El régimen cubano pudo haber obtenido alrededor de 50 millones de dólares limpios como resultado de la importación de vehículos desde Estados Unidos entre enero y agosto de 2024.

Desde que el Gobierno de EE. UU. aumentó significativamente el número de licencias para que compañías estadounidenses pudieran exportar vehículos a Cuba en 2023, el ingreso de autos nuevos y usados a la isla ha crecido de manera exponencial. Según un informe reciente del blog Economic Eye On Cuba, en agosto de 2024 el valor de los vehículos importados desde Estados Unidos fue casi 50 veces mayor que el gasto del Gobierno cubano en la compra de alimentos provenientes de ese país.

Cuba importó aproximadamente 54 millones de dólares en vehículos usados y camiones desde EE. UU., entre enero y agosto de 2024, lo que representa un incremento de más de cinco veces en comparación con 2023. El negocio ha resultado altamente lucrativo para el régimen cubano, que aplica políticas de precios que le permiten considerar que el valor de un vehículo puesto en Cuba puede superar hasta en cinco veces el declarado en su puerto de origen. Así lo aseguró el ministro de Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila, a Cubadebate en septiembre de 2024.

Los «valores inflados» incluyen, entre otras variables, un margen comercial del 30 % sobre el valor original declarado en el puerto de origen, que las agencias importadoras estatales cubanas cobran por gestionar la importación de vehículos al país.

Lo anterior permite concluir que, sin apenas inversión, el régimen cubano pudo haber recaudado al menos 16.2 millones de dólares entre enero y agosto de 2024 a través de sus agencias importadoras estatales en concepto de importación de vehículos desde EE. UU.

¿Cuánto costará comprar e importar un auto en Cuba?

Un auto con un valor de importación de 10 000 USD le costará al comprador 15 900 USD. El precio de venta será igual tanto para las personas naturales como para las jurídicas.

A la cifra deben sumarse los impuestos que la Administración de La Habana también impone a la entrada de los vehículos al país. Esos impuestos son variables y dependen de la «gama» del vehículo importado. Oscilan entre el 15 % y el 35 % del valor estimado por las autoridades cubanas.

La cifra de 54 millones de dólares en vehículos importados desde EE. UU. entre enero y agosto de 2024 proviene de datos proporcionados por el Departamento de Comercio estadounidense. El monto corresponde al valor total de los autos importados a Cuba declarado en los puertos de Estados Unidos antes de su envío a la isla. Sin embargo, las políticas de tasación de las autoridades cubanas sugieren que ―a los efectos del cobro de impuestos― el volumen de importaciones podría quintuplicarse y alcanzar un valor estimado de 225 millones de dólares.

Por lo que, si se aplica el tipo impositivo mínimo del 15 % al «valor inflado», pudiera estimarse que el régimen cubano pudo haber recaudado, al menos, 33 75 millones de dólares en impuestos por las importaciones entre enero y agosto de 2024.

Sumando los impuestos y el margen comercial de las empresas importadoras estatales, el Gobierno cubano habría recaudado alrededor de 50 millones de dólares por la importación de vehículos desde EE. UU. en los primeros ocho meses de 2024. La cifra es casi equivalente al valor total declarado en los puertos estadounidenses de todos los vehículos importados a Cuba en igual período. En consecuencia, pudiera decirse que por cada auto importado desde Estados Unidos, entre enero y agosto de 2024, el régimen cubano recaudó un monto cercano al valor del auto declarado en puerto estadounidense.

Para poner en perspectiva lo lucrativo del negocio para la Administración de La Habana, los ingresos que pudieron generarse por la importación de vehículos, en solo ocho meses de 2024, duplican los 26 millones de dólares obtenidos por Cuba como resultado de sus exportaciones de productos agropecuarios en 2022, último año con cifras oficiales disponibles.

En septiembre de 2024, Eduardo Dávila anunció que trabajaban para implementar antes de octubre nuevas regulaciones que establecerán fórmulas para determinar el valor de los vehículos importados y vendidos en los concesionarios en Cuba. El ministro reconoció que, tras la entrada en vigor de las regulaciones, un vehículo de 10 000 USD ―que las autoridades cubanas consideran que tiene un valor de 50 000 USD― pasará a ser valorado en aproximadamente 16 000 USD.

El nuevo precio pudiera impactar en los ingresos que las autoridades cubanas han obtenido hasta ahora, pero podrían compensar cualquier pérdida si continúan incrementando los volúmenes de importación de vehículos desde EE. UU. y otros lugares del mundo.

Lo anterior no es descabellado. A pesar del embargo, en los últimos años las exportaciones totales de bienes y servicios desde Estados Unidos hacia Cuba han mantenido un crecimiento interanual del 20 %. Desde hace algún tiempo, Cuba es un mercado relevante para los productores, sobre todo agrícolas y de alimentos de EE. UU. La isla ocupa el puesto 46 entre 222 mercados con los que trabaja el sector agrícola y alimentario de ese país.

Pero, en los últimos tiempos, también la importación de vehículos usados se ha vuelto un negocio relevante para muchas compañías estadounidenses y, por transitividad, para el régimen cubano. El negocio ha convertido a EE. UU. en el sexto país del mundo que mayor volumen de productos y servicios exporta a Cuba.