Amenazas de extradición y cárcel: el más reciente acto de hostigamiento contra elTOQUE
La escalada de agresiones contra el equipo de elTOQUE continúa. En un nuevo paso para tratar de callarnos, la página oficiosa de la Seguridad del Estado, Razones de Cuba, ha publicado el supuesto listado de «directivos» de nuestro medio que estarían siendo investigados por ese cuerpo. Estas personas, dicen: «(...) pueden ser extraditados si viajan a un tercer país, reclamados por los órganos de cumplimiento de la ley, o, en caso de un cambio de Gobierno en su país de residencia, enfrentar también la extradición. Si viajan a Cuba, pueden ir directo a prisión».
Las amenazas confirman la intención del régimen cubano de internacionalizar su represión, estrategia que han empleado en el pasado. Hace apenas unas semanas, en la noche del 5 de noviembre de 2025, alrededor de ocho individuos se apostaron con un megáfono y un cartel en las afueras del Centro Cultural España, en Ciudad de México, y realizaron un acto de repudio contra el editor jefe de elTOQUE, José Jasán Nieves.
Aunque el Derecho internacional prohíbe la colaboración cuando se trata de persecución política, el régimen cubano tiene Gobiernos aliados en el mundo que pudiesen ayudarlo en la detención y represión contra quienes La Habana considera enemigos.
En el listado de personas que han decidido exponer han incluido colegas que llevan meses e, incluso, años sin trabajar con nosotros. Glenda Boza Ibarra, Yerisleidys Menéndez García, Jessica Domínguez Delgado, Sadiel Mederos Bermúdez, Enrique Torres Zamora y Janet Aguilar González no forman parte del equipo desde hace tiempo. Por dar información equivocada, a varios los ubican erróneamente en países a los que nunca han ido o en centros educativos en los que no han estudiado.
No sabemos de dónde están obteniendo su información, pero es claro que la «mística» de la Seguridad cubana está corriendo igual suerte que los demás «logros de la Revolución». Sin embargo, no por errados que estén sus datos deja de ser peligroso y grotesco este acto. Están amenazando con acciones extraterritoriales y desterrando de facto a profesionales que solo han hecho su trabajo, varios de ellos sin vínculo con elTOQUE. Esa actuación merece todo nuestro repudio y lo denunciamos como lo que es: una evidencia de la degradación moral que define al régimen cubano.
A nuestros colegas que ya no nos acompañan, otra vez, nuestro agradecimiento infinito por el talento y la dedicación que pusieron en su trabajo y que nos permitió convertirnos en la gran espina que somos para la dictadura. En nombre de ustedes, apelaremos a todas las instancias posibles para protegerlos y defenderlos ante esta amenaza.
El miedo no paralizará a quienes seguimos a bordo. Llevamos más de un año alertando sobre la construcción de una causa espúrea que busca incluirnos en una «lista nacional de terroristas» sin ninguna credibilidad para autoridades internacionales como Interpol, pero suficiente para darle empleo a oficiales expertos en investigar durante meses información pública.
Podrán estar dosificando los pasos para seguir alimentando esta campaña de desvío de la atención en uno de los momentos más vulnerables que han tenido; pero ya los conocemos, demasiado bien. Y más que nosotros, los conocen demasiado bien el pueblo cubano, que no les cree las toneladas de palabras que han gastado ni el esfuerzo simultáneo que hace todo su aparato para evadir la responsabilidad que tienen en la tragedia que vive Cuba.
En estos momentos, el país enfrenta un colapso sanitario agravado por una epidemia sobre la que no existen reportes oficiales de muertes ni cuáles serán las medidas de contención. Mientras se agudiza la crisis energética y económica, el Estado cubano ha arreciado la criminalización del mercado informal de divisas al que necesita acceder la población que subsiste en una economía cada vez más dolarizada. A la par que aumenta el acoso y las campañas de descrédito contra el servicio de la Tasa Representativa del Mercado Informal que publica elTOQUE, los medios oficialistas alertan sobre acciones penales contra las «redes ilícitas que afectan la circulación de divisas».
Nos dejan claro desde la Plaza de la Revolución que no podremos regresar a Cuba, por ahora. Lo tenemos asumido. Regresaremos el día en que sea libre nuestra patria. Mientras tanto, seguiremos haciendo lo que tanto les molesta y que son nuestras herramientas para la construcción de la democracia deseada: periodismo riguroso, servicio público y contrapropaganda.
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