Foto: elTOQUE.
Un país atrapado en su basura: las inversiones que el Estado no hace
28 / noviembre / 2024
En los últimos meses, la acumulación de basura en las calles y esquinas de varias ciudades cubanas alcanza niveles alarmantes. La falta de recogida regular preocupa a la ciudadanía. Pero ¿por qué ha fallado el sistema de gestión de residuos?
Los argumentos del Gobierno señalan, en primer lugar, la avería de los equipos de recogida. El insuficiente número de contenedores y la falta de personal en el sector también figuran entre los motivos que las autoridades reconocen como detonantes de la alarmante situación sanitaria.
El peor escenario lo tiene La Habana. Así lo confirmó un informe del Observatorio Cubano de Auditoría Ciudadana (OCAC), el cual reveló que la ciudad genera diariamente el equivalente a más de tres piscinas olímpicas de basura.
En la capital, la acumulación de desechos crece a un ritmo de más de 30 000 metros cúbicos por día. Si se compara con datos de 2019 ―cuando La Habana acumulaba de 20 000 a 23 000 metros cúbicos de basura cada jornada―, en el último lustro existe un aumento de entre el 30 y el 50 %.
¿CUÁNTO INVIERTE EL ESTADO?
Economistas y expertos vaticinaron hace más de una década el crecimiento en la generación de desechos sólidos en la isla. Tal es el caso de un estudio publicado en la Revista Cubana de Salud Pública (2013). La publicación advertía que, incluso en esa época, la cobertura de contenedores en La Habana no satisfacía las necesidades de la población ni de las instituciones administrativas.
Datos de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI) apuntan que, mientras en 2019 el Estado asignaba más de 1 108 000 000 CUP a los servicios comunales y de asociaciones profesionales, en 2023 la cifra ascendió a 5 134 800 000 CUP.
Sin embargo, en 2021 inició la Tarea Ordenamiento, que provocó la devaluación de la moneda nacional y una inflación que el Estado sitúa en el 30 %. De ahí que el aumento que indica la ONEI no evidencia necesariamente una inversión casi cinco veces mayor en los servicios comunales, como a priori pudiera leerse.
Por otro lado, la información anterior tampoco permite conocer de forma exacta el dinero que en Cuba se destina a la limpieza de la vía pública. La categoría en la que se inserta el tema en el presupuesto del Estado incluye elementos tan dispares como los servicios de higienización y embellecimiento de las calles y los de tipo necrológicos (comunales), además del dinero asignado a organizaciones profesionales ―por ejemplo la CTC o la UPEC―.
De forma similar opera el Gobierno a la hora de transparentar el dinero asignado a la administración pública y la defensa, dos categorías igualmente dispares. En la práctica se trata de un mecanismo estatal para ocultar o «maquillar» la información y que no se conozcan los montos totales destinados a rubros de especial interés para la ciudadanía. Por esa razón, no es posible saber la cuantía real de cada actividad.
En cualquier caso, las inversiones estatales parecen no ser suficientes. Una cifra que así lo refleja es la de las personas empleadas en el sector. De las más de 350 000 que había en 2019, quedan alrededor de 277 000. El éxodo puede deberse a factores como los bajos salarios que señaló Miguel Gutiérrez Lara, responsable de Supervisión de la Inspección del Gobierno Provincial de La Habana.
Al cierre de 2023, el salario medio mensual en el rubro rondaba los 3 813 CUP, equivalentes a 14.38 USD, según la Tasa Representativa del Mercado Informal (TRMI) para finales de 2023 (31 de diciembre). Además, se trata del segundo peor salario medio por tipo de actividad económica en el sistema estatal y mixto de la isla.
La Habana amerita un análisis particular por ser la provincia que más desechos produce. En el caso de los presupuestos provinciales, la ONEI sí muestra algunas cifras desagregadas de los servicios comunales. Tal es el caso del manejo de desechos sólidos, a los que asignaron 6 500 000 CUP en 2022, lo que apenas representa el 0.83 % del presupuesto total de la provincia.
La plataforma independiente OCAC menciona que en la urbe solo se recicla el 40 % de los desechos y precisa que el Gobierno cubano ha sido incapaz de crear mecanismos eficientes y sostenibles, al tiempo que ha realizado una gestión «ineficaz de las oportunidades de inversión extranjera y de las donaciones recibidas».
LAS SOLUCIONES DEL GOBIERNO
Ante la incertidumbre que genera la situación, el presidente cubano Miguel Díaz-Canel recorrió los municipios habaneros durante los primeros días de octubre de 2024. Durante los encuentros con las Administraciones locales, el mandatario dijo que tomaran medidas con quienes vertían basura en lugares indebidos.
De ahí que las autoridades insistan en que la indisciplina creciente de la ciudadanía es uno de los factores que más influye en la poca higiene de la vía pública. También parece que fue el motivo para que en 2023 se aprobara la Resolución 190, que establece la imposición de multas de 2 500 a 3 000 CUP a los ciudadanos que dañen los depósitos de basura o viertan escombros, maderas, metales u otros objetos inapropiados en los contenedores.
Un reporte de Presidencia de Cuba celebró que Diez de Octubre encontrara «la fórmula para contener el asunto». Allí, las autoridades locales impulsaron un sistema de «apadrinamiento» en el que los ministerios y centros laborales deben «atender» ciertas comunidades y trabajar en «el cambio de imagen».
Sin embargo, Díaz-Canel reconoció que el método no sería sostenible en el tiempo. El presidente dijo que entre «las decisiones que se están analizando» figuran nuevos proyectos de inversión extranjera dirigidos a la recogida de basura.
El mandatario no precisó cuándo los citadinos podrían ver las calles limpias. Tampoco lo hizo Alberto Ernesto Rodríguez, director provincial de Higiene y Comunales de La Habana, quien afirmó a Cubadebate que no se atrevía a decir una fecha, aunque «quisiera». En cambio, aseguró que el nuevo presupuesto incluía 7 millones de pesos para adquirir entre 300 y 400 neumáticos y 126 baterías con las que supuestamente se solucionarían los problemas del equipamiento, al menos en la capital.
El mal manejo de residuos tiene graves implicaciones para la salud pública. Se estima que el 80 % de las enfermedades en países en desarrollo están relacionadas con la falta de saneamiento adecuado. El OCAC apunta que la acumulación de basura afecta el paisaje urbano y propicia la proliferación de roedores e insectos que transmiten enfermedades peligrosas como el dengue, la leptospirosis y el oropouche, presentes en la isla.
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