Opacidad y geopolítica. El misterio de Habanos S. A. y el Festival del Habano en Cuba
7 / marzo / 2024
Entre el 26 de febrero y el primero de marzo de 2024 se celebró en Cuba la edición XXIV del Festival del Habano.
Durante la última noche del evento tuvo lugar la habitual Cena de Gala que marca el cierre del festival. De la cena, en la que estuvieron presentes Miguel Díaz-Canel y Manuel Marrero Cruz, trascendieron imágenes que muestran a los presentes pujando en la tradicional subasta de humidores y disfrutando de lujos inalcanzables para el cubano promedio. También trascendió que en esta oportunidad la subasta logró recopilar una cifra récord de 17.8 millones de euros, los cuales —sin ofrecer mayores detalles— los organizadores dijeron serían donados al sistema de Salud Pública cubano.
Asimismo, la Cena de Gala confirmó la continuación del intercambio cultural 2.0 entre Cuba y Estados Unidos, retomado de forma más discreta por la Administración Biden. En la noche del primero de marzo se presentó en los escenarios de Pabexpo y como parte del cierre del festival una de las bandas estadounidenses más influyentes, «The Village People» —exponentes del género disco de los setenta y los ochenta del siglo XX—. «The Village People» popularizó temas imprescriptibles como YMCA y Can’t Stop de Music.
Las imágenes del Festival del Habano demuestran la cada vez más creciente diferencia entre el país que se construye para extranjeros y magnates en espacios cerrados y el que sobrevive fuera de las paredes de los recintos feriales. Pero dejan también cuestionamientos siempre persistentes sobre los manejos opacos que el régimen cubano mantiene sobre los sectores más rentables de la economía cubana.
Con el Festival del Habano también trascendieron los logros de la compañía que lo auspicia, Habanos S. A., una subsidiaria de Tabacuba que se encarga de la comercialización mundial de 27 marcas de habanos premium. Reportes de prensa aseguraron que Habanos S. A. registró en 2023 ingresos de 721 millones de dólares, lo que representa un incremento del 31 % en comparación con el año anterior.
Sin embargo, más allá de los números fríos, los cubanos no tenemos ningún control real sobre los ingresos y muchas menos capacidades de influir de manera directa en el Gobierno cubano para que rinda cuentas sobre su administración y disposición ¿Quiénes controlan Habanos S. A.? ¿A dónde va a parar realmente el dinero que produce? ¿Cuánto se queda en el país y en qué se invierte?
Tabacuba vs. Habanos S. A. ¿Quién controla y cómo?
Tabacuba es el grupo empresarial estatal que tiene el monopolio de la actividad tabacalera cubana en cada una de las fases de su cadena productiva. No obstante, la comercialización de los productos tabacaleros que marca el final de la amplia cadena logística del tabaco no es monopolio exclusivo del grupo empresarial estatal —que dirige en la actualidad Marino Murillo Jorge, el destituido exministro de Economía y Planificación y presidente de la Comisión de Implementación de los Lineamientos—.
Para comercializar algunos de sus productos más valiosos, sobre todo hacia el exterior, Tabacuba cuenta con la participación de Habanos S. A.
Una empresa subsidiaria es una entidad comercial que está controlada total o mayoritariamente por otra empresa (conocida como empresa matriz). Por regla general, la empresa matriz posee más del 50 % de las acciones de la subsidiaria, lo que le otorga el control sobre las decisiones y operaciones de la subsidiaria.
Habanos S. A. es una empresa matriz, una compañía que a los efectos de la legislación cubana es una empresa mixta conformada con capital estatal cubano y privado extranjero. Pero… ¿en qué porciones y quiénes son los accionistas?
Los datos de los registros mercantiles cubanos no son públicos o al menos no de fácil acceso. No obstante, existen datos interesantes que pueden encontrarse fuera de Cuba y que ofrecen algunas pistas sobre quiénes están detrás de la parte extranjera de Habanos S. A.
De acuerdo con lo que afirmaron los directivos de Habanos S. A., en 2023 China se consolidó como el primer mercado global en facturación para la empresa. Le siguieron España, Suiza, Alemania y Reino Unido. La distribución del mercado —que ha cambiado en los últimos años y ahora coloca al gigante asiático como el principal consumidor de los tabacos premium cubanos— ofrece algunos indicios que corroboran los reportes de varios medios de prensa extranjeros.
