Foto: elTOQUE.
Estudio revela indiferencia política y cambios ideológicos entre los cubanos
22 / mayo / 2024
El 33.9 % de 10 248 cubanos encuestados por Cubadata entre septiembre de 2023 y febrero de 2024 no se identifican con posición ideológica alguna y presentan una tendencia hacia la alienación política.
Los datos, presentados el 20 de mayo de 2024 en el Panel 2 («Explorando futuros posibles») de la encuestadora independiente, evidencian que el 33.9 % del grupo encuestado se encuentra en un estado de desconexión y apatía hacia el sistema político frente a otros que se identifican de socialistas (3.0 %), socialistas reformistas (11.2 %), centristas (14.2 %), liberales (21.7 %) y de otras ideologías (16 %).
Según Arístides Vara, coordinador académico de Cubadata, una persona que tiene alienación política presenta desconfianza extrema hacia el sistema político en general y no cree en las instituciones. La alienación política podría tener un impacto directo en la participación política de los cubanos. El grupo alienado, a pesar de expresar intenciones de participar en protestas, podría no llevarlas a cabo debido a su desconexión con el sistema.
«El problema es que la desvinculación partidaria y social genera paranoia y no permite vincularse de manera sólida con la comunidad», expresó el académico en la presentación.
Aclaró, además, que los integrantes del grupo alienado tienen menos ancianos a su cargo, menor vinculación comunitaria, conocen a menos personas que se han manifestado y están más aislados.
Cambios en la identidad política
El estudio también reveló importantes cambios en la identidad política de los cubanos. Vara explicó que se está produciendo una «migración» desde un grupo firmemente socialista hacia posiciones más liberales o promercado. El fenómeno está relacionado con el cambio de la calidad de vida en la isla.
Mientras que el 79 % de los encuestados no considera relevantes los principios históricos del socialismo en Cuba, el 87.9 % cree que las noveles generaciones deben buscar nuevos modelos sociales y de Gobierno. El 85.9 % opina que Cuba debe adoptar un modelo más abierto y el 53.8 % tiene una visión pesimista del futuro de la isla.
Las expectativas de los cubanos también han sufrido transformaciones. Mientras más se avanza hacia posiciones políticas de derecha, mayor es el deseo de cambios profundos de régimen y de Gobierno, con la introducción de múltiples partidos de elección popular y un rol más activo de la sociedad civil y de la juventud. Entre los firmemente socialistas, incluso, solo la mitad cree que Cuba volverá a sus raíces revolucionarias en el futuro.
A pesar de los cambios en la identidad política, persiste un miedo elevado a la represión que desata el poder cubano.
Los grupos que se identifican más con posiciones liberales o promercado poseen mayores aspiraciones migratorias, se han vuelto «más independientes» y, por tanto, se relacionan menos con la comunidad y disminuye la solidaridad con otros.
El estudio destacó el enorme impacto que tiene la diáspora cubana en los cambios políticos y en la apertura ideológica. Casi la totalidad de los grupos encuestados tienen contacto con familiares y amigos en el exterior, reciben remesas y son influenciados por nuevas perspectivas y formas de ver la realidad cubana.
Al respecto, Vara dijo: «No es tanto el dinero, las remesas recibidas, sino lo que viene asociado con las remesas, que es una nueva forma de ver la realidad, nuevas posiciones que se contrastan con lo que se vive fuera y que flexibilizan la posición política de la gente».
La prioridad de «resolver» y la resiliencia de los cubanos
Además de la alienación política, el estudio —cuyos datos serán publicados en julio de 2024— reveló que una alta proporción de cubanos, con independencia de su posición política, se ven obligados a «resolver» para generar ingresos adicionales y poder sobrevivir.
Vara señaló que casi el 67 % de los encuestados realizan actividades informales e ilícitas para complementar sus ingresos. Los cubanos encuestados dedican gran cantidad de tiempo a actividades informales que proveen recursos económicos. «Hay una reconfiguración ocupacional y económica de la gente para poder resistir las fuertes condiciones de vida en Cuba», subrayó.
De acuerdo con Arístides Vara, los grupos liberales son los más críticos en cuanto a las restricciones económicas.
Por otro lado, la depauperación de la vida en la isla hace que los cubanos sean más resilientes.
«Vivir en condiciones difíciles en Cuba los vuelve más resilientes, afecta su autonomía o su ejercicio pleno de derechos y también aumenta o disminuye su motivación para el cambio, lo que se conoce como autodeterminación», explicó Vara.
De acuerdo con los resultados de las seis encuestas realizadas, tres de cada cuatro cubanos tienen niveles altos de resiliencia y el 77 % de los encuestados ha tenido que ajustar y cambiar su proyecto de vida en diversos aspectos.
Labores de cuidados y participación política
La investigadora Hilda Landrove destacó un hallazgo revelador. Casi la mitad del grupo con alta participación política está compuesto por mujeres y un gran porcentaje por jóvenes menores de 30 años. El dato abre interrogantes sobre el rol que desempeñan las labores de cuidado en la capacidad de participación política de las mujeres cubanas.
Landrove expresó su sorpresa ante el resultado y señaló que la sobrecarga de labores domésticas podría inhibir la capacidad de las mujeres para participar en protestas. Sin embargo, el estudio también reveló que fuera del ámbito doméstico, la organización de grupos para ayuda humanitaria en situaciones de emergencia está mayoritariamente formado por mujeres. Según Landrove, lo anterior indica que la sobrecarga de labores de cuidado se extiende más allá del hogar y que tiene un impacto directo en la participación política.
«El panel confirma que las mujeres están soportando una carga desproporcionada de labores de cuidado, lo que afecta su capacidad de participación política. Sin embargo, también muestra que las mujeres están muy involucradas en la organización comunitaria para atender emergencias, lo cual es una forma de participación política que no siempre se visibiliza en los datos oficiales», explicó Hilda Landrove.
El estudio destaca la necesidad de abordar la carga desproporcionada de cuidados que recae sobre las mujeres cubanas, así como reconocer y valorar las diversas formas de participación política femenina que trascienden las protestas convencionales.
Carlos Aníbal Alonso, coordinador de Comunicación de Cubadata, enfatizó en la necesidad de utilizar los datos para comprender mejor la diversidad de la sociedad cubana y orientar estrategias efectivas de trabajo. «Nuestro interés es que los datos se usen, que la herramienta se integre de manera sistemática en la dinámica de trabajo de sus organizaciones», afirmó Alonso.
Cubadata es una iniciativa que surgió con el objetivo de obtener y aportar información y estadísticas independientes sobre la realidad cubana en un contexto en el que el acceso a datos está permeado por la censura y el control de información del Gobierno.
La encuestadora recurre a los dispositivos móviles y a las aplicaciones de comunicación para contactar a decenas de miles de usuarios en Cuba y realizar encuestas digitales voluntarias y verificables.
De acuerdo con el sitio web, Cubadata se rige por estrictos principios éticos, el respeto por la privacidad y el anonimato de los participantes, el consentimiento informado, la integridad de los datos, la transparencia y el uso público de la información, así como por la implementación de protocolos de seguridad para minimizar riesgos.
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