Fernández Era fue torturado por la Policía con el método de la «patrulla horno»

Fotos: Facebook.
El escritor, humorista y columnista de elTOQUE Jorge Fernández Era fue detenido nuevamente —y luego liberado— por las autoridades cubanas el 18 de agosto de 2025. Fernández Era iba de camino a la protesta cívica y pacífica que intenta realizar los 18 de cada mes y que consiste en sentarse en silencio en el Parque Central de La Habana.
El intelectual cuenta que fue interceptado por una patrulla en las calles Santa Emilia y Rabí, a tres cuadras de su vivienda. Fue rodeado y esposado por cuatro oficiales: dos policías y dos agentes de la Seguridad del Estado, entre los que se encontraba el llamado teniente coronel Yoán. Este último agente le propinó una golpiza a Fernández Era el 18 de julio de 2025. «Nunca tuvieron la honradez de aceptar que venían por mí. El procedimiento de “rutina” (solicitar el carné de identidad), y mi cuestionamiento de por qué requerían este, fueron la justificación para que se me introdujera a la fuerza en el automóvil», relató el escritor.
Esta vez no hubo golpiza. «Quedó claro que tenían la orden de no tocarme», concluyó Fernández Era. Sin embargo, de las seis horas y media que estuvo retenido (2:15 p. m. hasta las 8:40 p. m.), casi la mitad estuvo encerrado en la patrulla bajo el sol, un método de tortura que frecuentemente emplean las autoridades cubanas, conocido como «patrulla horno».
Este método de tortura ha sido ampliamente descrito por activistas y periodistas independientes. Consiste en retener, por una hora o más, en vehículos herméticamente cerrados bajo el sol a las personas detenidas. El clima húmedo y caliente de Cuba puede provocar a los torturados asfixia, vómitos, desmayos o irritaciones en la piel.
ONG como Prisoners Defenders o el Instituto Cubano por la Libertad de Expresión y Prensa (Iclep) documentaron 117 casos de tortura mediante patrulla horno entre 2013 y 2021.
En septiembre de 2019, el activista Alexis Lescailles logró grabar parte de la detención en la patrulla horno a la que fueron sometidos él y la también activista María Josefa Ancón.
Después de ser torturado, Fernández Era relató que las autoridades lo trasladaron al hospital Miguel Enríquez para hacerle un certificado de lesiones sin su consentimiento. Probablemente, el objetivo del certificado de marras sería probar que no fue violentado como la última vez que fue detenido. En el trasiego, un oficial llamado Evelio le confiscó su carné de identidad y no se lo devolvió. El escritor denunció que le preocupaba que utilizaran el carné sustraído para inculparlo de algún delito en el futuro. Fernández Era también reportó que le fue confiscada una grabadora que llevaba encima y que le fue imputado un delito de «resistencia», así como otra orden de «reclusión domiciliaria».
«¿Otra?» —preguntó— «¡Pero si cumplo desde abril de 2023 una que según ustedes, la Seguridad y la Fiscalía, no ha caducado!»
En un post de Facebook, que Fernández Era publicó cuando ya estaba en su casa, reveló que el encuentro con las autoridades le provocó una herida sangrante en una de sus muñecas, debido a lo apretado de las esposas. «Lesiones hubo, sí», aclaró el autor. Fernández Era adjuntó otras fotografías en la publicación que demuestran los resultados del forcejeo que mantuvo con los oficiales.
Desde elTOQUE condenamos esta nueva agresión contra nuestro columnista, cuya sátira incisiva desnuda semana tras semana la brutalidad del régimen cubano. Nuestro medio exige que se respete el derecho de manifestación pacífica de Fernández Era y pide el fin de la violencia policial contra el escritor de 62 años.
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