Una vecina de la calle 13, en el Vedado habanero, compartió con elTOQUE lo que considera un hábito de mal gusto. Denuncia que todos los días unos cuantos camiones descargan aguas albañales en la alcantarilla de la esquina de 26 y 13, como se muestra en la imagen.

«Varios vecinos hemos hablado con los choferes de los camiones porque no se puede descargar aguas albañales en un lugar que no está preparado para ello. El mal olor es constante y terrible», comenta.

También explica que el vertimiento ha provocado el aumento de moscas y mosquitos, atraídos por la pestilencia y la suciedad. Algunos vecinos han enfermado de dengue en varias ocasiones y nadie presta atención a sus reclamos.

«Las alcantarillas rebosan aguas negras, frente a un basurero enorme por el que nadie responde», concluye su mensaje.

La Habana fue la segunda ciudad de América, detrás de Boston, en introducir el sistema moderno de alcantarillado entre finales del siglo XIX y principios del XX. Fue diseñado para una población de 600 000 habitantes. En la actualidad, la capital cubana alberga más de 2 millones de personas. El lugar donde se origina la denuncia, el reparto Vedado, tiene más de siglo y medio de antigüedad.  

La visión de desarrollo y modernidad que acompañó al alcantarillado de la isla en sus inicios como sistema fundamental para la higiene pública, la mejora estética y la gestión de los malos olores en las ciudades, contrasta con la falta de mantenimiento de esa infraestructura.

Un país atrapado en su basura: las inversiones que el Estado no hace

La avería de los equipos de recogida, el insuficiente número de contenedores y la falta de personal en el sector figuran entre los motivos que las autoridades reconocen como detonantes de la alarmante situación sanitaria.

Parte de la evacuación de los residuales en Cuba se realiza a través de fosas y letrinas. Estas estructuras cubren solo el 42.62 % de la demanda del servicio. De acuerdo con la Dirección Empresarial de Agua y Saneamiento, esa poca cobertura complica el servicio de saneamiento porque crece la dependencia del uso de camiones limpia fosas para atender el resto de la demanda. Estos equipos son altos consumidores de combustible y requieren accesorios y piezas de repuesto importadas. El 17.49 % de la población cubana no tiene cubierto el servicio de saneamiento, sobre todo la que habita en zonas rurales.

elTOQUE ha recibido otras denuncias sobre la insalubridad en los barrios habaneros. En la calle E, esquina 12, Lawton, se ubica el barrio conocido como El Matadero.

De acuerdo con una denuncia publicada el 20 de febrero de 2025, hace más de dos años el agua de fosa se mezcla con la basura acumulada. En el video, el usuario siguió con su cámara un río de aguas pestilentes que se extendía por la calle y las aceras. La situación supone un riesgo para la salud del vecindario, en especial para los niños pequeños.

En la sesión de diciembre de 2024 de la Asamblea Nacional del Poder Popular, las autoridades cubanas reconocieron que en el país persisten más de 11 000 fosas en vertimiento pendientes de limpieza.

Datos de la Dirección Empresarial de Agua y Saneamiento revelan que de los residuales que se evacuan a través de alcantarillado, fosas y letrinas (645.481 hectómetros cúbicos), solamente recibe tratamiento antes de su disposición al medio el 28.21 %. En las zonas urbanas predominan las fosas putrefactas sin mantenimiento que vierten sus residuos al medio ambiente. Unas 26 655 fosas del país se encuentran en estado crítico.