A inicios de marzo de 2025, Raúl* encargó a la Unidad Estatal de Base de la División de Ventas de Equipos y Piezas (Divep) en Holguín, Cuba, una moto de 125 cc. Sin embargo, la gestión de la venta no se realizó por canales oficiales, aunque el comprador cuenta con la documentación que demuestra que la vendedora fue esa empresa estatal.

Divep, grupo corporativo comercializador del Ministerio de la Industria Sidero Mecánica (SIME), se presenta en su cuenta de Facebook como «líderes en transporte pesado y ligero». Especifican: «importamos, exportamos y ofrecemos soluciones técnicas». Tiene 16 unidades de base distribuidas por el territorio nacional y una oficina central en La Habana.

La entidad es una de las empresas cubanas autorizadas este 2025 para la «importación de vehículos de motor, motores, remolques y semirremolques, bloques de cilindros de motores, carrocerías, cabinas, chasis y cuadros de motos, para su comercialización mediante compraventa o arrendamiento». La comercialización puede realizarse en «dólares estadounidenses (USD) o su equivalente en otras monedas convertibles, que incluye las tarjetas internacionales y tarjetas de prepagos nacionales», según consta en la Gaceta Oficial disponible en Legalis.

Sin embargo, el proceso de promoción y venta de esos productos revela un entramado de irregularidades y opacidad que ha afectado a varias personas interesadas en su adquisición. Aunque Raúl contactó con elTOQUE para denunciar dos meses y medio de retraso en la entrega de la compra, su descripción de lo sucedido muestra varias incongruencias en la gestión de Divep.

Promoción de motos por canales no oficiales

Raúl decidió realizar la compra tras ver anuncios de venta en grupos de Facebook, publicados por personas naturales, al parecer parientes o conocidos de trabajadores de esa entidad, según contó a elTOQUE. Él asegura que no encontró promoción de las motos o similares a través de cuentas institucionales. En la página web de Divep solo aparecen productos como rodamientos, abrasivos, equipos de soldadura, pinturas, etcétera; y ofertas de bienes ociosos y comercialización de máquinas y herramientas. El enlace a la tienda que aparece en el sitio no abre dentro de Cuba ni desde fuera.

Además, los promotores de las motos en redes sociales ofrecen un número de teléfono —al parecer personal— para gestionar la venta con los potenciales clientes. Raúl recibió las instrucciones de compra a través de la cuenta personal de Messenger del anunciante.

Anuncio de la venta de motos en Facebook y conversación con el vendedor con indicaciones de compra.

Métodos de pago y empresas involucradas

Los anuncios indicaban que, para la adquisición de la moto, el pago se podía realizar desde el exterior (España, Estados Unidos y México) y que se requerían dos montos diferentes. «Nos dijeron que se pagaba por adelantado 2 190 USD vía Zelle a una cuenta con nombre Sunshine Auto Finance INC [con prefijo de Miami, según constató elTOQUE]; a la semana siguiente, abonábamos en el POS (Point of Sale, en inglés) de Divep casi 800 USD de impuesto y se recogía la moto», precisa Raúl. El segundo pago podía abonarlo con la tarjeta Clásica u otra de divisas en el momento de recoger la moto en la sede Divep en Holguín.

«Algunas personas pagaron el precio de la moto en dólares en efectivo y se les pidió dar 10 % por encima del valor por la gestión, eso estoy seguro de que trajo ganancias extras a esas personas de Divep», especifica el denunciante.

Cuando Raúl realizó la compra, el dólar se cotizaba en el mercado informal cubano a 345 CUP. El primer monto abonado ascendió a 755 550 CUP —cifra equivalente a cerca de 129 veces el salario promedio en Cuba durante 2024, según datos de la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI)—. De ahí también su molestia por la mala gestión en la venta de un producto prácticamente inaccesible para los cubanos.

