Delitos de cubanos en Rusia: drogas, documentos falsos e irregularidad migratoria

Foto de referencia. Valery Tenevoy / Unsplash.
Entre octubre y noviembre de 2025 han salido a la luz varios videos que muestran detenciones de ciudadanos cubanos en diferentes regiones de Rusia por presuntos delitos vinculados al tráfico de drogas y la falsificación de documentos. Las imágenes difundidas muestran a jóvenes esposados, paquetes decomisados y pasaportes revisados ante las cámaras policiales.
En un video de la Dirección General de Rossgvardia (Guardia Nacional) en Moscú, se puede ver a dos cubanos (un hombre y una mujer) que fueron detenidos en la región moscovita Sokolniki con 20 bolsitas de «metilefedrona» (mefedrona).
El abogado cubano radicado en Moscú, Pedro Luis García, quien asesora a connacionales en temas migratorios y penales, analizó este y otros casos en varios videos publicados en su canal de Youtube, Moscowexpress. En ellos, advierte que las detenciones no son casos aislados, sino que reflejan una tendencia creciente entre los migrantes cubanos.
Drogas, penas severas y desconocimiento legal
En su primer video, García comenta varios reportes de medios locales sobre la captura de cubanos acusados de participar en operaciones de tráfico o almacenamiento de drogas en zonas cercanas a Moscú y Volgogrado.
El artículo 228 del Código Penal de la Federación de Rusia establece la responsabilidad penal por la adquisición, tenencia, transporte, fabricación y procesamiento ilegales de estupefacientes, sustancias psicotrópicas o sus análogos, así como por actos similares en relación con plantas que contienen drogas. La pena depende de la cantidad de sustancia estupefaciente encontrada o el nivel de participación en el tráfico; puede ser una multa y trabajo obligatorio o privación de libertad, en algunos casos por más de una década. «Muchos no son conscientes de la gravedad del delito ni de las leyes locales —señala el abogado—. A veces, aceptan entregar o trasladar un paquete sin saber qué contiene o confían en personas que los engañan con supuestos trabajos».
Las autoridades rusas consideran una agravante en los casos anteriores la actuación en grupo organizado o a «gran escala»; lo que deja a los implicados en una situación legal compleja, especialmente cuando no tienen residencia legal ni recursos para pagar defensa.
La otra cara: falsificación de documentos
Desde septiembre de 2025 se han conocido, al menos, una decena de casos de cubanos apresados no solo por crímenes de drogas, sino por falsificaciones de documentos.
Testimonios y publicaciones rusas coinciden en que muchos de los acusados son jóvenes que llegaron al país atraídos por ofertas laborales engañosas: se les promete empleo, vivienda y regularización a cambio de dinero o favores. En algunos casos, los migrantes terminan siendo utilizados como mensajeros o intermediarios en redes ilícitas, sin comprender las consecuencias legales.
La imposibilidad de obtener residencia estable y el desconocimiento del idioma agravan su situación ante la justicia. «Cuando no hay dirección fija ni contactos locales, es casi imposible conseguir fianza o medidas alternativas a la prisión preventiva», explica García.
El Consulado de la isla alertó en sus canales de Telegram sobre la existencia de documentos cubanos alterados, y recordó que solo ellos están facultados para emitir o legalizar pasaportes y otra documentación.
Respecto a las visas de trabajo para Rusia, el abogado Pedro Luis recuerda que se trata de un trámite que solo se puede realizar en los Consulados rusos desde el país emisor.
Algo similar ocurre con otros documentos rusos, como las extensiones de la «carta migratoria» y la tarjeta que se entrega en el aeropuerto al entrar, que algunos supuestos «abogados» ofrecen con cuños falsos o de otras entidades no autorizadas.
En las redes sociales abundan ofertas de visas para terceros países, principalmente España y otros de la Unión Europea (UE), que resultan falsas. En momentos en que ni siquiera los rusos están obteniendo este tipo de visados con normalidad debido a las sanciones de la UE por la guerra de Ucrania, menos puede hacerlo una persona que no reside legalmente en el país (uno de los requisitos iniciales para estos trámites).
«En 2021 o 2022 hubo una gran oleada de falsificaciones de visas mexicanas. Eran muchos los cubanos que aparecían con visas mexicanas hechas y a la hora de salir por el aeropuerto, eran detenidos por las autoridades migratorias», refiere Pedro Luis; y advierte que portar cualquier documento falso en Rusia puede implicar prisión, altas multas, deportación y la prohibición de entrada durante años.
Consecuencias y estigmas
García recomienda a los cubanos que residen o planean viajar a Rusia verificar las ofertas de empleo con fuentes oficiales, no entregar documentos personales a terceros y consultar con las instituciones pertinentes o abogados acreditados antes de aceptar cualquier trámite.
También sugiere a las familias en Cuba desconfiar de quienes prometen «visas rápidas» o contratos con empresas rusas desconocidas. «La vía legal puede ser más lenta o difícil, pero es la única segura», insiste.
Las detenciones, además de su impacto individual, están generando preocupación dentro de la comunidad cubana en Rusia. Colectivos de inmigrantes temen que esos casos alimenten los ya existentes prejuicios en la sociedad rusa y aumenten el control policial sobre el resto.
«Cada video de un cubano detenido afecta a los demás —comenta un residente de Moscú contactado por elTOQUE—. Las empresas miran con más recelo a cualquiera, incluso a quienes estamos legales, y para trabajar o alquilar un apartamento te piden más papeles».
El contexto social detrás del delito
No es secreto que la crisis económica en Cuba y la escasez de oportunidades han empujado a muchos cubanos a buscar salidas rápidas en el exterior. Rusia, con su política de libre visado y su mercado laboral informal, se convirtió en una alternativa para quienes no logran emigrar a otros destinos.
Sin embargo, esa flexibilidad se traduce en vulnerabilidad. La falta de información, los vacíos legales y la proliferación de intermediarios, convierten a los migrantes en blancos fáciles para redes criminales o estafadores, mientras que el uso de aplicaciones cifradas y la ausencia de mecanismos de verificación hacen difícil rastrear a los responsables de los fraudes.
La reiteración de estos casos plantea un dilema mayor: cómo proteger a los migrantes cubanos en un país donde el idioma, las leyes y el insuficiente amparo consular limitan su defensa. Para Pedro Luis García, la solución pasa por educar y prevenir, no por criminalizar. «No se trata solo de juzgar a quienes caen —dice—, sino de entender por qué tantos están cayendo».
Mientras tanto, en Facebook, WhatsApp y Telegram siguen circulando supuestas ofertas de trabajo y papeles, y publicaciones de otras personas desesperadas dispuestas a viajar a cualquier precio. Con frecuencia, aparecen nuevas historias de muchos de esos cubanos que, en busca de una oportunidad, acaban enfrentándose a un sistema judicial implacable.












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