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Cuba en Latinoamérica, paradoja y realidad de la influencia autoritaria
15 / agosto / 2024
Pese a la monumental crisis socioeconómica y demográfica que sacude la nación cubana, el Estado insular —responsable directo y principal de la crisis— continúa preservando una capacidad suigéneris y asimétrica de influencia regional; visible incluso en países mucho mayores en población y economía (México y Venezuela).
Semejante paradoja —combinar, en el momento de mayor fracaso económico, estampida migratoria y deslegitimación política doméstica, una capacidad de influencia y normalización globales envidiables— oscurece la detección y comprensión del fenómeno en amplios sectores de la opinión pública regional. Sumado al peso de las osificadas lealtades ideológicas hacia lo que llaman «Revolución cubana» y los intereses de negocios y apoyo político mutuo en sus élites, a la audiencia latinoamericana se le dificulta calibrar el impacto de la influencia cubana, toda vez que suele evaluarla con los criterios tradicionales de ponderación de un poder estatal. A saber: riqueza económica (PIB), demografía y fuerzas armadas.
Pero la influencia cubana se basa en la construcción y uso extendidos —en el tiempo de seis décadas y el espacio mundial— de aliados, organizaciones y narrativas afines con el modelo autocrático del Estado y las elites cubanas. La cooperación autoritaria tiene, como soporte, un cuerpo diplomático que posee mayor presencia (en instalaciones y personal) que la mayoría de los países latinoamericanos e, incluso, europeos. A lo que hay que sumar las redes de influencia de los llamados «grupos de solidaridad» y sus aliados políticos locales en prácticamente todos los países latinoamericanos, así como en buena parte del Norte desarrollado y del Sur Global.
1. Movimientos de solidaridad
Las muestras más recurrentes de apoyo a las narrativas del régimen cubano se desarrollan desde pequeños «grupos de solidaridad con Cuba» —en realidad simpatizantes del régimen insular— basados en diferentes países de América Latina, Europa y Estados Unidos. El 20 de abril de 2024, Luis López González, un periodista cubano, ofreció la charla «Girón, victoria del pueblo» (en compañía del Instituto de Relaciones Culturales México-Cuba, el Movimiento Mexicano de Solidaridad con Cuba y los cubanos de Veracruz) en el 63 aniversario de la «primera derrota del imperialismo en América». El acto se llevó a cabo en Xalapa, la capital de Veracruz, en el teatro J. J. Herrera.
Hay que destacar las invitaciones que el Gobierno cubano ha hecho a jóvenes de izquierdas radicales europeos y norteamericanos para conocer los supuestos efectos negativos del bloqueo en la isla. El 4 de junio de 2024, por ejemplo, más de un centenar de jóvenes, en su mayoría estadounidenses, integrados en la Asamblea Internacional de los Pueblos, visitaron Cuba para esos fines. Algo similar sucedió el 16 de julio, cuando la isla recibió a la 51 Brigada europea de solidaridad con Cuba, compuesta por medio centenar de brigadistas, incluidos 23 jóvenes que proceden de nueve países (Alemania, Bulgaria, España, Gran Bretaña, Grecia, Portugal, Rusia, Francia y Brasil). Los brigadistas visitaron centros de diversos sectores y comunidades para conocer «directamente los negativos efectos del criminal cerco económico impuesto por Estados Unidos en la vida cotidiana y en el desarrollo de la nación».
2. Articulación política regional
Aún son notables los espacios de articulación política del régimen cubano con sus principales socios latinoamericanos, entre los que destacan las dictaduras de Venezuela y Nicaragua, así como algunos líderes y movimientos afines a la izquierda bolivariana representados, entre otros, por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en México y el Movimiento al Socialismo (MAS) en Bolivia. Las autocracias regionales ponderan conveniente apoyar las narrativas del Gobierno cubano desde espacios multilaterales —como la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP)— antes que mediante declaraciones individuales.
