De acuerdo con un reporte de la Agencia Cubana de Noticias (ACN), desde el primero de abril de 2024 la Empresa de Tecnologías de la Información para la Defensa (Xetid) hizo accesible a los usuarios un sitio web que permite realizar diversos trámites en línea.
Entre ellos destaca la obtención por parte de personas naturales (personas comunes) de «certificados que los identifican oficialmente».
Pero ¿qué es un certificado de identificación oficial?
No existe aclaración ni normativa pública alguna que declare qué es un certificado de identificación oficial. No obstante, la nota publicada en la ACN asegura que quienes soliciten el certificado tendrán la posibilidad de acceder a una firma digital que facilitará el Ministerio del Interior (Minint). Asevera, además, que el principal beneficio del certificado es que los trabajadores por cuenta propia podrán firmar de manera digital la declaración jurada sobre ingresos personales destinada a la Oficina Nacional de Administración Tributaria.
La nota menciona que el servicio tiene un costo de 88 CUP para certificados con un año de validez y de 166 CUP para los que tengan validez de hasta dos años (incluidos sellos digitales correspondientes en el documento).
Dailyn Bello Díaz, jefa de Grupo en la Unidad Empresarial de Base Economía Digital de Xetid, explicó que el proceso se llevará a cabo a través del proveedor de identidad de EnZona, integrado con la Ficha Única del Ciudadano —una colaboración entre el Minint, el Ministerio de Justicia (Minjus) y Xetid—, lo que minimizará errores en los datos personales de los usuarios.
Quienes prefieren no usar la plataforma digital, pueden verificar su identidad en las oficinas de Xetid para luego utilizar el certificado.
Lo que anuncia la nota es el establecimiento de una firma digital controlada por el Ministerio del Interior cubano y por una empresa del Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (Minfar), Xetid.
¿Está justificado que una empresa del Minfar y el Ministerio del Interior dispongan el uso del certificado de identificación oficial sin legislaciones públicas al respecto? ¿Cómo están regulados este tipo de servicios en otros lugares del mundo?
XETID, UNA EMPRESA MILITAR
Xetid se fundó en 2013. De acuerdo con el sitio oficialista Ecured, tiene sus orígenes en un grupo de informáticos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) que trabajaban desde 2005 en la Universidad de las Ciencias Informáticas (UCI) y que luego se convirtieron en la Unidad de Compatibilización y Desarrollo de Software para la Defensa radicada en la infraestructura productiva de la universidad.
Xetid ha sido la encargada del desarrollo de productos que utilizan y sistematizan un volumen importante de datos personales de los ciudadanos cubanos. La empresa ha participado en la elaboración de dos de los productos que a su vez soportan el «certificado digital» que hoy promocionan, EnZona y la Ficha Única del Ciudadano.
Xetid —designada de «administrador técnico» de la Ficha Única— no se limitó a cumplir con tareas técnicas en el desarrollo del servicio. Según el artículo 12 del Reglamento sobre la Organización y Funcionamiento de la Ficha Única, Xetid goza de la capacidad de revisar solicitudes de acceso a la plataforma y de aconsejar al ministro de Justicia, quien determina finalmente sobre la conveniencia de aprobar o no las solicitudes.
La capacidad de Xetid para influir en quién accede a la Ficha Única del Ciudadano muestra que su función excede la de un administrador técnico. El desarrollo de nuevos productos —como el «certificado digital»— basados en la Ficha Única subraya aún más su capacidad para administrar y conservar los datos personales y para utilizarlos en el desarrollo de otros servicios que implican un uso no necesariamente autorizado por los titulares de los datos.
TOTALITARISMO Y ORDENAMIENTO QUE FAVORECE LA INDEFENSIÓN
Para muchos cubanos, los temas relacionados con derechos digitales y datos personales pueden parecer menores frente a desafíos más apremiantes como la escasez de alimentos o servicios médicos y la falta de libertades civiles y políticas. No obstante, la expansión silenciosa y poco transparente de servicios digitales que implican el uso de datos personales y su disposición por entidades militares y de control debería ser una preocupación primaria para cientos de cubanos que, es probable, vean el «certificado digital» como un avance y una facilidad.
