A la actriz y fotógrafa cubana Mónica Molinet, aun antes de que Barack Obama anunciara su visita a la Isla, le interesó acercar la figura política del presidente norteamericano a los cubanos de a pie. Fue así como se le ocurrió hacer un performance en el Centro Cultural Bertolt Brecht, en el Vedado habanero, en el mismo lugar donde la agrupación jazzística Interactivo coreaba por esos días: “Ay Obama vuélvete loco y ven pa´ La Habana”.
Tomando como estética la monocromía y la distorsión óptica, Moník – su nombre artístico en el mundo de la fotografía – captó en imágenes los movimientos de quienes accedieron a colocarse caretas con diferentes expresiones del rostro del mandatario. En la serie que resultó de la experiencia, llamada bretchis brell por aquello de deformar incluso el título, puede verse a “Obama” bebiendo cerveza Bucanero, compartiendo con los jóvenes, fumándose un cigarrillo.
Para esta artista de 26 años, a quien quizás algunos recuerden por su actuación en la película La Piscina, sería muy beneficioso que las nuevas relaciones entre Cuba y los Estados Unidos no solo beneficien a una parte de la población.
Por eso, aunque entusiasmada por las palabras del mandatario norteamericano en su intercambio con los emprendedores el 21 de marzo, comenta su temor porque sean solo los cuentapropistas, los representantes del sector no estatal, quienes obtengan ventajas del acercamiento entre ambas naciones.
“Desde mi arte promuevo que estos acontecimientos tengan repercusión en la gente, en todo tipo de personas, y me gustaría que esa fueran las intenciones de Obama”, me dice pasada la euforia del momento.
A ella, que ha comenzado a incursionar en el mundo de las instantáneas y le encantaría que personas de todo el mundo vieran su obra, no le vendría mal que mejorara la conexión a Internet en la Isla, por solo mencionar uno de los aspectos a los que se refirió el Jefe de Estado durante el intercambio. Está segura de que cambios como ese podrían ayudar a muchos.
La pistola de Moník es el nombre que escogió para su emprendimiento fotográfico, a través del cual ofrece servicios de publicidad y moda. Luego de comenzar su carrera como actriz, decidió buscarse un arma que le permitiera crear con mayor independencia, un espacio en el que no estuviera sujeta a tantas personas y factores: “Cuando te acostumbras a estar delante de la cámara, lo que te falta para estar detrás es nada, porque te empiezas a empapar de todos los elementos y formas parte activa en el proceso creativo.
Si te interesa dominar la técnica, como me sucedió a mí, pues tienes más libertad”.
La visita de Obama crear nuevas esperanzas Foto: Mónica Molinet.Muy pronto comenzará a trabajar con diseñadoras para explorar en conjunto una estética más internacional. Según ella, las creaciones de Cuba se distinguen en cualquier lugar del mundo, y “eso no está mal, pero también podemos mezclar lo nacional y lo foráneo sin que pierda la identidad, lo auténtico”.
Moník afirma que cuando se halla lejos de la Isla, extraña los valores culturales de esta tierra.
“Veo en Cuba un potencial que no he hallado en ningún otro lugar, a nivel de talento humano y de disposición, aquí hay un montón de gente que le entra con tremenda bomba a los proyectos. En otros países es distinto y por eso me interesa hablar de mi realidad”.
El encuentro con Obama no solo le permitió ver de cerca a ese hombre tan famoso al que había disparado con su arma días atrás, sino también conectarse con otros jóvenes que están haciendo un arte que le interesa, como los muchachos de las revistas Vistar o Garbos, “que están desarrollando un trabajo bastante atractivo”.
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Alma Molinet