Hasta 2020, uno de los principales accionistas de Habanos S. A. era la compañía británica Imperial Brands PLC. Expertos señalaron que ese año la compañía británica vendió su participación en la empresa y en otras fábricas y marcas de tabaco y cigarros por un monto de aproximadamente 1 300 millones de euros.
El acuerdo incluyó el traspaso de la mitad de Habanos S. A. a una corporación registrada en España bajo el nombre Allied Cigar Corporation SL. Sin embargo, en noviembre de 2020 (un mes después de que Imperial Brands PLC vendiera su parte de Habanos S. A.) Allied Cigar pasó a ser controlada por un grupo de inversiones denominado Asia Uni Corp.
Chen Zhi —uno de los asesores directos del primer ministro de Cambodia y uno de los empresarios más influyentes en ese país— ha sido vinculado con Asia Uni Corp y con la compra de la mitad de Habanos S. A.
Chen Zhi nació en China, pero adquirió la ciudadanía de Cambodia en 2014. En octubre de 2020 —fecha en la que también se selló el acuerdo de venta de la mitad de Habanos S. A.— fue nombrado asesor (equivalente a la condición de ministro) del primer ministro de Cambodia Hun Sen. Es el fundador del Prince Group, uno de los grupos empresariales de mayor influencia en Cambodia.
A pesar de que la participación de Chen Zhi en la compra de la mitad de Habanos S. A. se ha mantenido en secreto, Radio Free Asia (RFA) logró vincular a Zhi con la compra utilizando —además de fuentes cercanas a la negociación— el informe anual de 2022 de Asia Uni Corp (la compañía que tomó el control de Allied Cigar Corporation SL). Según RFA, el informe indica que las acciones de Allied Cigar Corporation SL son propiedad de una empresa registrada en las Islas Vírgenes Británicas —un reconocido paraíso fiscal— que tiene entre sus cinco directores a Qiu Wei Ren, un ciudadano camboyano y chino que es director de varias empresas propiedad de Chen Zhi en Hong Kong y Camboya.
Chen Zhi ha participado, en su condición de asesor del primer ministro de Cambodia, en reuniones con Esteban Lazo, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, y con Manuel Marrero Cruz.
Pero lo más interesante en relación con la presunta propiedad de Chen Zhi sobre Habanos S. A. es que el magnate chino/cambodiano y el Prince Group han sido señalados también por estar asociados con el Departamento de Trabajo de Frente Unido (UFWD, por sus siglas en inglés). El UFWD es un órgano de alto nivel del Partido Comunista Chino (PCCh) dependiente del Comité Central y que tiene la misión de transmitir la narrativa oficial del régimen en casa y en el extranjero a través de tres tipos de acciones —neutralizar críticas al Partido, difundir propaganda positiva de su gestión y «seducir» a las élites extranjeras para que defiendan los intereses del PCCh en sus países—.
Hoy, los cubanos no tenemos una idea clara de en manos de quién está la mitad de una de las empresas con capital estatal más rentables del país. Pero los indicios existentes demuestran que puede estar en manos de una persona que utiliza las conexiones políticas y el clientelismo de formas de ascenso e influencia en ambientes cerrados y corruptos como lo es el cubano. Una persona que, además, fue señalada por fungir de agente de influencia de uno de los principales superpoderes del mundo.
Ante un escenario como el anterior, la falta de transparencia y de control de las operaciones por parte de la ciudadanía solamente profundiza los riesgos de corrupción, malos manejos y despilfarro que de los recursos del país puede hacer una selecta clase política que controla los intercambios.
Los manejos de la mafia
Este tipo de relaciones no declaradas —que se reproducen, entre otras razones, por las características similares de los regímenes implicados— y que involucran capitales y recursos públicos, coloca a la ciudadanía cubana en una situación de indefensión superior. Los recursos públicos cubanos están siendo manejados y entregados a foráneos sin control ni transparencia que permita conocer el futuro o la hipoteca que pesa sobre la nación cubana.
