«Ni derechos humanos ni humanos con derechos»: en Cuba se sobrevive entre la represión estatal y la crisis

Foto: elToque
«Hoy es el Día de los Derechos Humanos y tengo parqueada frente a mi casa la patrulla 241 que me informa que no puedo salir, no me puedo mover. (…) Aquí en Cuba no existen derechos humanos ni humanos con derechos». Las palabras de Wilber Aguilar Bravo resumen la situación de muchos activistas, periodistas independientes y familiares de presos políticos el 10 de diciembre de 2025, cuando se celebra el Día Internacional de los Derechos Humanos, conmemorando la fecha en que la Asamblea General de la ONU adoptó la Declaración Universal de Derechos Humanos en 1948.
En un video, el padre de Walnier Luis Aguilar Rivera —un joven con discapacidad intelectual condenado a 12 años de cárcel por las protestas de julio de 2021— contó que varios miembros de su familia han estado convalecientes durante las últimas semanas, tras enfermarse por la crisis sanitaria y la epidemia de arbovirosis que asola al país.
«Pasamos el virus en mi casa muriéndonos prácticamente y no vino un médico ni una ambulancia; y hoy en el Día de los Derechos Humanos se aparece un patrullero con dos agentes de la Seguridad del Estado», denunció Wilber Aguilar, exponiendo cómo los recursos que faltan para atender las necesidades de las personas sobran para reprimir.
El Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) reportó al menos «44 acciones represivas contra activistas en Cuba» relacionadas con la fecha del 10 de diciembre, documentadas hasta el mediodía de este miércoles. Según la ONG, la cifra incluye «detenciones y otros abusos» como «sitios ilegales de viviendas, arrestos domiciliarios y restricciones de Internet y telefonía».
La activista Yamilka Lafita, conocida en redes sociales como «Lara Crofs», denunció que «un señor mayor que se presentó como “jefe de los combatientes Eduardo”», se presentó en su domicilio en La Habana acompañado de dos policías para advertirle que no puede salir.
«No importa. Mi puerta puede estar vigilada, pero mi voz no la callan. Mi homenaje, mi dolor, mi apoyo absoluto y mi solidaridad inquebrantable están con mi pueblo, con los presos políticos, con los desaparecidos, con las madres que alzan la voz y siguen luchando por el derecho a la libertad de sus familias, con cada cubano que hoy resiste, aunque le cueste la libertad o el exilio», expresó Lafita.
Juliette Isabel Fernández Estrada, esposa del periodista Boris González Arenas, denunció que, desde las primeras horas de este 10 de diciembre, el intelectual disidente estaba bajo la vigilancia de la Seguridad del Estado, apostada frente al edificio donde residen.
«Este Gobierno solo tiene energía para reprimir al pueblo al que está matando de hambre», criticó Fernández Estrada.
Además, han trascendido reportes de acoso policial a la periodista Camila Acosta y el reportero independiente Vladimir Turró; el líder sindical independiente Iván Hernández Carrillo; el expreso político Andy García Lorenzo y su familia; y la líder del movimiento Damas de Blanco, Berta Soler, quien denunció estar junto con su esposo, el expreso político Ángel Moya, sitiada por agentes del Estado en el barrio de Lawton, La Habana.
El OCDH también denunció que, a pocos días de haber sufrido una detención arbitraria, el disidente Manuel Cuesta Morúa amaneció «sitiado [por agentes del Estado] y sin conexión a Internet».
El régimen del Partido Comunista de Cuba (PCC) no solo niega los derechos civiles y políticos de millones de cubanos dentro y fuera del territorio nacional. También socava y viola los derechos culturales, sociales y económicos de la mayoría de la población, lo que ha elevado el descontento ciudadano.
Cuba vivió entre la noche del 8 y la madrugada del 9 de diciembre de 2025 varias protestas y cacerolazos provocados por los apagones prolongados, en medio de un colapso energético que se agrava y fallos en otros servicios básicos como el abasto de agua, el acceso a la alimentación y la crisis de Salud Pública.
Los cortes eléctricos, que en algunas zonas de La Habana superaron las 12 horas, detonaron manifestaciones en barrios de la capital, pero también en localidades del centro y el oriente cubano. La organización Justicia 11J documentó más de diez protestas en La Habana, Baracoa (Guantánamo), la Universidad de Camagüey y Artemisa.
«Los hechos responden a detonantes inmediatos —apagones prolongados, falta de agua, abandono institucional—, pero expresan un malestar sostenido y una ruptura creciente con un sistema incapaz de garantizar condiciones y libertades básicas», comunicó Justicia 11J en sus redes sociales.
La ONG informó que, según sus registros, al menos «750 personas continúan privadas de libertad por motivos políticos, y una parte significativa de ellas —562— está encarcelada por ejercer el derecho a la protesta desde julio de 2021».
En noviembre de 2025, se conoció que el Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria de las Naciones Unidas (GTDA) concluyó que decenas de manifestantes del 11J son víctimas de detenciones arbitrarias, violaciones graves al debido proceso, discriminación política y religiosa, y tratos crueles en prisión, según las Opiniones 46/2025 y 57/2025 enviadas a la ONG Prisoners Defenders.
El Estado cubano no respondió a la notificación enviada por el Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria. Las autoridades cubanas niegan que en la isla ocurran violaciones sistemáticas de derechos humanos, mientras criminalizan la protesta pacífica y la abierta oposición al Gobierno, entre otros derechos civiles y políticos.
El Día Internacional de los Derechos Humanos es, a nivel mundial, un momento para reconocer tanto los avances en la protección de los derechos humanos como los desafíos persistentes, especialmente en contextos donde la opresión y la violencia continúan vulnerando a millones de personas, como sucede en Cuba.
En el proceso que condujo a la adopción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la entonces República de Cuba desempeñó un papel destacado; sin embargo, ese protagonismo se desvaneció tras la revolución de 1959 y la posterior transformación del país en un Estado totalitario bajo el liderazgo de Fidel Castro.
El Estado cubano, controlado por el régimen del PCC, no ha ratificado los pactos internacionales de la ONU que firmó en 2008 (Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales).
Para las personas como Wilber Aguilar, este 10 de diciembre ha sido otra jornada de represión estatal «contra quien alza la voz, quien quiere la libertad de su hijo, quien defiende a su familia. Aquí van contra el pueblo», concluyó.












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