En la declaración jurada de la venta que Raúl compartió con elTOQUE se constató la adquisición de una motocicleta con las mismas características que las de los anuncios vistos en Facebook: una modelo X - RYDER GN 125. Además, aunque la compra se realizó en Holguín, el domicilio legal signado es el de la empresa importadora cubana en La Habana.

En el documento aparece la empresa Sunshine Best Deals, S. A. de C. V., con sede en Oaxaca, México. Según una cuenta de Instagram con igual nombre, esta entidad se promociona como proveedor mayorista que comercializa en Cuba «equipos de transporte para diferentes actividades con garantía, servicio de postventa y amplio stock de repuestos». Oferta, por ejemplo, contendores de batería y de neumáticos Zeta, disponibles en la Zona Especial Mariel; y recientemente comenzaron a promocionar automóviles.

Retrasos en las entregas

Cuando pasaron varias semanas, luego de haber abonado el monto mayor y sin recibir noticias de su moto, Raúl comenzó a preocuparse. Entonces descubrió que otras personas de Holguín estaban en igual situación. Decidieron unirse en un grupo de WhatsApp y denunciar su experiencia de manera pública en grupos de Facebook.

«Nos comunicamos con la empresa a diario; semana tras semana ofrecieron una excusa distinta: primero que faltaba el POS para realizar el pago de la tarjeta, luego que el POS estaba roto, después que la aduana no liberaba las motos», comentó el afectado, quien también solicitó un reembolso y obtuvo una negativa por respuesta. Le dijeron que no podían hacer la devolución, solo quedaba esperar.

Denuncias del retraso en grupos de Facebook y captura de pantalla del grupo de WhatsApp creado por los afectados.

Según cálculos de Raúl, más de 100 clientes fueron afectados con el retraso. En un audio grabado durante una reunión que los compradores sostuvieron con los funcionarios de Divep y que recibió elTOQUE en exclusiva, puede escucharse a uno de los clientes quejarse por sentirse timado, engañado y preocupado por cómo recuperar su dinero: «ya me causaron un perjuicio, me hicieron meter en la tarjeta 736 USD y después qué voy a hacer con ellos, ¿comprar chupa chups (caramelos)?, porque no puedo sacarlos ni transferirlos».

En el careo se escuchan voces alteradas que hablan a la vez. Uno de los presuntos funcionarios explica que el dinero no puede reembolsarse porque la otra empresa implicada en la venta tiene las motos depositadas donde deben estar, a lo que alguien pregunta: «¿entonces la estafa es de Divep?».

Tras semanas de presionar a los funcionarios, de denuncias en redes sociales e incluso llamadas al Ministerio de Transporte y al Partido Comunista, los clientes comenzaron a recibir sus motos. Lo que debió ser un plazo de entrega de una semana entre la fecha de compra y la recogida del producto, se convirtió en dos meses y medio.

Esperar y esperar: la experiencia de compra en la tienda virtual Caiman53

El 6 de marzo, Arturo* encargó una cocina a través de la tienda virtual Caiman53. Más de un mes después, aún no la ha recibido. Como él, decenas de cubanos reportan retrasos, falta de comunicación y una experiencia de compra muy distante a lo que promocionan en redes. 

La experiencia que Raúl compartió con elTOQUE se suma a otras denuncias que el medio ha publicado recientemente relacionadas con malas prácticas comerciales de empresas estatales como Copextel. Los cubanos deben pagar a estas entidades en dólares, una moneda en la que no cobran sus salarios ni pensiones, y esperar durante meses por la entrega de su compra.

Las experiencias de dolarización que se extienden en la economía cubana dejan más preguntas que respuestas. ¿Por qué una operación de compra a una empresa estatal cubana debe realizarse a través de Zelle y en una moneda extranjera? ¿Cómo es posible que la promoción de los productos se realice a través de perfiles personales en Facebook y no desde cuentas oficiales? ¿La función de Divep se reduce a cobrar la comisión? El Gobierno cubano debe dar las respuestas.

*Nombre ficticio utilizado a petición del denunciante.