En días recientes ha circulado, sobre todo por WhatsApp, la advertencia de una «tercera ola de la COVID-19» y asegura que esta es mucho más mortal que la primera. El mensaje menciona supuestas medidas tomadas por Canadá, España, Brasil, Francia, Alemania, etcétera, como la declaración de emergencia y el cierre de fronteras.
Si has recibido este mensaje, debes saber que es FALSO y, además, es una cadena antigua, que circuló en contextos anteriores al actual, primero en abril y luego en junio de 2021. Varios medios como Chequeado, Bolivia Verifica y el servicio de chequeo de la agencia APNews constataron que se trataba de un contenido falso.
Se ha dispersado en un momento en que las autoridades sanitarias y los medios centran su atención en una nueva variante, ómicron, de COVID-19 identificada de preocupación por la Organización Mundial de la Salud (OMS). No obstante, el mensaje de esta cadena no guarda relación alguna con la evolución más reciente del coronavirus.
El contexto mundial actual: la variante ómicron
Sudáfrica notificó a la OMS la detección de la nueva variante el pasado 24 de noviembre, y dos días después, el organismo declaró que su Grupo Consultivo Técnico sobre la Evolución del Virus SARS-CoV-2, compuesto por un «grupo independiente de expertos que supervisa y evalúa periódicamente la evolución» del virus, recomendaba designar la variante B.1.1.529 (denominada por la OMS ómicron) «variante preocupante». En su comunicado oficial, la OMS explicó que el grupo se encuentra realizando varios estudios sobre esta y «continuará evaluándola».
Las variantes preocupantes (VOC, por sus siglas en inglés) del SARS-CoV-2, según los criterios de este organismo internacional, son aquellas que presentan, entre otros, alguno de los siguientes parámetros: «un aumento de la transmisibilidad o un cambio perjudicial en la epidemiología de la COVID-19; un aumento de la virulencia o una variación en la presentación clínica de la enfermedad; o una disminución de la eficacia de las medidas sociales y de salud pública o de los medios de diagnóstico, las vacunas y los tratamientos disponibles».
Hasta el 30 de noviembre la OMS ha confirmado la presencia de esta variante en 45 países del planeta. Se reportan contagios en Nigeria, Sudáfrica, Namibia, Botsuana y otras naciones de África. En otros continentes se conoce la existencia de casos positivos a la nueva variante en Holanda, Japón, Hong Kong, Dinamarca, Escocia, Alemania, Italia, Bélgica, Portugal y República Checa, mientras España, Austria y Francia analizan casos sospechosos.
Varios países han cerrado sus fronteras, aun cuando los científicos todavía estudian qué tan peligrosa podría ser esta versión.
-Japón, Israel y Marruecos han anunciado el cierre de sus fronteras a la entrada de todos los visitantes extranjeros. Se ha subrayado que es una medida temporal, hasta ahora decretada por dos semanas a partir del 30 de noviembre.
-Irán, Arabia Saudita, India, Hong Kong, Filipinas, Baréin, Emiratos Árabes Unidos, Jordania, Malasia, Tailandia, Malta, Omán, Paquistán, Kuwait y Egipto establecieron limitaciones para el movimiento de viajeros entre sus naciones y Sudáfrica, junto a otros países del sur africano.
-España, Francia, Alemania, Italia y República Checa restringieron individualmente los viajes hacia y desde el sur del continente africano. La Unión Europea, como bloque, adoptó la misma medida. Portugal decretó la obligatoriedad de certificado COVID y prueba negativa para entrar al país a partir de diciembre. Suiza comenzó a aplicar el confinamiento obligatorio a los viajeros procedentes de los países de África austral y otras naciones como Bélgica, Países Bajos, República Checa, Dinamarca, Egipto o Israel.
-Estados Unidos restringirá los viajes desde Sudáfrica y desde otros siete países del sur del continente: Botsuana, Mozambique, Malaui, Namibia, Zimbabue, Lesoto y Esuatini. Solo los ciudadanos estadounidenses y los residentes legales en Estados Unidos podrán trasladarse desde estas naciones.
-Canadá informó la prohibición del ingreso de ciudadanos extranjeros que hayan viajado a naciones del sur de África en la última quincena; mientras que los ciudadanos canadienses deberán someterse a pruebas obligatorias y permanecer en cuarentena hasta obtener un resultado negativo.
-En América Latina, Guatemala, y Brasil se sumaron a la decisión de restringir el ingreso desde el sur africano. Chile, Panamá y Ecuador decidieron cerrar sus fronteras a extranjeros no residentes que hayan estado los últimos 14 días en Sudáfrica, Zimbabue, Namibia, Botsuana, Lesoto, Esuatini y Mozambique.
-El Gobierno de Argentina dispuso que todos los pasajeros procedentes de África o que hayan estado en ese continente en los últimos 14 días previos a su llegada a Argentina deberán realizar una cuarentena.
-Angola, Egipto, Mauricio y Ruanda se han sumado a imponer también restricciones de viaje a Sudáfrica y otros países del sur continental.
El director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha pedido a los Estados miembros una respuesta «racional» y «proporcional» frente a ómicron.
