Foto: Sadiel Mederos.
100 millones de dólares: la demanda por la que Cuba irá a juicio en 2023
4 / enero / 2023
RECTIFICADO 7/1/2023* y ACTUALIZADO 14/1/2023**
El fondo de inversión CRF I Limited (CRF I Ltd) —que forma parte del Club de Londres y es uno de los tenedores de la deuda cubana— presentó una demanda en febrero de 2020 ante el Tribunal Superior del Reino Unido contra el Gobierno y el Banco Nacional de Cuba (BNC), de propiedad estatal, según publica Undervalued Shares, sitio especializado en temas económicos y que fue reconocido por la Superintendencia del Banco Central de Cuba en una nota publicada en enero de 2023.
La entidad financiera registrada en Islas Caimán demandó a Cuba por un total de 100 millones de dólares. Aunque el monto solo representa una pequeña parte de los 1 500 millones de dólares en reclamaciones que CRF I ha adquirido a lo largo de los años.
La reclamación impuesta en 2020 se deriva de créditos originados por acuerdos de préstamos que dos bancos europeos (el holandés Crédit Lyonnais y el italiano L'Istituto Bancario Italiano) concedieron a la isla hace más de 30 años, en 1982 y 1984, y en los que el BNC actuó como garante.
Antes del 28 de mayo de 1997, el BNC era el banco central del país y además tenía funciones comerciales. Como resultado del Decreto Ley 172, sus funciones centrales pasaron al recién creado Banco Central de Cuba y el BNC mantuvo las funciones comerciales.
Según ha declarado el CFR, decidió presentar el caso en Londres después de que el Gobierno de la isla rechazara una oferta de alivio de la deuda realizada por la compañía y otros tenedores de bonos en 2018.
La oferta de 2018 fue realizada por un grupo de miembros del Club de Londres en la que se incluían tres fondos de inversión —Stancroft Trust Ltd, Adelante Exotic Debt Fund Ltd y CRF I Ltd— y un banco comercial. Juntos poseen una deuda cubana por un valor nominal de 1 400 millones de dólares.
El ofrecimiento del acuerdo fue visto como una señal de que los tenedores de bonos impagos estaban listos para aumentar la presión sobre la isla. Lo cual quedó ratificado en otros contactos posteriores con la misma finalidad de hallar un entendimiento de pago, el último de los cuales se realizó al inicio de 2020.
Cuando todos los intentos resultaron fallidos, ha expresado CRF, la entidad determinó interponer una reclamación ante el Tribunal Supremo londinense de forma independiente del resto del grupo de acreedores que presentó la oferta de 2018, aunque sigue siendo parte de él.
De acuerdo con la información oficial ofrecida por Humberto López en televisión nacional, el gobierno cubano no reconoce CRF I Limited como acreedor cubano y lo considera un fondo buitre, puesto que la deuda no fue contraída inicialmente con ellos y que el proceso de traspaso se realizó incumpliendo las normas cubanas por parte de algunos funcionarios nacionales, no se han hecho públicos ni los nombres ni las sanciones a estas personas. Por tanto, este es el primer punto que se debe dirimir en la corte.
Un fondo de inversión es una institución de inversión colectiva que agrupa el patrimonio aportado por un número de inversores, cuyo objetivo es ejecutar inversiones en activos sobre la base de una estrategia preestablecida. Los inversores se denominan partícipes y pueden ser personas físicas o jurídicas. El fondo de inversión lo gestiona y representa una sociedad gestora que desarrolla su trabajo bajo controles de riesgo y con el objetivo de obtener un beneficio para los partícipes.
El concepto de «fondo buitre» responde a un tipo de fondo de inversión que se ha especializado en la compra de empresas en quiebra y de títulos de deudas externas de países con el objetivo de especular con la posterior venta. Estos inversores de capital riesgo son actores principales de lo que se conoce como especulación financiera: exigen altas rentabilidades por los activos que compran, generalmente a precios muy bajos, explica el diario español El Mundo.
La corte londinense, por su parte, ha convocado a expertos y ha programado un juicio presencial para resolver el caso que comience en enero de 2023.
CRF I Ltd es un inversor en deuda soberana cubana impaga desde 2009 y miembro del Club de Londres de acreedores privados. El Club reúne a los bancos privados que poseen créditos sobre Estados y empresas. Desde 1976 negocia, en nombre de sus miembros, los calendarios de reembolso de la deuda de los países con los bancos comerciales.
Se estima que las reclamaciones de los propietarios agrupados en el Club de Londres hacia Cuba ascienden a 6 400 millones de dólares, que representan alrededor del 10 % de las reclamaciones cubanas totales.
De forma adicional, el Banco Industrial y Comercial de China (ICBC), un banco comercial de propiedad estatal que se considera el mayor banco del mundo, ha presentado una segunda demanda. En particular, ha sido la filial británica ICBC Standard Bank de Londres; la cual opera bajo la ley británica y representa y custodia los intereses de sus clientes que poseen antiguas reclamaciones cubanas.
