La Gaceta Oficial 26 publicó la modificación del precio máximo de acopio en pesos cubanos de la leche fresca de vaca y de búfala de primera calidad.
La disposición fija el precio máximo de acopio para el litro de leche, en el campo o en el almacén del productor, en 38 CUP. El precio anterior, establecido en noviembre de 2021, era de 20 CUP. La tarifa comenzó a aplicarse el primero de marzo de 2024, aunque el acuerdo se publicó en la Gaceta casi un mes después (el 27 de marzo).
Aunque la norma publicada en la Gaceta no lo explica, el Estado exige un estándar de calidad para el pago máximo de 38 CUP. La leche debe tener una densidad mayor o igual a 1 030 gramos por mililitro (g/m³).
Según informó la emisora CMHW de Villa Clara, «cuando la densidad sea menor de 1 030 y superior o igual a 1 029 g/m³ se pagará a 35 CUP el litro; cuando sea menor de 1 029 g/m³ e igual o superior a 1 028 g/m³ se pagará el litro a 28 CUP; y cuando sea menor de 1 028 g/m³ se pagará a 17 CUP y no a 5 CUP como se hacía antes».
Documento emitido por el Ministerio de la Agricultura
Un documento emitido por el Ministerio de la Agricultura establece también que, para el sobrecumplimiento de la entrega de leche a la industria láctea, se propone el valor inicial del litro de leche por calidad más 50 CUP en la época lluviosa (del primero de junio al 30 de octubre) y más 70 CUP en la poco lluviosa (del primero de noviembre al 31 de mayo).
¿Más precio igual a menos escasez?
En las condiciones económicas actuales, cabría preguntarse si el aumento de 18 CUP al litro de leche constituye un estímulo real en ganancias para los productores y ganaderos.
Si se tiene en cuenta la inflación galopante en Cuba —que supera el 400 %— y el nivel de precios para los consumidores —el cual se ha elevado entre 11.6 y 19.1 veces desde que comenzó la actual crisis económica (2019-2022)— no se avizora que la medida coadyuve a aumentar las entregas de producción.
En las ciudades se vende la leche en el mercado informal a más de 200 CUP el litro que se hace con leche en polvo. En los campos, el precio del litro de leche fresca sobrepasa los 100 CUP en el mercado informal.
En el caso de la leche en polvo, la libra puede oscilar entre 750 y 1 187 CUP, de acuerdo con el Índice de Precios Mínimos y Máximos que publica la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI).
¿Suficiente para los ganaderos?
El establecimiento gubernamental de 38 CUP por litro de leche acopiado de primera calidad desconoce el contexto económico y social que viven hoy los ganaderos, aunque casi duplique el precio de 20 CUP fijado en 2021.
Un análisis de la emisora villaclareña CMHW aseguró que el aumento hasta 38 CUP puede no estimular la producción sino, por el contrario, disparar el precio de los productos derivados de la leche.
«Si los precios de los derivados de la leche en la calle, ya escalofriantes, se continúan elevando, la medida, que significa que vayan a la calle alrededor de 6 000 millones de pesos más, no traerá otro efecto (…) que seguir incrementando la inflación», dijo el periodista Jesús Álvarez López.
Rogelio Ruis, un jubilado villaclareño, asegura que cuando subieron el precio del acopio del litro de leche fresca a 20 CUP «se dispararon los precios de los derivados». Ruis agrega: «ahora va a pasar igual, con la agravante de que la inflación es más insoportable».
El ganadero Ivanovich Viña Terry afirma que los ganaderos no necesitan que suban los precios de los productos, sino que bajen los de los insumos.
Los 38 CUP por litro de leche no compensa tampoco el pago por la transportación de la leche y está muy por debajo de los precios de los productos derivados (yogurt, queso, helado) que vende el Estado en tiendas del comercio minorista, incluidas las de MLC.
El descontento en el sector ganadero es notable debido a la nula rentabilidad de la producción —las ganancias no suplen los costes—, lo cual genera considerables pérdidas entre los productores.
Durante un «activo de jóvenes campesinos» ocurrido en Santiago de Cuba a mediados de marzo de 2024, algunos ganaderos se quejaron de la falta de acompañamiento policial para evitar el hurto y sacrificio de reses.
«A muchos de mis trabajadores tengo que quitarlos de otras labores para ponerlos a cuidar las reses porque ni en nuestros potreros el ganado tiene seguridad», explicó una ganadera. «Cuando vamos a poner la denuncia de un robo la Policía no nos cree, [pero] sabe quiénes son los bandidos».
«Nos dicen mentirosos», confirmó otro campesino.
Ante el riesgo —incluso de muerte— que enfrentan los ganaderos y debido a los bajos salarios que pueden ofrecer a sus trabajadores o celadores, muchos han tenido que abandonar la actividad. Al bajo rendimiento de las vacas cubanas se suma, además, que en muchos casos ni siquiera pueden garantizarles una alimentación adecuada.
En una reunión de la Agricultura ocurrida en febrero de 2024 en La Habana se supo que en 2023 en la capital murieron más vacas por hambre que por hurto y sacrificio. La desnutrición también fue la causa principal de muerte del ganado en Las Tunas durante el primer semestre de 2023.
Las múltiples quejas, las demandas y las peticiones de los campesinos a las autoridades en diferentes espacios de diálogo a lo largo de los años parecen tener oídos sordos. A lo anterior se suman las denuncias históricas por impagos o retrasos en los pagos a los ganaderos.
«En ocasiones ha habido retrasos en el pago. Entonces sucede que, si no le pagan en tiempo y necesita sustento, el productor vende por fuera y obtiene ganancias inmediatas», reconoció al periódico Adelante Pejerto Vázquez Velázquez, campesino de la finca camagüeyana El Tamarindo.
En Camagüey, provincia con histórica tradición ganadera, de 2022 (8 581) a 2024 (7 448) ha disminuido en 1 133 el número de productores dispuesto a aportar leche. A finales de 2023 había «300 productores censados sin visitar por las autoridades; unos 350 enfermos o en espera de diagnóstico y casi 700 con entre una y tres vacas sin condiciones para la actividad lechera», según datos de la Empresa de Productos Lácteos del territorio.
Respecto al plan técnico-económico de 81 394 900 litros en 2023, la entidad agramontina terminó con 42 831 000 y un monto negativo superior a los 38 millones y medio de litros.
«Solo incentivos como la bonificación en MLC o la entrega de insumos podrían competir con los pagos del mercado informal», alertó un campesino camagüeyano a elTOQUE en marzo de 2023.
Un año después, la situación de los ganaderos sigue cortada, como la leche.
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