La situación es mucho más preocupante en tanto forma parte de un juego geopolítico en el que la ciudadanía no tiene participación ni influencia y porque ha colocado los principales recursos y oportunidades del país en manos de dos grandes fuerzas políticas autocráticas (Rusia y China).
Lo que más preocupa es el hecho de que los regímenes involucrados en los rejuegos están caracterizados por la opacidad y el clientelismo.
Contradicciones entre la fastuosidad del Festival del Habano y la realidad de la industria
La opacidad y el clientelismo de los regímenes rusos, chino y cubano permiten que el manejo de los recursos no sea cuestionado y que, impune y preferencialmente, se produzca el enriquecimiento de una casta conectada y obediente a esos poderes. Las capacidades de cuestionar el manejo de los recursos disminuyen también por la represión que ejercen sobre la sociedad civil disidente y sobre la ciudadanía articulada para mantenerlas en silencio.
Por esa razón, la prensa oficialista cubana destaca hoy el incremento de los ingresos de Habanos S. A., pero no aclara la contradicción entre el aumento y las quejas de los tabacaleros de Pinar del Río, la principal región productora del país. Los tabacaleros de Vuelta Abajo han afirmado recientemente que los incumplimientos de los planes de siembra se deben a la falta de atención y recursos para cultivar la materia prima utilizada en los productos premium que comercializa Habanos S. A.
Pero no es un problema reciente. La fastuosidad de los festivales del Habano no ha sido sinónimo de mejoras en las condiciones de los productores o del aumento de los rendimientos de las cosechas. Las últimas cosechas tabacaleras cubanas han sido desastrosas, entre otras cuestiones porque no se han invertido recursos en la recuperación de las condiciones para el cultivo, mayormente en Pinar del Río.
La cosecha de 2022-2023 fue la más pequeña de la historia de Cuba, sobre todo por las afectaciones del huracán Ian. Pero pasado un año, la cosecha de 2023-2024 tampoco mostró síntomas de recuperación. Al contrario, desde el inicio de la cosecha en octubre de 2023 la falta de insumos fue la regla por la cual se extendió la etapa de siembra, de forma inusitada, hasta febrero de 2024.
Incluso con la extensión de la etapa de siembra para intentar plantar la mayor cantidad de tabaco posible, las autoridades de Tabacuba reconocieron que al cierre de la etapa de siembra 2023-2024 solamente se habían plantado en el país 14 000 hectáreas de tabaco. Una cifra que representa aproximadamente el 60 % de lo que se sembró en 2021 antes del paso de Ian, unas 23 000.
La fastuosidad del Festival del Habano tampoco tiene correspondencia con un incremento en la importancia del tabaco cubano en el mercado internacional. A la par que el lujo de la celebración aumenta, la importancia de Cuba en el mercado internacional del tabaco disminuye.
De acuerdo con un reporte publicado en The Spectator, hace varios años República Dominicana superó a Cuba en el mercado internacional del tabaco. Habanos S. A. informó ingresos por un valor de 545 millones de dólares en 2022 y de 721 millones de dólares en 2023. Sin embargo, de acuerdo con el medio inglés, República Dominicana superó la marca de los 1 000 millones de dólares de ingreso anual desde 2020 y sus exportaciones continúan en ascenso.
The Spectator asegura que gran parte del éxito de Dominicana se debe «a un aumento significativo en la producción de cigarros hechos a máquina». Actualmente, agrega, «hay más de 50 fábricas (…) que emplean a más de 120 000 personas». El diario señala que República Dominicana «también lidera en la producción de cigarros de lujo hechos a mano, por los que Cuba ha sido famosa durante mucho tiempo» —y menciona productos de renombre mundial, «el Davidoff Aniversario, el Ashton Classic y el Arturo Fuente “Hemingway”»—.
Así de distante de la realidad cubana se encuentran la propaganda y las ideas de la burocracia. Una burocracia y una propaganda que valoran y promueven la celebración de festivales que no reflejan la realidad de quienes sostienen los lujos ofrecidos en ellos ni los éxitos de una industria gestionada desde la opacidad y el clientelismo.
La industria tabacalera cubana pierde terreno ante competidores con menos tradición y menos condiciones espaciales, en lugar de consolidarse y enriquecer su reputación y la posición mundial heredada.
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Mariano Cepeda