El primero de mayo de 2024, Ernesto Samper Pizano, expresidente colombiano, afirmó que regresó de Cuba con un sentimiento de humildad en su corazón, a pesar de la dignidad y el heroísmo del presidente Díaz-Canel y su equipo. Afirmó que la isla cubana experimenta una situación similar a la de Gaza en cámara lenta debido al bloqueo genocida y por ser catalogado como país que apoya el terrorismo. El 5 mayo, el presidente mexicano López-Obrador se sumó a la ola de solidaridad y declaró que el cierre a Cuba era una excepción, una violación flagrante de los derechos humanos y de los derechos universales. López-Obrador enfatizó que se trata de una medida antigua.
Nicaragua y la Mancomunidad de Dominica se unieron a las muestras de la solidaridad cubana el 22 de mayo. Ambos países consideran que Cuba debe ser eliminada de la lista de países que patrocinan el terrorismo porque condenar a la isla sería un acto ilegal que viola la soberanía y el derecho internacional. En los días posteriores, se unieron el Grupo Puebla, el Gobierno de Brasil, Las Bahamas, entre otros.
No obstante, a diferencia de los meses previos, durante junio y julio la izquierda latinoamericana favorable a Cuba, reunida comúnmente en el Foro de Sao Paulo y el Grupo de Puebla, así como en la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), expresó respaldo al régimen cubano desde reuniones bilaterales, prescindiendo del multilateralismo identificado con antelación —aunque innovando espacios como la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina y el Caribe (Coppal) o la Organización de Estados del Caribe Oriental (OECO)—.
Los espacios «tradicionales» de la izquierda bolivariana tuvieron, durante el período monitoreado, poca actividad en su respaldo a Cuba. Pese a lo anterior, se identificaron muestras de apoyo a las narrativas del régimen en foros y organismos en los cuales no se había rastreado actividad de este tipo. Podemos mencionar al Parlamento Centroamericano (Parlacen), algunos de cuyos miembros, el 18 de junio, «alzaron sus voces para exigir al Gobierno de EE. UU. la eliminación de Cuba de la arbitraria lista de países supuestamente Patrocinadores del Terrorismo y el fin de la política de bloqueo».
Otros foros hasta ahora inéditos fueron la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina y el Caribe (Coppal) y la Organización de Estados del Caribe Oriental (OECO). El primero, se pronunció el 6 de junio para convocar a Estados Unidos «a eliminar a Cuba de la lista arbitraria de países patrocinadores del terrorismo y a poner fin a las medidas económicas coercitivas asociadas con [la] designación injusta». La OECO celebró en un comunicado oficial el 25 de junio «la eliminación de Cuba de la lista de Estados que no cooperan en la lucha contra el terrorismo», al tiempo que expresó «preocupación por mantenerla en la lista de Estados Patrocinadores del Terrorismo», cuyas acusaciones denuncia de infundadas.
3. Articulación política internacional
Las narrativas del Gobierno cubano encontraron un importante respaldo en espacios que, si bien integran a sus socios latinoamericanos, los trascienden. Se trata de foros y organismos multilaterales más amplios en los que la denuncia de la inclusión de Cuba en la lista de patrocinadores del terrorismo encontró un apoyo notable. Se encuentran los relacionados con las potencias emergentes y los así llamados países del Sur Global (el G77+China y los Brics) y también a instituciones internacionales (la Asamblea General, Consejo de Derechos Humanos y Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas).
El 20 de junio de 2024, durante el Foro de los Partidos Políticos de los Brics y asociados se condenó el bloqueo de Estados Unidos a Cuba, mientras que se exigió «su exclusión de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo; [se destacó] la importancia de los Brics como alternativa para un orden mundial más justo e inclusivo». El 18 de julio, a través de un comunicado conjunto, el Movimiento de Países No Alineados, el G77+China y los capítulos regionales de la Unesco «reclamaron la exclusión de Cuba de la unilateral lista de países que supuestamente patrocinan el terrorismo».
