El quinto lugar por países de Cuba en los recién concluidos Juegos Panamericanos de Santiago de Chile 2023 quedó eclipsado por otra fuga masiva de atletas noveles y encumbrados. Una fuga que no por repetida deja de asombrar a la prensa extranjera e, incluso, a los aficionados del deporte dentro de la isla.

No es la primera vez que atletas cubanos escapan de alguna delegación deportiva ni será la última. Mientras escribo estas letras, algún que otro atleta de alto rendimiento que saldrá en los próximos días al exterior estará maquinando cómo escapar del hotel y escribiendo a varias amistades para que lo acojan en cualquier rincón del mundo donde pueda echar raíces.

Los Juegos Panamericanos de Santiago concluyeron el 5 de noviembre. La isla, en medio de una crisis generalizada, consiguió 30 títulos ―con pasajes destacables del tenis de mesa, la lucha, el judo y el atletismo―. El bajo nivel competitivo en algunas disciplinas, como el atletismo, no le resta mérito alguno a las coronas.

Pero más allá del saldo de proezas deportivas, las fugas de atletas cubanos en Chile acapararon todas las miradas. Al filo del cierre de los Panamericanos, medios locales (El Mercurio y Bio Bio) reportaron la «fuga masiva» de seis jugadoras de hockey sobre césped. Hasta el momento, las atletas eran Yunia Milanés, Jennifer Martínez, Yakira Guillén, Lismary González, Helec Carta y Geidy Morales.

Poco después se uniría al listado el medallista de bronce en vallas, Yoao Illas, quien también se fugó y dejó para la historia un mensaje de despedida sin que lo imagináramos. «Te amo, mamá», se leía en un papel que Illas mostraba a las cámaras del evento atlético tras su metal bronceado.

10 espectaculares fugas, deserciones y abandonos del deporte cubano

Invitamos a nuestros lectores a engrosar este listado en los comentarios.

De inmediato, los siete atletas contactaron con el abogado chileno Mijail Bonito para tramitar el asilo en Chile. Según fuentes locales, las seis mujeres e Illas se habían propuesto escapar de la delegación cubana antes del viaje a Chile. Lo dicho, el Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación de la isla es el principal «patrocinador» de las fugas de deportistas cubanos.

Un medio chileno, La Tercera, reveló que las seis hockistas planearon escapar de su equipo antes de viajar a Chile a pesar de represalias, el impedimento de entrada a la isla por varios años (entre 5 y 8) o el calificativo de «traidores» tan manoseado por los dirigentes cubanos.

Para lograrlo, las atletas fingieron salir a pasear por la Villa Panamericana y luego se separaron en grupos. Fuentes cercanas indicaron que las hockistas, más el corredor Illas, salieron de la capital y se desperdigaron por la geografía chilena. Unos se fueron a Iquique, otras a la Región de O’Higgins y una se quedó en Concepción.

«Tomamos la decisión correcta, ahora nos sentimos libres», dijo Yunia Milanés a la televisión chilena.

Pero la primera fuga no fue la de las hockistas. Antes del arranque del evento de baloncesto femenino en los Panamericanos, la jugadora de 20 años, Betsy Guilarte Zamora, había puesto «pies en polvorosa».

En relación con el tema, el comunicador deportivo Henry Morales publicó en la red social X que la fuga de Betsy Guiliarte de la delegación cubana no fue cubierta por muchos medios internacionales, a pesar de que «fue la primera atleta en abandonar».

«Ella no estaba en la lista original del equipo, entró en reemplazo de Isabella Jourdain y el mismo día que llegó, se escapó (…). No son siete los deportistas cubanos que se fueron de la delegación en Chile, son ocho», detalló.

Poco después, la prensa chilena informó que «tres remeros cubanos» que participaron en los juegos no volvieron a Cuba con el resto de la delegación.

Los directores de béisbol también se van de Cuba

El éxodo en el béisbol cubano es un fenómeno que no solo abarca a las jóvenes promesas o a jugadores consagrados en activo. Los directores de equipo, entrenadores y especialistas vinculados al deporte también se han sumado a la fuga colectiva.

La radio Cooperativa indicó que, de los 20 deportistas de remo que se alojaban en San Pedro de la Paz, solo 17 se presentaron para embarcarse de regreso a la isla. Los nombres y el destino de los tres remeros cubanos que supuestamente se fugaron de la delegación no han sido revelados hasta el momento. Tampoco desde el oficialismo los han confirmado.

Esta semana, el periodista deportivo Francys Romero reportó en Facebook que el balonmanista Lidier Vergara no regresó a Cuba tras concluir los Juegos Panamericanos de Santiago de Chile.

«Según informaciones de la prensa en Chile, solicitó refugio al Servicio de Migraciones. Vergara es de Villa Clara y tiene 28 años. Luego de todo este proceso pudiera continuar su carrera y firmar con algún club profesional», agregó.

La suma de las fugas de los Panamericanos de Chile arroja que más de 60 atletas cubanos han escapado de delegaciones en lo que va de año. No importa si les retienen el pasaporte, los amenazan con prohibiciones de entrada o les colocan seguridad.

Los atletas cubanos siguen huyendo de un sistema que los obliga a eso, a protagonizar fugas meteóricas en aeropuertos, a cruzar vallas de madrugada, a saltar muros o a esconderse en garajes durante horas. Lo peor es que al año le faltan días y al calendario deportivo, más eventos.

El 24 de noviembre comienza en Nicaragua el Panamericano Sub-23 de béisbol, un viaje directo a la «ruta de los volcanes» y lo más probable es que volvamos a recontar los atletas que se han fugado en 2023.



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