Un día después de que Claudia Sheinbaum venciera en las elecciones presidenciales de México, Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez anunció a través de su cuenta de X que había conversado telefónicamente con la presidenta electa y confirmó «la simpatía» que sentía por su victoria.

Asimismo, Sheinbaum agradeció la llamada del primer secretario del Comité Central del Partido Comunista y dijo que México y Cuba eran «naciones hermanas, unidas por lazos de cooperación, solidaridad e historia compartida».

Las simpatías y agradecimientos mutuos de la presidenta electa de México y de Díaz-Canel no son inesperados. La elección de Sheinbaum representa la continuidad de la política de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y de Morena. Una política que, especialmente en materia de relaciones exteriores, ha favorecido al Gobierno cubano porque ha profundizado los lazos entre el Gobierno de México y el régimen del Partido Comunista. 

Pero en términos concretos, ¿qué pudiera significar la elección de Sheinbaum para la Administración de la isla?

1. Un respaldo a la retórica de las sanciones como causa de la crisis cubana

 México ha mantenido históricamente una postura contraria a las sanciones contra Cuba. Fue el único país que votó en contra de la expulsión de Cuba de la Organización de Estados Americanos (OEA) en 1962, lo que precedió la imposición de un sistema de sanciones multilaterales contra el castrismo en 1964 promovido por el organismo regional. El Gobierno de México de entonces emitió un voto especial contra la imposición de sanciones de la OEA y contra la declaración de 1964 del organismo.

Sin embargo, la Administración de López Obrador y Morena han llevado las posiciones históricas a niveles especiales. No solo se ha opuesto a las sanciones, sino que el presidente se ha convertido en un defensor de la idea promovida por la propaganda y la burocracia cubanas de que el «bloqueo» es la causa exclusiva de la crisis en Cuba. Andrés Manuel López Obrador ha calificado el embargo estadounidense de política inhumana, extrema y medieval y ha defendido la idea de que el «bloqueo estadounidense» dificulta la compra de medicamentos del régimen comunista.

Claudia Sheinbaum Pardo, la presidenta de México

Luego de transcurridos 214 años desde que el 16 de septiembre de 1810 México comenzara su proceso de independencia para constituirse en una República, por primera vez una mujer es electa presidenta.

El apoyo de López Obrador al Gobierno cubano —similar al que se puede esperar de Sheinbaum— se extendió incluso a su negativa de participar en la Cumbre de las Américas de 2022 debido a la no invitación de Cuba, Nicaragua y Venezuela bajo el argumento de la Administración estadounidense de que «los dictadores no debían ser invitados».

López Obrador, además, dos meses después de la represión desatada por el Gobierno de Canel contra los manifestantes del 11 de julio de 2021, invitó al presidente cubano a las celebraciones por el día de la independencia mexicana. El 16 de septiembre de 2021, Díaz-Canel pronunció un discurso en la ceremonia oficial en el Zócalo de la Ciudad de México y se convirtió en el primer mandatario foráneo en hacerlo. En febrero de 2023, López Obrador concedió a Canel la Orden Mexicana del Águila Azteca, máxima distinción otorgada a extranjeros. 

2. México se ha convertido en un suministrador alternativo de petróleo

México se ha convertido en un suministrador alternativo de petróleo para el Gobierno cubano. Los intercambios no han estado marcados por los beneficios económicos que pudiera significar para la parte mexicana.

En 2023, la estatal mexicana Pemex, exportó hacia Cuba 16 800 barriles de petróleo crudo y 3 300 barriles de productos petrolíferos por día. El intercambio ascendió a una cifra cercana a los 400 millones de dólares. No obstante, los intercambios parecen responder a una lógica más política que económica.

El régimen de La Habana afronta desde hace años una crisis general. Sin embargo, una de las expresiones más recurrentes de la crisis es la falta de combustibles, lo que termina por incidir en la economía del país. La debacle de la industria petrolera venezolana, las sanciones estadounidenses y la incapacidad productiva del Gobierno de la isla han disminuido de manera considerable los accesos al petróleo que necesita. Ante la situación, los acuerdos políticos han entrado a jugar un papel fundamental en las soluciones inmediatas que ha encontrado la Administración cubana para tratar de capear el temporal.

Como parte de los acuerdos políticos, se retomaron las exportaciones de crudo a Cuba desde México. En un primer momento, no fueron un intercambio comercial. En junio de 2023, México donó 350 000 barriles de crudo a Cuba y otros 700 000 en julio, lo que marcó sus primeras exportaciones a la isla desde 2019, cuando las habían detenido.

Después de los intercambios de 2023, los precios del crudo se dispararon en el mercado internacional y la exportación a Cuba interfirió con las aspiraciones de Pemex —una empresa con ciertas dificultades financieras— para acceder a un crédito en el EXIM Bank (agencia oficial de crédito a la exportación de Estados Unidos). Ante el escenario, la secretaria de Relaciones Exteriores mexicana, Alicia Bárcena, aseguró que podrían «cobrarle» a Cuba el petróleo donado.

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Pero más allá de los obstáculos, lo que hizo el Gobierno de México fue crear mecanismos para favorecer a Cuba sin poner en riesgo a Pemex. Un documento de la petrolera mexicana publicado a finales de 2023 afirmaba que desde julio de 2023 las exportaciones de combustibles a Cuba se realizaban a través de Gasolinas Bienestar, S. A. de C. V. (Sociedad Anónima de Capital Variable). Se trata de una subsidiaria de Pemex, propiedad absoluta del Estado mexicano, cuyo papel es adquirir petróleo crudo y productos derivados de algunas filiales de Pemex y luego exportarlos a Cuba, lo cual evita las sanciones estadounidenses.

A pesar de los rejuegos, la incapacidad del régimen cubano de pagar el petróleo que necesita motivó que en febrero de 2024 se detuvieran las exportaciones de México a la isla. Sin embargo, otra vez Cuba enfrenta una crisis de generación eléctrica motivada sobre todo por la falta de combustibles y el Gobierno de AMLO, como muestra de su compromiso político con el castrismo, parece que retomará los envíos de crudo a la isla para ayudar a paliar la crisis.

Pocos dudan que igual compromiso al materializado durante el Gobierno de AMLO no se reproduzca en el de la recientemente electa Claudia Sheinbaum.

3. México es también un contratista de servicios médicos cubanos

En 2023, había más de 22 400 colaboradores cubanos de la Salud en 59 países, según datos del Ministerio de Salud Pública (Minsap). Del total —hasta septiembre de 2023—, 806 están en suelo mexicano.

Desde 2022, los Gobiernos de México y Cuba firmaron un convenio de colaboración médica a través del cual ha aumentado la presencia de galenos cubanos en tierra azteca. Algunos consideran que la contratación de profesionales de la Salud cubanos, más que cubrir una necesidad real de México, responde a las intenciones del Gobierno de AMLO de camuflar su apoyo financiero al castrismo.

La anterior es la posición de Xóchitl Gálvez, quien fuera la principal contendiente de Sheinbaum en las elecciones presidenciales mexicanas. Durante su campaña presidencial, Gálvez aseguró que de resultar electa no contrataría más médicos cubanos. La candidata dijo que «en México lo que [sobraba era] capacidad y talento y la traída de médicos cubanos solo [había] servido para simular el financiamiento de un régimen autoritario».

La elección de Sheinbaum mantiene viva la esperanza del Gobierno cubano de continuar y —por qué no— profundizar su convenio de colaboración médica con México. Los profesionales de la Salud no han sido solamente una fuente de ingreso para el castrismo, sino también una forma de influencia política en otros Estados de la región.