Desde el 4 de agosto las personas naturales en Cuba pueden vender sus divisas extranjeras a los bancos por un valor referencial de 120 pesos cubanos por cada dólar estadounidense.

La medida, además de excluir la posibilidad de que las personas compren divisas, usa como referencia los valores que han sido recopilados por tasas de cambio informales en los últimos meses y que recibieron severas críticas desde los medios y voceros oficiales.

De acuerdo con varios economistas entrevistados por elTOQUE, son medidas que buscan recaudar dólares estadounidenses que brinden «un respiro parcial para que el Gobierno pueda pagar sus deudas, importaciones, comprar medicamentos y alimentos y manejar sus finanzas de forma general».

Pero, ¿qué piensan los cubanos de estos planes que han sido anunciado como el inicio del mercado cambiario en el país? elTOQUE entrevistó a varias personas en sucursales que se destinaron para la compra de divisas en La Habana, y recopiló opiniones de usuarios en redes sociales.

En las entrevistas prima el descontento con el anuncio de la nueva tasa de compra. Resalta la incertidumbre por las declaraciones oficiales que institucionalizan un valor de cambio que habían prometido combatir. 

Los ciudadanos también se preguntan por el valor de venta, una vez que se decida proceder con esta; temen que el precio sea mucho más alto y que afecte a los más vulnerables: quienes viven de pensiones y no reciben remesas del exterior. 

Aunque el ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, declaró que el tipo de cambio de 120 CUP por un dólar es solo para comprar y que, cuando se inicie la compra-venta se pondrá un tipo de cambio equilibrado, no aclaró la fecha en la cual el Estado cubano comenzaría a vender divisas a personas naturales, a través de sus instituciones bancarias.

Los entrevistados por elTOQUE coincidieron también en que no venderán sus divisas al banco, sino que prefieren seguir vendiendo «en la calle» a mayor precio. 

«No hay cola en este banco, la gente no va a vender, el comentario es que la gente no va a vender», dijo uno de los entrevistados en Santiago de las Vegas. «Tampoco se puede comprar moneda libremente convertible (MLC) con estos dólares», continúa el entrevistado, «y para qué voy a comprar MLC, si en las tiendas no hay nada que comprar. Sin embargo, ya las personas en el exterior pusieron dinero fresco, dinero líquido, ya los pagaste y todavía no has adquirido el producto. Eso es un negocio redondo», concluye. 

En Centro Habana otra cubana asegura que las medidas tendrán poco o ningún efecto positivo en la actual inflación que vive el país. «No va a favorecer nada y va a hacer más pobre al pobre, habrá más inflación. La única forma de resolver los problemas del país es que dejemos de ser esclavos, porque los esclavos no trabajan bien y mientras no haya producción, no hay nada», comentó. 

«Lo único que aumentará es la especulación y el objetivo es tratar de recaudar un poquito de dinero, el mismo que luego van a vender a un precio mayor», dijo otro entrevistado.

Uno de los puntos que señalan como problemático es la permanencia del cambio de 1USD x 24 CUP en el sistema empresarial, mientras se establece otra tasa para personas naturales. 

Para el economista cubano Mauricio de Miranda las declaraciones de Alejandro Gil sobre la imposibilidad de establecer una única tasa de cambio para toda la economía son erróneas. En su opinión, se necesita un único tipo de cambio porque la fortaleza de los mercados radica en la transparencia de estos. También resaltó la importancia del establecimiento de una tasa cambiaria regida por el mercado y no por un tipo de cambio fijo que traerá distorsiones en la economía del país. 

Asumir «La Gran estafa» de las tasas informales

«Los márgenes que se establecen en los mercados cambiarios son los que existen entre el tipo de cambio de compra y de venta. En esa diferencia está la utilidad del tipo de cambio bancario. Esto no es lo que sucede en Cuba. Aplicar ese margen y vender a 110 pesos en efectivo, lo único que significa es el reconocimiento, a fin de cuentas, del tipo de cambio del mercado informal que tanto tiempo habían criticado», dijo el economista De Miranda. 

El Gobierno cubano ha dicho en muchas ocasiones que las tasas informales no eran la manera equilibrada de establecer los valores de cambio. El 27 de enero de 2022, Alejandro Gil recomendaba en su cuenta de Twitter un texto del periódico Granma que calificaba de «Gran Estafa» a «la publicación arbitraria y manipulada de tasas de cambio en los medios financiados desde el exterior».

Decía Gil: «Lectura recomendada. Tema de atención permanente, con una marcada manipulación y con algunas "propuestas de soluciones" que no toman en cuenta la situación real, ni la complejidad de mantener la vitalidad del país». 

En febrero de 2022, Gil Fernández dijo en el espacio Mesa Redonda: «No debemos sacar a priori la conclusión de que el tipo de cambio de equilibrio de la economía es el del mercado ilegal… ese mercado ilegal tiene un número reducido de transacciones, las más importantes del país no están en ese mercado no oficial».

En mayo de 2022, en su intervención en la Asamblea Nacional del Poder Popular, dijo que sacar a priori la conclusión de que el mercado que hace convertible hacia lo interno del mercado nacional es el tipo de cambio informal, es una conclusión muy poco profesional y sin ningún tipo de análisis. «No tenemos por qué salir a vender divisas a 125 pesos, no tiene ninguna base científica real», dijo.

En julio de 2022 ante la Asamblea Nacional del Poder Popular moderó su discurso cuando dijo: «Ha estado proliferando, como todos sabemos, un mercado ilegal, informal, de compra venta de divisas con un cambio que ustedes saben, seguramente. No hay incentivo para canjear las divisas con el Estado, por eso podemos decir que tenemos que salir a un mercado cambiario con un tipo de cambio económicamente fundamentado». 

Finalmente el 3 de agosto en la Mesa Redonda, Marta Sabina Wilson, ministra presidenta del Banco Central de Cuba dijo: «Hemos considerado que la tasa de cambio de 120 pesos cubanos por un dólar es la tasa que va a tener más expectativa para que el sistema bancario pueda adquirir esa divisa». 

«Al final el Estado se va por encima del mercado informal, así es imposible que los precios bajen. No se puede saber qué va a pasar, pero si la bolsa ilegal lo vende a un precio y el banco anuncia que lo va a comprar a un precio similar, es una contradicción muy grande», dijo una de las personas entrevistadas por elTOQUE. 

Nuestros usuarios también se preguntan: Luego de casi dos años de implementada la Tarea Ordenamiento, ¿qué ha cambiado entonces si hoy tenemos distintas tasas de cambio «oficiales» dentro de la economía? 

Como en otras ocasiones en que los cambios y contradicciones en el discurso gubernamental han sido tan evidentes y burdas, la ciudadanía no se ha hecho esperar y ha derrochado creatividad en redes sociales con memes sobre el tema.

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