La huelga de trabajadores portuarios en Estados Unidos, que involucra a más de 47 000 estibadores y afecta a 36 puertos clave de la costa este y el Golfo de México, no solo tiene graves implicaciones para la economía estadounidense, sino que también representa una amenaza para la economía cubana.
El «paro» —el primero en casi medio siglo para el sindicato International Longshoremen’s Association (ILA)— tendrá repercusiones directas en el abastecimiento de productos como el pollo, la carne de cerdo, la leche en polvo, el trigo, el café, el azúcar y el maíz; algunos de los renglones que exporta EE. UU. a Cuba.
La huelga en los puertos estadounidenses podría interrumpir el flujo de los productos hacia Cuba, pues muchos provienen de puertos como Miami, Nueva Orleans y Houston; actualmente paralizados.
Si la huelga se prolonga es probable que la escasez de alimentos en Cuba empeore; lo que, a su vez, generaría un aumento en los precios de productos esenciales.
Aunque las sanciones estadounidenses restringen las relaciones comerciales entre ambos países, ciertas exportaciones —principalmente de productos agrícolas y alimentos—, están autorizadas bajo licencias especiales.
En los últimos años, las importaciones desde Estados Unidos —tanto privadas como estatales— han sido un salvavidas para la isla, por lo que cualquier interrupción en el flujo de mercancías podría ser desastrosa.
Hasta julio de 2024, el comercio de mercancías estadounidenses con Cuba ascendía a unos 328 millones de dólares, según la Oficina de Censos Estadounidense.
En el caso del pollo, en el primer semestre de 2024, Cuba importó 127 000 toneladas, lo que representa una disminución del 8.6 % en comparación con las 139 000 toneladas adquiridas en igual período de 2023.
A pesar de la reducción en la cantidad, el costo total de las importaciones aumentó el 7 %, pasando de 141 millones de dólares en 2023 a 150 millones en 2024, debido al incremento en el precio por kilo del producto.
«Las exportaciones de carne de pollo de EE. UU. son la principal oferta de la fuente de proteína animal de mayor consumo en Cuba y compensan la aguda crisis agropecuaria nacional de la cual todavía no se observa la luz al final del túnel», explicó el economista cubano Pedro Monreal en la red social X.
El Consejo Económico y Comercial Estados Unidos-Cuba informó que las exportaciones disminuyeron en junio de 2024 un 5.8 % con respecto a mayo, aunque representaron un aumento del 31.4 % interanual. Los datos aportados por la entidad no incluyen cargos de transporte, cargos bancarios u otros costos asociados con las exportaciones.
Varios emprendedores cubanos podrían afectarse por la huelga en curso, dado que es EE. UU. su proveedor principal. La paralización de las operaciones no solo afecta la llegada de la mercancía a Cuba, sino que encarece la importación y luego el cargo económico se refleja en un aumento del precio.
El socio de una mipyme dedicada a la comercialización mayorista explicó —en anonimato a elTOQUE— que los retrasos en la descarga de mercancías en los puertos aumentan los costos operativos debido a los pagos adicionales por estadías prolongadas en los muelles.
«Tenemos una capacidad limitada de almacenamiento, por lo que planificamos lo mejor posible los tiempos para cada una de las importaciones. Aunque dejamos margen a cualquier eventualidad —que casi siempre tiene que ver con el puerto en Cuba—, si se retrasa o se juntan varias cargas, todo el proceso se desorganiza».
Explicó además que, en el caso de productos perecederos como el pollo, la incertidumbre también puede afectar la capacidad para su conservación al arribar al país. «Podríamos perder una parte de la inversión», lamentó, aunque con el alivio de haber contratado menos mercancías tras el tope de precios del Gobierno a ese y a otros cinco productos básicos.
Varios socios de mipymes explicaron —durante una reunión con la viceministra del Ministerio de Finanzas y Precios, Lourdes Rodríguez Ruíz— que no es la primera vez que «hechos extraordinarios» afectan las importaciones a la isla y, en consecuencia, el abastecimiento y precio de los productos. Según dijeron, han sucedido varios imprevistos: desde epidemias de gripe aviar hasta prioridades de operaciones para con compradores más grandes que retrasan o encarecen las importaciones de pollo, por ejemplo.
«A ello se suma que, aunque sea un centavo, cada mes el precio aumenta y la contratación de fletes también tiene un costo que podría variar por huelgas como esta», explicó a elTOQUE el emprendedor que prefirió no decir su nombre.
Uno de los principales motivos de la huelga es la protección contra la automatización de los procesos portuarios que amenaza con eliminar empleos, así como el aumento salarial solicitado por los trabajadores, quienes piden un incremento del 77 % en siete años.
Por otro lado, los empresarios navieros, representados por la US Maritime Alliance (USMX), solo están dispuestos a ofrecer un aumento del 50 %, lo que ha llevado a un estancamiento en las negociaciones.
Según informó la agencia EFE, la huelga afecta más del 43 % del comercio marítimo de Estados Unidos y podría generar pérdidas de hasta 5 000 millones de dólares por día.
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