En 2021, desde elTOQUE Jurídico señalamos los riesgos asociados con la promulgación del Reglamento para el uso de la Ficha Única del Ciudadano en Cuba. La preocupación se basaba —entre otros elementos— en la ausencia de una legislación que regulara la protección de datos personales manejados por entidades estatales y que exigiera el consentimiento de los individuos para que terceros (o instituciones estatales) pudieran utilizar sus datos almacenados en los diferentes registros y archivos. Aunque la existencia de una ley no asegura por sí sola la protección de los derechos de los ciudadanos cubanos, la falta de la normativa facilita la perpetuación de arbitrariedades porque elimina cualquier posibilidad de demandar el cumplimiento de las reglas que el régimen decide adoptar.
Tras nuestro análisis y varios meses de funcionamiento de la Ficha Única, se promulgó la Ley de Protección de Datos Personales. Sin embargo, la legislación no representa una garantía efectiva para los ciudadanos; incluso, de forma nominal su capacidad de protección es insuficiente. La ley permite que las autoridades usen datos personales sin restricciones ni necesidad de consentimiento de los individuos «si se encuentran en fuentes de acceso público» o por «razones de bienestar general, (...) orden público e interés de la defensa y la seguridad nacional».
En un país en el que la ley no limita el poder y es el poder mismo el que determina cómo y cuándo se aplica la normativa, no parece irracional pensar que quienes están al mando de Xetid seguirán estableciendo lo que se considera fuentes de acceso público o cuándo hay un interés por el bienestar general, el orden público o la defensa y seguridad nacional. Lo anterior les permite utilizar los datos personales bajo su control para cualquier propósito.
LA TECNOLOGIZACIÓN DE LA REPRESIÓN Y LA VIGILANCIA
La práctica ha demostrado que en sistemas similares al cubano, la ampliación de la tecnología en la prestación de servicios controlados y monitoreados por el Estado totalitario ha sido la génesis para el establecimiento de un sistema de vigilancia tecnológica generalizada.
El sistema de crédito social en China, que se apoya en análisis de datos personales, integra dos conceptos distintivos. El primero, ampliamente reconocido en Occidente y en economías de mercado, se refiere a la solvencia financiera (destinada a evaluar y a pronosticar la capacidad de un individuo para cumplir con obligaciones de préstamos futuros). El segundo es una noción propiamente china a la que muchos expertos han llamado «solvencia social».
La «solvencia social» es una idea gestada por la burocracia del Partido Comunista chino enfocada en promover un mayor grado de confianza dentro de la sociedad. Para impulsar la confianza, la burocracia afirma combatir una amplia gama de problemas, desde la corrupción y las estafas telefónicas hasta la evasión fiscal. Con ese fin, han implementado un sistema de castigos y recompensas a nivel individual, cuyo seguimiento y difusión se realiza a través de una plataforma supervisada por entidades estatales.
Aunque no se evidencie que el régimen cubano aspire a establecer de manera deliberada un sistema de crédito social al estilo chino, la constante evolución de mecanismos de identificación y agrupación de datos personales en un único registro bajo la gestión del Minint y de las FAR sugiere la implementación de un sistema de monitoreo y vigilancia tecnológica mucho más sofisticado. El sistema parece enfocarse exclusivamente en lo que en China es la «solvencia social» —dada la ausencia de una economía de mercado y un sector financiero significativo en Cuba que haga relevante la evaluación de la solvencia financiera de los ciudadanos—.
El régimen cubano ha mostrado con claridad su interés en desarrollar este tipo de control y hay indicios de que podría buscar inspiración en el modelo chino. Recientemente, se han establecido acuerdos entre ambos Gobiernos sobre los cuales la burocracia de la isla ha divulgado poca información, pero que oficialmente buscan el intercambio de conocimientos en ciberseguridad y gestión de las tecnologías de la información.
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Pepe
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ex cubano
Lupe