«Comprendo la preocupación de todos los países por proteger a sus ciudadanos contra una variante que todavía no entendemos perfectamente. Pero, también estoy preocupado por el hecho de que varios Estados miembros implanten medidas generales y brutales que ni están fundadas en pruebas, ni son eficaces de por sí, y que no harán más que agravar las desigualdades», afirmó en una reunión de información este 30 de noviembre en la sede de la Organización de la ONU, en Ginebra. «Todavía tenemos más preguntas que respuestas», agregó.
Inmunización contra la nueva variante
Ante la aparición de esta nueva variante las principales farmacéuticas y autoridades sanitarias del mundo han comenzado a anunciar planes para adaptar los fármacos existentes a las mutaciones que contiene ómicron, en caso de que sea preciso.
El director ejecutivo de Pfizer, Albert Bourla, ha anunciado que su compañía podría desarrollar «en un período de 95 días» una nueva vacuna contra la nueva variante si se comprueba que se requiere. Por su parte, Johnson & Johnson aseguró que «está trabajando en una vacuna más específica para ómicron, que desarrollará de ser necesario».
La compañía estadounidense Novavax informó que ha empezado a desarrollar la nueva versión de su vacuna contra la variante ómicron y que «el trabajo inicial tomará unas semanas».
Kirill Dmítriev, director ejecutivo del Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF) ha señalado que los científicos rusos podrán adaptar la vacuna contra el coronavirus Sputnik V a la nueva variante «muy rápidamente» si se descubre que es resistente a los fármacos existentes.
La directora de la Agencia Europea del Medicamento, Emer Cooke, ha explicitado que la adaptación de las vacunas a la nueva variante, si fuera necesario, será un proceso que ha estimado durará entre tres y cuatro meses.
Por su parte, el CEO de Moderna, Stéphane Bancel, ha reconocido que la vacuna de su farmacéutica puede perder efectividad contra la variante ómicron.
En Cuba, este 30 de noviembre, el Dr. Eduardo Martínez Díaz, Presidente del grupo BioCubaFarma refirió en su cuenta de Twitter: «Ya estamos diseñando vacunas específicas. Si fuera necesario, en poco tiempo la desarrollaremos. Ahora lo más importante es seguir el proceso de vacunación, incluida la dosis de refuerzo y mantener las medidas».
El contexto cubano: medidas de control ante la nueva variante
Hasta el cierre del mes de noviembre, Cuba solo ha reportado que estudia y mantiene vigilancia epidemiológica sobre un posible caso de contagio. Un ciudadano que arribó de Sudáfrica el pasado 25 de noviembre por el Aeropuerto Internacional «José Martí» de La Habana, y resultó positivo a la COVID-19 en PCR confirmatorio.
Desde su entrada al país se radicó en el municipio Placetas, Villa Clara, donde las autoridades municipales han establecido un control de foco. Las autoridades de salud local han confirmado que «no se tiene la certeza de que sea portador de la nueva variante ómicron». Se han identificado seis contactos directos.
El 15 de noviembre fueron reabiertas las fronteras cubanas, con el incremento de los vuelos internacionales y el reinicio de los servicios turísticos.
Solo dos semanas después, el Ministerio de Salud Pública de Cuba ha informado nuevas medidas de reforzamiento del control sanitario internacional debido a la identificación de la variante como «de preocupación» por la OMS, «con una rápida diseminación, aislándose casos en varios países del mundo».
Todas comenzarán a aplicarse el 4 de diciembre de 2021.
En el caso de los viajeros procedentes de Sudáfrica, Lesoto, Botsuana, Zimbabue, Mozambique, Namibia, Malaui y Esuatini (antes Suazilandia), a su entrada a la isla deberán cumplir los requisitos siguientes:
- Presentar en el punto de entrada un esquema de vacunación completo.
- El resultado negativo de un RT- PCR realizado como máximo 72 horas previo al viaje.
- Se les realizará en el punto de entrada una toma de muestra para RT-PCR a SARS-CoV-2.
- Se les aplicará cuarentena obligatoria por siete días en un hotel destinado al efecto, asumiendo el viajero los costos de alojamiento y transportación.
- Se les realizará una nueva toma de muestra para RT-PCR a SARS-CoV-2 al sexto día, y de ser negativa serán dados de alta de la cuarentena al séptimo día.
Por su parte, a los viajeros procedentes de Bélgica, Israel, Hong Kong, Egipto, Turquía y el resto de los países de África Subsahariana (Angola, Benín, Burkina Faso, Burundi, Cabo Verde, Camerún, Chad, Comoras, Costa de Marfil, Eritrea, Etiopía, Gabón, Gambia, Ghana, Guinea, Guinea-Bisáu, Guinea Ecuatorial, Kenia, Liberia, Madagascar, Malí, Mauricio, Mauritania, Níger, Nigeria, República Centroafricana, República del Congo, República Democrática del Congo, Ruanda, Santo Tomé y Príncipe, Senegal, Seychelles, Sierra Leona, Somalia, Sudán, Sudán del Sur, Tanzania, Togo, Uganda, Yibuti y Zambia).
- Se les aplicarán las mismas medidas expuestas anteriormente, con excepción de la cuarentena y el RT-PCR al sexto día.
Los destinos a los que se les aplicará este reforzamiento de las medidas de control sanitario no constituyen los principales emisores de turismo a la isla. Canadá, Rusia y Estados Unidos son los países desde los que arriban mayor cantidad de viajeros a Cuba.
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