En defensa de estos clientes, y al parecer presionada por ellos, la filial londinense del banco chino presentó reclamaciones en mayo de 2021 contra la República de Cuba y su Banco Central. Las reclamaciones suman alrededor de 200 millones de euros de capital principal y alrededor de 1 000 millones de euros de intereses acumulados
Esto podría obligar a Cuba a resolver todo el asunto, en vista de que se encuentra de por medio China —un aliado estratégico—, que se ve presionado a exigir un pago a La Habana o ser demandado por su filial en Reino Unido, según explica John S. Kavulich, presidente del Consejo Económico y Comercial Cuba-EE. UU.
Cuba, por su parte, ha comenzado a responder a las reclamaciones. La Habana ha «contratado abogados buenos y agresivos en el Reino Unido que están peleando el caso», según confirma Kaluvich.
La defensa de Cuba y del Banco Nacional de Cuba la representa Ben Davies, un abogado del equipo de litigios civiles del bufete londinense especializado en fraudes comerciales y recuperación de activos PCB Byrne. Davies se especializa en demandas complejas por fraude y de gran cuantía ante el Tribunal de Comercio, que a menudo implican procedimientos accesorios en otras jurisdicciones. Además, añadió Huberto López que será asistido por un budefete español y por juristas cubanos.
Por su parte, CRF-I Ltd contrató a Matthew McGill, socio de Gibson, Dunn & Crutcher, para que le represente en su demanda contra Cuba «incluyendo posibles litigios», según una carta del bufete facilitada a Bloomberg News.
Ante una reacción nula del demandado, el tribunal inglés podría simplemente emitir un llamado juicio sumario basado en la información proporcionada por el demandante. Ello podría permitir a los acreedores perseguir los activos cubanos en cualquier parte del mundo.
De manera semejante, si el veredicto no favorece al Gobierno cubano y se rehúsa a pagar, podría enfrentar un embargo internacional, remarca Kavulich. «Puede ser un avión de Cubana. Puede ser un barco mercante. La corte puede ordenar a los litigantes incautar cualquier propiedad internacional del Gobierno cubano», sostiene.
Ese constituiría el desenlace menos favorable para todos, en tanto «las financieras pueden encontrar compañías interesadas en invertir en Cuba y se les puede exonerar de los taxes. Se pueden perdonar los impuestos de importación», afirma el experto.
Aunque según señala Undevalued Shares, existe dificultad para liquidar este tipo de operaciones en un momento en que los bancos son reacios a acercarse a las naciones sancionadas; otra de las razones por las que la negociación se ha paralizado.
Cuando CRF interpuso la demanda en febrero de 2020, su presidente David Charters dejó claro «que el proceso legal ahora en camino no se detendrá a menos que haya un acuerdo previo negociado satisfactoriamente con el Gobierno cubano».
A mediados de la década de los ochenta, Cuba detuvo sus negociaciones de deuda externa con los acreedores. El país dejó de cumplir sus acuerdos de pago en 1986, por lo que en la actualidad carga con una deuda pasiva o de largo plazo que se remonta a la época en que suspendió sus pagos.
El interés financiero de la nación obligó al país a volver en 2001 a la mesa de negociaciones, pues sin liquidación de la antigua deuda se bloquean las nuevas fuentes de financiación. Finalmente en 2015, La Habana firmó un acuerdo de compromiso para el 85 % de toda su deuda pendiente, pero con el Club de Paris.
Paralelo a ello, desde los 2000, la isla ha logrado reducir sus antiguos débitos gracias a arreglos directos con varios de sus acreedores, entre ellos, Japón, Alemania y Rusia. Esta última conmutó el 90 % de lo debido a la extinta URSS, lo que puso fin a la disputa de más 20 años sobre el tema.
En marzo de 2015, las negociaciones desarrolladas entre el Grupo y Cuba, tuvieron como resultado una disminución de la deuda al monto de 15 mil millones de USD. La decisión final fue que La Habana honrara la cifra de 2 600 millones de USD, a todas luces un consenso beneficioso para el deudor.
Tras estos entendimientos quedó pendiente alcanzar consensos en dos categorías de deuda: la deuda comercial, que asciende a 9 400 millones de dólares, en su mayor parte organizada en el Club de Londres, y la deuda anterior a la etapa revolucionaria, con un valor de emisión estimado de cerca de 150 millones de dólares.
En términos prácticos, a pesar del acuerdo de 2015 que logró La Habana con sus acreedores del Club de París, la nación continúa excluida de los mercados internacionales de capitales debido a que no ha negociado con sus acreedores de deuda impaga del Club de Londres.
Una decisión adversa a La Habana en este litigo legal afectaría las operaciones financieras internacionales del país, ante la posibilidad del decreto de un posible embargo de bienes en el exterior. No obstante, esa posibilidad sería el resultado de un extenso proceso judicial. Estos casos pueden demorar años antes de que se imponga una orden de embargo de bienes del deudor, y las opciones estarían limitadas a la jurisdicción británica.
*Este texto se rectificó para cambiar el nombre de la entidad demandada a Banco Nacional de Cuba.
** Este texto se actualizó para añadir la información publicada por del Banco Central de Cuba el 13 de enero de 2023.
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