Yaya Panoramix, Alegría Cubana y Yessy World
Tres influencers cubanas que apuestan por la sátira política
4 / enero / 2022
La sátira política puede ser una fórmula de éxito o una condena en las redes sociales. Ridiculizar o evidenciar al poder siempre será una apuesta arriesgada, pero las verdades con humor pueden generar cambios y aportar a la transformación y el saneamiento de un país.
Esta es la aventura a la que se han sumado algunas influencers cubanas que, actualmente, disfrazan con risa la cruda realidad de un pueblo y utilizan la sátira política para exponer las malas prácticas de sus gobernantes, pero también como un espacio para liberar con carcajadas la catarsis de miles de cubanos.
Tres de estas influencers se han ganado el cariño de sus seguidores a través de divertidos videos en los que utilizan el humor como vehículo para destapar los problemas e injusticias de su país.
Yessy World, la influencer de la paletica
Ser auténtico en las redes sociales es un reto difícil hoy con la avalancha de contenidos y escenarios que crece por día. Sin embargo, la influencer cubana Yessy World se las ha agenciado para ofrecer una propuesta única con apenas una bata de andar por casa, una paletica de helado en la mano y la frase «no la cojas conmigo», que anticipa una ráfaga de humor y látigo.
A finales de julio de 2020, Yessy explotó en las redes sociales con un ocurrente video en el que le respondía a la actriz cubana Luisa María Jiménez por una promoción para que los cubanos en el exterior les pagaran hoteles a sus familiares en la isla, en medio de una crisis económica acentuada por la pandemia de coronavirus y las tiendas en dólares.
Su sentido del humor, carisma y verdades le generaron casi 700 mil reproducciones en Facebook sin ser conocida. «Elijo la sátira política porque tenía que unir la política de alguna forma a mis videos, que la tenía integrada pero demasiado seria y realmente necesitaba desahogarme de alguna manera, sin llorar y sin que me subiera la presión con las cosas que pasan en Cuba», contó a elTOQUE.
La cubana de la paletica. Así comenzó a darse a conocer Yessy luego de sus primeros videos, generalmente reacciones a discursos de la esfera política cubana o de los medios oficialistas. La paletica fue una dulce casualidad que se ha convertido hoy en su principal sello, no fue planeada ni pensada, pero hoy no se puede desligar del contenido que ofrece esta joven cienfueguera.
«Fue lo primero que encontré para comer en los primeros videos de sátira, quería comer algo mientras grababa. Luego lo hice comiendo otras cosas, pero la gente me pedía que fuera con la paletica y así se quedó. No tiene un significado específico», explica.
Otros de sus grandes punchlines en las redes fue el video en el que se burlaba de Sandro Castro, nieto de Raúl Castro, por un controversial video en el que manejaba un auto Mercedes Benz.
Una de las aristas de la sátira es la parodia, y eso Yessy también lo explota con el personaje que ha creado de recepcionista, con el cual se burla de cómo operarían las grandes marcas con la escasez y el subdesarrollo de Cuba y aprovecha para tirar ramalazos al régimen.
Antes de lanzarse al mundo de las redes sociales, Yessy era una ama de casa con una vida social poco activa. Así se define ella misma. Llegó a Estados Unidos en 2014, a través del parole para personal médico cubano por su profesión de estomatóloga, por la cual cumplía misión médica cuando eligió desertar.
Hoy continúa siendo esa madre de familia que cree que todo es posible en su mundo y ser creadora de contenido le ha permitido explotar sus habilidades, divertirse, «reflexionar, crear, llegar a las personas».
«Lo malo se compensa con lo bueno, así que me quedo con eso», asegura sobre las sombras y grises de ser una figura de redes sociales.
Yaya Panoramix, la anfitriona del Focotown
Dayana Figueroa nunca se imaginó que una catarsis desde la cocina de su casa en Italia, toda «desgreñá» y con un pulóver viejo se convertiría en su sello, pero precisamente su naturalidad y su hartazgo genuino de la realidad de Cuba la lanzaron al éxito.
Ser ella misma, una santiaguera orgullosa de su tierra, la mamá de Rodrigo y Virginia, le permitió conectar con la gente.
Yaya hizo su primera directa movida por la mezcla de sentimientos que la abatían tras las protestas masivas del 11 de julio en Cuba y la respuesta represiva del Gobierno. Sus preocupaciones representaban las de miles de cubanos fuera de la isla, por lo que no le fue difícil conectar con esa audiencia y explotar una necesidad enorme de denunciar lo que está pasando en Cuba.
«Nunca pensé que se volvería viral. Después tenía dos caminos: desaparecer o dar la cara. No soy una que desaparece. A lo hecho, pecho», dijo en entrevista reciente con elTOQUE.
