Cubanos en el ejército ruso. Foto: Tomada de Internet.
Rusia reclutó a cubanos para la guerra en Ucrania. ¿El Gobierno de Díaz-Canel no sabía?
8 / septiembre / 2023
El 7 de septiembre de 2023 el Gobierno cubano anunció en los medios oficiales sobre la detención de 17 personas relacionadas con la red de tráfico que reclutaba jóvenes cubanos para combatir por las fuerzas rusas en la invasión a Ucrania.
Las autoridades aseguraron que la red estaba dirigida «desde el exterior» y que los organizadores buscaban a «individuos con antecedentes penales, provenientes de familias disfuncionales».
Según la información oficial, tres de las personas detenidas «pertenecían al esquema de reclutamiento dentro de la isla», mientras que los otros 14 confesaron «haberse incorporado por decisión individual y voluntaria a la operación, a cambio de la residencia en el país euroasiático y una sustancial retribución monetaria».
Los implicados podrían ser castigados con hasta 30 años de prisión, cadena perpetua o pena de muerte, en dependencia de la gravedad y del tipo de delito (trata de seres humanos, tráfico de personas o mercenarismo).
El Ministerio de Relaciones Exteriores (Minrex) anunció la detección de la red a inicios de esta semana. El supuesto desconocimiento de las autoridades cubanas de las operaciones de reclutamiento en territorio nacional, como indicaba el comunicado, fue ampliamente cuestionado por la prensa independiente y por la ciudadanía.
Para muchas personas, la declaración del Minrex sobre la red se relacionaba con el eco que han tenido las denuncias de dos jóvenes cubanos que desde Rusia alegan haber sido reclutados en Cuba para participar en labores de construcción con el ejército ruso en Ucrania.
Una revelación hecha por la revista estadounidense The Intercept, el 6 de septiembre de 2023 (dos días después del comunicado del Minrex), aporta nuevos elementos que pueden utilizarse para evaluar la posible implicación directa o la tolerancia del Gobierno cubano con las operaciones de reclutamiento de mercenarios en el país.
¿Qué indican los documentos filtrados?
The Intercept informó que un grupo de hackers nombrado Resistencia Cibernética (aliados del Gobierno ucraniano) hackeó la cuenta de correo electrónico personal de un oficial ruso involucrado en el reclutamiento de cubanos, el mayor Anton Valentinovich Perevozchikov. Los documentos obtenidos incluyen aproximadamente 198 pasaportes escaneados e imágenes de ciudadanos cubanos, así como proformas de contratos de reclutamiento en español (en los que se destaca la participación de una sección del ejército ruso con sede en Tula).
Las proformas demuestran que a los combatientes cubanos podrían estarles ofreciendo un pago único inicial en efectivo de 195 000 rublos (aproximadamente 2 000 dólares). El compromiso implica, también, servir en la «zona de operación militar especial». «Operación militar especial» es el eufemismo que ha utilizado Putin para referirse a la invasión a Ucrania y el que ha reproducido acríticamente la propaganda cubana desde el inicio de la guerra. Además del incentivo inicial, las proformas de contrato hackeadas mencionan pagos mensuales que comienzan en 204 000 rublos (unos 2 070 dólares por el cambio actual) y varían según los grados de los reclutados.
Un dato crucial que reveló Resistencia Cibernética refiere que algunos de los cubanos cuyos documentos fueron hackeados entraron en territorio ruso a través de Bielorrusia, un aliado estratégico tanto de Rusia como de Cuba. El hecho plantea la pregunta: ¿algunos de esos cubanos podrían haber sido entrenados en Bielorrusia como resultado del acuerdo bilateral firmado entre el ejército cubano y el bielorruso en mayo de 2023?
Aunque los documentos hackeados no contenían contratos de reclutamiento firmados por los cubanos, algunos de los reclutas fueron identificados a través de perfiles de Facebook en los que publicaron fotos que certifican su presencia en Rusia, especialmente en Tula (donde se encuentra la división del ejército ruso que se menciona en las proformas hackeadas). Algunos de esos cubanos, incluso, publicaron videos junto a tanques con la marca «Z», símbolo que han utilizado las fuerzas rusas durante la invasión a Ucrania.
