Varios guías de turismo en Cuba han presentado sus proyectos al Ministerio de Turismo (Mintur) con el objetivo de que otorguen los permisos correspondientes al sector privado para realizar este tipo de actividades.

Los proyectos fueron solicitados por altos funcionarios del Mintur en un encuentro celebrado el pasado 22 de septiembre con seis representantes del grupo Guías Turísticos por su legalización como TCP (Cuba), una iniciativa que se articuló luego de que la actividad apareciera en la lista de 124 profesiones prohibidas en el sector no estatal publicada a inicios de este año por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS).

La intención del Mintur es «conocer a fondo hasta dónde se pretende llegar para identificar las trabas que encontraría la actividad del guía de turismo como TCP, poder legislar sobre la base de la solución a esas trabas y darle una participación amplia y no limitada», aclara un resumen de la reunión publicado por el grupo, del que forman parte más de 900 miembros que incluyen a guías de agencias estatales y autónomos.

Según explican, los proyectos deben incluir las actividades que los guías desean realizar, su alcance y la relación con otros factores de la comunidad.

Algunas expectativas de los guías de turismo

Las reacciones a esta solicitud han sido diversas: mientras decenas de personas han preparado o enviado sus proyectos de manera optimista, otros lo han hecho sin mucha ilusión, y hay quienes se rehúsan a confeccionarlo.

«Creo que el organismo que rige la actividad debería dejar claros cuáles son sus requisitos o límites, hasta dónde están dispuestos a permitir y qué no pretenden aceptar. Eso me parece más sensato que presentar un proyecto para que me digan qué puedo hacer o no dentro de él», comenta el guía Alexander Cruz.

«Cuando en la reunión con funcionarios del Mintur nos preguntaron cuáles serían nuestros proyectos, algunos de los participantes mencionaron acciones como la recogida de clientes en el aeropuerto, recorridos por la ciudad o la promoción de servicios turísticos a través de redes sociales. La respuesta por parte de uno de los directivos fue que esos proyectos no se podían aprobar porque varias de sus actividades conexas están prohibidas», apunta Arturo Mesa, traductor con varios años de experiencia en el sector turístico y uno de los participantes del encuentro.

Si la actividad de guía de turismo también permanece entre las actividades vedadas «¿no es mejor excluirla del listado de prohibiciones que ponerse a elucubrar cómo hacer sin hacer?», señala en un artículo publicado en el blog La Joven Cuba.

Por su parte Geovanni Guerra, emprendedor que ha fungido como guía durante casi diez años, considera que en un futuro próximo algunos emprendimientos pudieran ser aprobados en este sector, pero con una marcada discrecionalidad. 

«La Resolución 132/21 reconoce que las personas naturales cubanas (los cuentapropistas son personas naturales) pueden ser prestadores de servicios turísticos a través de las agencias de viajes nacionales, sin embargo, no aclaran en qué se basará la selección para otorgar estos permisos ni los procedimientos a realizar», explica.

La mencionada normativa define las agencias de viajes nacionales como «personas jurídicas constituidas en Cuba, que tengan en su objeto social la realización de actividades que consistan en la mediación entre los viajeros y los prestadores de servicios turísticos». Aclara, además, que la autorización de estas recae en manos del Ministerio de Turismo.

El documento no determina quiénes podrán crear estas agencias, pero reconoce que las personas naturales cubanas pueden ser «prestadores de servicios turísticos» que oferten «la venta de estos en composición de grupos, programas, circuitos, excursiones u otras modalidades turísticas» a través de las agencias de viajes nacionales.

A decir de Arturo Mesa, la solicitud de los proyectos pudiera tratarse también de una estrategia para «ganar tiempo» mientras el tema se evalúa en las instancias correspondientes.

«Es comprensible que por la importancia que tiene el turismo para la economía del país exista temor a realizar cambios bruscos en el sector, pero permitir que guías, turoperadores y agencias de viaje se desempeñen dentro del sector privado traería beneficios como la generación de empleos, mayor encadenamiento con otros negocios privados como restaurantes, alojamientos, transportistas y actividades recreativas; y una mayor variedad y dinamismo en las ofertas turísticas», agrega Guerra.

Guías de turismo privados ¿por qué y para qué? 

En los últimos años varios países de América Latina han apostado por la formación de guías de turismo tanto a nivel técnico como profesional para que estos, desde el sector privado, se conviertan en embajadores de sus comunidades. Los centros de enseñanza centrados en el tema suelen ofrecer cursos sobre la historia y cultura del país, y más específicos, centrados en una localidad o en temas puntuales como el turismo de naturaleza sustentable.

Rocío Catalina Blanco Berganza, Zaida Adela Alviso Gallagher y Manuela Balcazar, profesoras de la Universidad Nacional del Este, en Paraguay, profundizan en un artículo cómo la promoción del turismo local que llevan a cabo guías y turoperadores privados ha contribuido a avivar la economía de pequeñas localidades que anteriormente no eran de interés para los visitantes.

En el caso que describe la investigación, los guías no solo han contribuido a la sostenibilidad económica del Complejo Turístico Itaipú, sino que también participan en el diseño de nuevas actividades para este centro con el objetivo de atraer a visitantes e involucrar a la comunidad en su rehabilitación.

Investigaciones de la Universidad de San Martín, en Perú, también refieren cómo esta actividad ha traído consigo una diversificación del turismo de cada localidad, que van desde el cultural, hasta el de aventura, entretenimiento o relajación.

A decir de Darian Gutiérrez, emprendedor vinculado al área del turismo, la aprobación de la actividad de guía de turismo como TCP en Cuba no solo evitaría tirar por la borda experiencias positivas y competitivas acumuladas durante años de trabajo bajo un limbo legal, sino que también contribuiría al ingreso de divisas al presupuesto nacional y a la sostenibilidad de otros espacios (parques naturales, restaurantes, bares, museos, galerías) y de emprendimientos (servicios de taxis o experiencias ofrecidas por personas o grupos). 

«El turismo nacional, que cada vez es más frecuente, tendría más variedad en la oferta turística que le proporcionan ciudades tan visitadas como Trinidad. Las visitas guiadas o actividades que proponen las agencias estatales a los nacionales son, en su gran mayoría, inaccesibles por sus altos costos; los guías turísticos como TCP podrían ser una opción más para los nacionales que nos visitan. Todos salimos ganando», expresa en una carta enviada al Mintur, firmada junto a Geovanni Guerra.

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