Diferentes espacios de las Naciones Unidas también sirvieron para promover las narrativas del Gobierno cubano y para que diferentes países expresaran su respaldo. El 5 de junio se publicó un documento oficial de la Asamblea General y del Consejo de Seguridad cuyo título anuncia sus intenciones («EE. UU. debe sacar a Cuba, de una vez, de la lista de Estados que supuestamente patrocinan el terrorismo»). El 27 de junio, Juan Antonio Quintanilla, representante permanente de Cuba en Ginebra, anunció una declaración conjunta en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU respaldada por 123 países, en la cual se exigía la exclusión de Cuba del listado. El 16 de julio, Gustavo Petro, presidente de Colombia, declaró en el Consejo de Seguridad que considera una «traición histórica» que su antecesor solicitase a Estados Unidos incluir a la isla en la lista de patrocinadores del terrorismo.
4. Un caso relevante, la cooperación Cuba-México
Dado que México vivió una coyuntura interesante en el contexto de las elecciones del 2 junio de 2024 y el consecuente relevo del poder presidencial, Cuba parece haber aprovechado la ocasión para reforzar sus vínculos con el país norteamericano. Durante el período monitoreado existieron numerosos intercambios diplomáticos entre ambos países, así como un importante respaldo discursivo del aún presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) hacia narrativas como la del bloqueo. De igual forma, fueron notorias las muestras de bienvenida del régimen cubano hacia la presidente electa, Claudia Sheinbaum, quien ha dado señales de mantener durante su Administración igual política de apoyo económico y político al régimen de Díaz-Canel.
El 8 de abril de 2024, Marcos Rodríguez Costa, embajador cubano, realizó una visita al Dr. Jesús Gerardo Torres Salcido, el recién nombrado director del Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe (Cialc) de la Universidad Autónoma de México (UNAM), con el fin de fomentar los intercambios académicos y fortalecer las relaciones de cooperación con instituciones cubanas. Narrativas como la del bloqueo exculpan, en efecto, a las élites cubanas de los acontecimientos mencionados y traslada la responsabilidad hacia un actor externo supuestamente injerencista como Estados Unidos. Con ese objetivo fue la visita de Lissette Sardina, secretaria general de la Embajada de Cuba en México a la Universidad Autónoma de Xochimilco el 29 de abril (abordó la economía, la educación y la juventud cubana frente al bloqueo).
Los Gobiernos de Cuba y México han reforzado su cooperación en el sector de la Salud. El 26 de abril de 2024, el ministro cubano de Salud Pública, José Ángel Portal Miranda, se reunió en la isla con Zoé Robledo, encargado del Instituto Mexicano de Seguridad Social (IMSS). Durante la reunión, se enfatizó la relevancia del trabajo de los galenos cubanos en México y se acordó la colaboración constante entre ambos países. Ese día, José Ángel Portal también participó en un encuentro con la directora general del Conahcyt, Dra. María Elena Álvarez-Buylla. En el transcurso de la reunión, se conversó sobre los proyectos de cooperación bilateral y otros campos que podrían abrirse en el futuro. Al siguiente día, José Ángel Portal mantuvo un encuentro con la gobernadora de Tlaxcala, Lorena Cuellar, en el cual informó sobre el trabajo de los médicos cubanos en el estado y la cooperación entre Cuba y México.
En abril de 2024, además, el Gobierno mexicano y cubano acordaron la llegada de médicos de la isla a México, incluidos especialistas en Medicina Familiar. El objetivo es aumentar la contratación de galenos especialistas para trabajar en unidades médicas y hospitales del IMSS-Bienestar. El 10 de mayo, el director general del IMSS, Zoé Robledo, se trasladó a Cuba para reunirse con el presidente Díaz-Canel y el Ministerio de Salud Pública, según las órdenes del presidente mexicano López-Obrador, con el fin de fortalecer la cooperación entre ambas naciones.
