar, el plan gubernamental de autoabastecerse con energías renovables es inviable.
Un salvavidas temporal
En medio de la crisis, el régimen cubano acudió a sus aliados habituales en busca de ayuda. El 31 de octubre de 2024 se conoció que la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum envió 31 millones de dólares en barriles de petróleo. Sheinbaum acotó que eran 400 000 barriles, aunque es posible que haya enviado más. El cargamento estaba planificado para llegar el 4 de noviembre, pero no hay información pública que lo confirme. Los envíos realizados por el Gobierno de México se ejercen a través de la empresa Gasolinas Bienestar S. A., una filial de la empresa estatal Pemex.
Piñón, quien es académico del Instituto de Energía de la Universidad de Texas, recordó que solo en 2023 el valor del petróleo que México envió a Cuba ascendió a 300 millones de dólares. En el primer semestre de 2024, el Gobierno azteca envió un promedio de 15 000 a 20 000 barriles diarios de crudo, lo que representó un valor de 100 millones de dólares.
No está claro cómo el Gobierno cubano paga por el combustible. Si es un crédito, dinero en efectivo o a través de la diplomacia médica. (Actualmente, hay más de 3 000 doctores cubanos contratados en México).
El diario mexicano El Financiero confirmó con la secretaría de Relaciones Exteriores que las autoridades cubanas preguntaron también dónde conseguir piezas de repuesto para equipos electrógenos.
El apoyo logístico de Sheimbaum es un alivio para La Habana. En medio de esta crisis sin precedentes, su otro gran socio en la región, Maduro, disminuyó los envíos de crudo a la isla.
Hace un tiempo, los despachos de petróleo venezolano eran lo suficientemente abundantes para alimentar las termoeléctricas del país. Ya no es así. De acuerdo con El Nuevo Herald, en octubre de 2024 se enviaron cerca de 300 000 barriles, lo que hace un promedio de 10 000 al día. Cuando Fidel Castro y Hugo Chávez firmaron un acuerdo de suministro en el 2000, los venezolanos se comprometieron a enviar 53 000 al día, cifra que después aumentó.
La crisis interna que vive el país sudamericano, sumada a la poca producción de sus refinerías, hace que el salvavidas chavista no sea igual que antes. Para Maduro, resulta más conveniente hacer envíos a países con más recursos.
La Federación rusa también dio su apoyo. Tres tanqueros con combustible ruso ―el PVT Clara, el Elantra Redwood y el Eco Merlin― descargaron a mediados de noviembre en puertos cubanos.
Además de las ayudas de Gobiernos amigos, organizaciones estadounidenses cercanas ideológicamente al poder en Cuba mandaron su aporte. Según Díaz-Canel, el grupo People’s Forum donó 100 generadores eléctricos en diez días. El Ministerio de Finanzas y Precios dijo en la red social X que el sábado 9 de noviembre llegaron 54 de los 100 equipos.
En las fotos compartidas por el gobernante cubano se observa que los equipos son marca Firman. Una búsqueda inversa, a través de Google, encontró que ese tipo de generadores pueden costar entre 700 y 1 400 USD, en dependencia del sitio donde se compren. Díaz-Canel aseguró que serían proporcionados a «hospitales, policlínicos y a otras instituciones públicas». La empresa vendedora, por su parte, anunció en su página web que los dispositivos están diseñados para uso doméstico.
Las ayudas en forma de generadores o barriles de petróleo parecen ser apenas un respiro temporal para el Gobierno cubano. A pesar de los envíos, los apagones no han disminuido. «Cuba lo que necesita es tiempo y dinero», explicó Torres. «Y no tiene ninguno de los dos».
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