Su fértil irreverencia y el talento que tiene para ridiculizar al poder la convirtieron rápidamente en Yaya Panoramix, una de las mejores creadoras de contenido digital cubano basado en la sátira política.
Su nombre es una mezcla que toma inspiración en Astérix y Obélix, la creatividad de sus amigos y la capacidad que tiene para dar consejos.
«Lo uso hace muchísimo tiempo. La historia detrás de este nombre es bastante banal. Yo soy fanática de Astérix y Obélix (aquí no lo puedo ver porque mi hijo, romano DOC, se ofende, imagino que les pasará a mis amigas que tienen hijos españoles con Elpidio Valdés). Yo era mucho más flaca y tenía un vestido blanco largo y mis socios me decían que daba buenos consejos. Un día en una fiesta de cumpleaños de un amigo estaba moviendo la caldosa y empezaron las burlas. Entre la sabiduría, la delgadez y ellos que son auras —los adoro—, llegó para quedarse el Panoramix», relató.
Yaya, con 36 años recién cumplidos y más de 10 viviendo en Italia, confiesa que vivir fuera de Cuba ha sido duro: «No me ha faltado nada y me ha faltado todo», y nunca ha podido desentenderse de lo que ocurre en la isla.
Su contenido encierra la denuncia de todo «lo injusto, lo absurdo, lo manipulador, cruel y mentiroso que es aquel Gobierno».
«Yaya» Friol, la Alegría Cubana
Su nombre es Yanet «Yaya» Friol, pero en las redes todos la conocen como Alegría Cubana. Se hizo popular en 2015 con su ocurrente monólogo «Todas las princesas», en el que se comparaba con diferentes princesas de Disney a lo largo de su vida.
Yanet es de Artemisa y vive en Italia desde hace varios años. En sus plataformas de contenido digital combina el humor y la sátira política, la cual usa también para representar, exagerar y caricaturizar características del cubano, de la sociedad cubana, y principalmente de la mujer cubana.
En YouTube tiene el canal «Alegría Cubana» y en Facebook administra el grupo «Hakuna Matata, vive y deja vivir», una comunidad virtual de cubanos regados por todo el mundo que buscan espacio para la catarsis, pero también para la nostalgia.
Yanet Friol tiene esa chispa para detonar la reflexión y la risa. Su risa es de hecho su sello. Y como bien dice en aquel monólogo de 2015, luego de aguantar durante años que le pidieran que se riera bajito, «me volví valiente y me río donde quiera».
Comenzó a generar contenido digital movida por su nostalgia y su amor por Cuba. Luego de las protestas del 11 de julio, subió la parada de sus opiniones políticas y no tardó en recibir cuestionamientos.
«Ahora me doy cuenta de que a lo mejor no me fui diciendo “abajo la Revolución y abajo la dictadura”, pero que sí me fui por la dictadura y por la Revolución», dijo en un video poco después del 11J.
Pero… ¿qué es la sátira política?
La sátira política busca exponer la estupidez, el absurdo o la hipocresía de una sociedad y de quienes la dirigen, por medio del humor. Una herramienta discursiva cuyo principal propósito es, a través del ingenio, la ridiculización, la exageración y el sarcasmo, criticar la corrupción, la incompetencia, la ignorancia, la demagogia y la inefectividad de los gobiernos y dirigentes políticos.
Si bien siempre busca ser entretenida y hacer reír a la audiencia, el chiste en realidad es un pretexto para lanzar un mensaje que invite a la reflexión y al desahogo, y con su aporte configuran el debate político y social.
La sátira política es, además, un medidor del pulso de la libertad de expresión de un país. En Cuba, la suspensión de la sátira política estuvo entre las primeras obsesiones de censura del gobierno cubano, con la eliminación del suplemento humorístico Zigzag en los primeros años de la revolución, del teatro vernáculo y de los imitadores de figuras políticas. La única crítica con matiz burlesco permitida era la que sofocaba al pasado republicano, como es el caso del programa televisivo San Nicolas del Peladero, que estuvo al aire hasta 1983.
Según la teórica política alemana Hannah Arendt «el gran enemigo de la autoridad, y la manera más segura de socavarla, es la risa». A diferencia del debate político y los análisis académicos, la sátira llega a más personas y hace más clara la verdad que se enmaraña en la retórica del poder.
TAMBIÉN TE SUGERIMOS:
comentarios
En este sitio moderamos los comentarios. Si quiere conocer más detalles, lea nuestra Política de Privacidad.
Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *
Anaisa Ruben
Ada Iris Gumila Portuondo
Alicia Cuetu