Con motivo de la conmemoración del 129 aniversario de la muerte de José Martí, se inauguró el 18 de mayo una muestra de artes plásticas en la Universidad José Martí de Latinoamérica. El 30 de mayo se presentó en el Auditorio Leopoldo Zea de la Ciudad Universitaria de la UNAM el libro titulado Análisis de Contenido de la Iconografía sobre Fidel Castro (1952-1959). Por esa razón, Jesús Gerardo Torres Salcido, director del Cialc, hizo un anuncio sobre la reapertura de la Cátedra José Martí de la UNAM. La iniciativa contará con el apoyo de la oficina cubana del Programa Martiano y de la Red Internacional de Cátedras Martianas.
Durante el período junio-julio fueron variadas las muestras de apoyo entre el régimen cubano y México, incluidos eventos académicos compartidos e intercambios diplomáticos; misiones de observación electoral en el contexto de las elecciones mexicanas; respaldo oficial de narrativas como las del bloqueo; y la conocida y ampliamente denunciada cooperación en materia de Salud. El comunicador cubano El Necio anunció el primero de junio de 2024 —en la víspera de las elecciones presidenciales en México— que había sido invitado por el organismo electoral mexicano como observador internacional de los comicios.
Por su parte, un día después de las elecciones, el 3 de junio, el canciller cubano Bruno Rodríguez felicitó a la candidata oficialista Claudia Sheinbaum por su triunfo. Reiteró «la voluntad de Cuba de continuar promoviendo las relaciones económico-comerciales, de cooperación, solidaridad y amistad» con el país norteamericano. Casi un mes después, el 2 de julio, la presidenta electa se reunió en México con el canciller cubano, quien transmitió «felicitaciones del presidente Díaz-Canel y el afecto del pueblo de Cuba».
El 4 de junio de 2024, el presidente López Obrador agradeció al régimen cubano por enviar «médicos especialistas para reforzar el plan de salud IMSS-Bienestar», hecho que reiteró el 16 de julio en una de sus conferencias matutinas. Asimismo, el mandatario mexicano denunció, el 20 de julio, al senador norteamericano Bob Menéndez por ser «el principal promotor» del bloqueo a Cuba, gracias a lo cual, según AMLO, Menéndez ha obtenido «provecho político» y se ha enriquecido.
Consideraciones finales
Las narrativas y metas del Gobierno de Cuba han encontrado, en varios momentos de la historia reciente, una diversidad de formas para influir en el contexto de América Latina. Entre las formas se encuentran la antigua denuncia del bloqueo de Estados Unidos, así como la más reciente petición de eliminar a Cuba de la lista de países que patrocinan el terrorismo. Ambas historias tuvieron impacto en los colectivos de apoyo a Cuba, así como en líderes políticos cercanos con el Gobierno de Díaz-Canel.
Los acontecimientos mencionados muestran las capacidades, agendas y oportunidades de influencia del Estado cubano sobre diversos sectores de las sociedades, clase política y medios de comunicación latinoamericanos. Son una muestra destacada de cómo el poder del Sharp Power se vuelve significativo a nivel regional. El objetivo de Díaz-Canel y su Gobierno se vislumbra en dos sentidos. En primera instancia, volcar la vista de la academia, los medios de comunicación y actores políticos en las violaciones sistemáticas de los derechos humanos y la democracia en la isla, así como la crisis económica que ha persistido durante una década. En segundo término, desviar la atención de los problemas que impiden a la sociedad cubana ejercer plenamente sus derechos políticos y acceder a bienes y servicios públicos.
*El texto se basa en un resumen ejecutivo del monitoreo sobre la agenda y acciones de influencia del Estado cubano en Latinoamérica realizado por el equipo de investigación de Gapac durante abril-julio de 2024.
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