Videos similares a los reseñados en The Intercept han circulado en las redes sociales cubanas, cuentas de influencers y medios de prensa independiente, lo cual evidencia indudablemente la presencia de mercenarios cubanos en bases militares rusas y zonas cercanas a los frentes de batalla.
El hackeo de Resistencia Cibernética también reveló intercambios de correos electrónicos con cuentas militares y traductores que procesaron los pasaportes cubanos, así como imágenes de reuniones internas con altos oficiales uniformados y una hoja de cálculo con casi 100 contactos de reclutamiento en diferentes distritos militares rusos.
Este último es un detalle importante porque aporta más elementos para considerar que participaron activamente oficiales del ejército ruso en la supuesta «red de tráfico de personas» que denunció el Gobierno cubano.
Los documentos que revelaron los hackers ofrecen nuevas evidencias que indican que lo que el Minrex ha calificado como operación criminal es un plan coordinado y promovido por el ejército con uno de sus principales aliados; el ejército con el que las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) mantiene estrechas relaciones, expresadas (entre otros ejemplos) durante la visita en junio de 2023 del ministro de las FAR, Álvaro López Miera, a Rusia. En esa oportunidad, Putin otorgó la medalla de la amistad al general cubano y el jefe del ejército ruso, Serguei Shoigu, calificó a Cuba de principal aliado de Rusia en Latinoamérica.
Las revelaciones de The Intercept no solo plantean interrogantes sobre la participación del Gobierno de La Habana en la operación de reclutamiento de mercenarios para apoyar la invasión rusa en Ucrania. Además, cuestionan el compromiso de Cuba con la eliminación y combate de la trata de personas, en especial después de la respuesta a un informe del Departamento de Estado de Estados Unidos que advierte que el Gobierno cubano no cumple con los estándares mínimos para la eliminación de la trata de personas.
El 15 de agosto de 2023, el Minrex publicó el informe anual sobre la trata de personas en Cuba correspondiente a 2022. Aunque se trata de un informe del año anterior, aseguró que en el país no existían redes delictivas dedicadas a operaciones de ese tipo. Apenas 20 días más tarde, el organismo confirmó que había redes de trata y que el Ministerio del Interior (Minint) había iniciado acciones para desarticular y penalizar a quienes las sostenían.
Las evidencias que han surgido después del comunicado del Minrex del 4 de septiembre de 2023 fundamentan aún más las sospechas sobre la participación de las autoridades cubanas en la operación de reclutamiento de mercenarios para respaldar la invasión contra Ucrania. Una participación que pudo haberse expresado mediante la gestión directa de personal cubano (oficial o privilegiado) o mediante la autorización (expresa o implícita) para que las operaciones se llevaran a cabo en el territorio nacional.
Pero más allá de la posible complicidad del régimen de La Habana en las operaciones de reclutamiento, la discusión en torno al asunto introduce un elemento mucho más sensible, la voluntariedad con que cientos de cubanos han decidido vender servicios para los que no están debidamente entrenados con tal de obtener una nacionalidad diferente y un patrimonio inimaginable bajo las condiciones en las que viven en la isla.
Los cubanos que han sido reclutados están dispuestos a morir porque de no hacerlo se convertirían en ciudadanos rusos y obtendrían una suma de dinero que, desde su perspectiva, representa una fortuna. Sin embargo, lo anterior, para el ejército de Putin, solamente implica una reducción de costos. Los mercenarios cubanos son económicos y no tienen a nadie en tierras rusas o ucranianas que lloren por ellos cuando caigan. La operación es beneficiosa por completo para Putin, quien no solo ha recurrido a los cubanos, sino a cualquier persona que pueda contribuir a dilatar un nuevo llamado a la movilización general de ciudadanos rusos en los esfuerzos de la guerra.
En ese afán, el Kremlin ha reclutado mercenarios allí donde la precarización de la vida lo favorece y donde regímenes aliados se lo permiten. Serbia, Siria, República Centroafricana e Irán han sido algunos de los otros lugares del mundo de donde Moscú ha sacado mercenarios.
El escándalo del reclutamiento militar en la isla sirve también para repensar algunas de las causas del fenómeno, la pobreza y la falta de oportunidades que sufren millones de cubanos en edad de combatir. Condiciones que han sido agravadas, entre otros factores, por la incompetencia del Gobierno de Díaz-Canel que hoy tolera (o participa) en una red de tráfico que mueve a nacionales hacia una nueva o última morada.
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