Josep Borrell —alto representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la Unión Europea (UE)— instó al Gobierno cubano y sus máximas autoridades «a poner en libertad a todos los prisioneros políticos y personas detenidas» que participaron en las manifestaciones del 11 y 12 de julio de 2021. La exhortación se produjo a través de un comunicado de prensa en nombre de la Unión Europea y publicado el 30 de marzo de 2022.

En la declaración, Borrell trasmitió una «gran preocupación» por las sentencias de quienes enfrentaron procesos judiciales y reconoció la espontaneidad de las protestas que constituyeron «un reflejo de las reivindicaciones legítimas de la población». El alto representante afirmó que las manifestaciones fueron «recibidas con represión, con más de 1 400 personas detenidas y 790 imputadas». Denunció, además, la desproporción de las condenas impuestas a muchos de los acusados.

El texto declara que, aunque la «Constitución cubana reconoce el derecho de manifestación, el uso de estos procedimientos judiciales y sentencias niega a los ciudadanos cubanos el derecho a expresar sus opiniones pacíficamente y a exigir cambios». En este sentido, afirma que «el derecho a disentir y a manifestarse debería ser garantizado y protegido en Cuba».

La declaración del alto representante, además, transmitió la preocupación de la UE por la violación durante los juicios de «los principios básicos y estándares internacionales de transparencia y debido proceso, como el derecho del acusado a la asistencia legal de un abogado de su elección». Como medida para contrarrestar la transgresión de estos principios, la Unión Europea hizo «un llamamiento a las autoridades cubanas para que permitan a la comunidad diplomática asistir a dichos juicios».

La UE instó también al Gobierno del archipiélago «a respetar los derechos civiles y políticos de los cubanos, [incluida] la libertad de asociación, la libertad de reunión y la libertad de expresión»; y recordó los casos de «ciudadanos reporteros y periodistas que han sido detenidos, acusados y sentenciados en relación con los hechos del 11 y 12 de julio».

Aunque las declaraciones de Josep Borrell representan una escalada en el posicionamiento de la UE con respecto a Cuba, el pronunciamiento anuncia que la dirección del bloque comunitario continuará su apuesta por el diálogo constante con Cuba como mecanismo para resolver estas preocupaciones.

En ese sentido, el comunicado reitera «la importancia de sus continuos intercambios con las autoridades» de la isla y su disposición «a apoyar todos los esfuerzos dirigidos a proteger, promover y aplicar los derechos humanos y las libertades de todos los cubanos, en el marco del Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación entre la Unión Europea y Cuba».

Asimismo, la declaración apostó por alentar al «Gobierno cubano a que preste atención a las preocupaciones de su pueblo y a que entable un diálogo significativo e integrador en torno a sus legítimas reivindicaciones». 

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