Foto: Prensa Latina
Residencias médicas de mexicanos en Cuba: el negocio de los estudios
15 / octubre / 2024
Carlos es un médico mexicano que ha vivido dos años en Cuba. Cursa el programa de residencia médica en Oftalmología en La Habana. Su estancia en la isla ha sido un desafío de supervivencia: rentarse, transportarse y alimentarse. «Los alimentos y los artículos de primera necesidad no se encuentran en todos los lugares y no hay un sitio en el que lo consigas todo. Hay en pequeñas cantidades y tienes que buscar en tiendas particulares», cuenta.
Desde inicios de 2024, estudian en Cuba más de 600 médicos mexicanos financiados por el Gobierno de México y como parte de un acuerdo entre ambas naciones. El convenio deja un importante beneficio económico para la isla, que ha visto en la formación médica una fuente de ingresos para la economía nacional y un refuerzo de personal en los hospitales mientras los estudiantes hacen sus prácticas.
Sin embargo, las autoridades cubanas no ofrecen acompañamiento o facilidades para que los médicos mexicanos se instalen en un país con una crisis económica y social cada vez más profunda.
«Las rentas nos tienen a varios molestos». Carlos explica que los precios se dispararon tras su llegada en septiembre de 2022. Además, aunque les cobran en divisas porque los arrendatarios aceptan euros o dólares, les entregan un comprobante de pago en moneda nacional. Pagan entre 300 y 700 USD o euros por viviendas con muebles de mala calidad y cuya renta no incluye los servicios de agua, electricidad, Internet ni otros. La universidad cubana les exige que el alojamiento debe ser legal; es decir, que pertenezca a una persona con permiso para arrendar su vivienda.
Rafael, médico y director de una universidad mexicana, comenzó a estudiar en septiembre de 2024 la especialidad Traumatología y Ortopedia en Cuba. Aunque no había llegado a la isla cuando conversó con elTOQUE, conocía las difíciles condiciones de las viviendas y el alto costo del hospedaje para extranjeros. «Me han dicho que cuesta alrededor de 400 USD conseguir algo bien equipado —aquí en México no sería tan caro— y me advirtieron que debemos tener mucho cuidado porque la gente se aprovecha y lucra con nuestro desconocimiento».
En los últimos años, el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnología (Conahcyt), institución del Gobierno mexicano, ha publicado convocatorias para realizar especialidades médicas en Cuba. La convocatoria 2024 de Becas de Posgrado para Especialidades Médicas en Cuba recoge dos formas de postulación: una para los profesionales que rindieron el Examen Nacional para Aspirantes a Residencias Médicas (Enarm) y otra, exenta de Enarm, para quienes demuestren «haber trabajado dos años como médica o médico general en servicio de atención directa a pacientes».
Entre otros requisitos, figuran el título de Licenciatura en Medicina, la certificación oficial de notas de Licenciatura con promedio mínimo de 8 puntos y una carta de compromiso de reincorporación al país.
Los becarios pueden optar por 11 especialidades médicas: Anatomía Patológica, Genética Médica, Geriatría y Gerontología, Higiene y Epidemiología, Medicina Física y Rehabilitación, Medicina Intensiva y Emergencias, Medicina Interna, Neumología, Patología Clínica, Psiquiatría, y Traumatología y Ortopedia. Los programas son presenciales, a tiempo completo y duran entre tres y cuatro años.
La formación médica: una forma de ingresos para Cuba
La Comercializadora de Servicio Médicos Cubanos S. A. es la empresa que cobra los servicios relacionados con el personal de la Salud. Es conocida por la firma de los contratos y el cobro tras las misiones médicas cubanas en el exterior, pero también se dedica a la venta de cursos de grado, maestrías, doctorados y especializaciones profesionales a quienes quieran estudiar medicina o alguna de sus ramas afines en Cuba.
«La formación académica de posgrado en Salud para extranjeros abarca más de 50 especialidades médicas, cinco estomatológicas, cuatro de enfermería y una en Psicología de la Salud; así como más de 40 maestrías y programas doctorales en Ciencias de la Salud», precisa el documento informativo para estudiantes extranjeros de la Comercializadora de Servicios Médicos.
La formación médica es un área lucrativa y es prioritario para el país encontrar rentabilidad en los servicios que puede ofrecer.
El costo de la matrícula de cualquier formación es de 1 000 USD, a lo cual se suma el precio particular de cada uno de los programas. Las especialidades médicas se dividen en cuatro grupos y tienen un costo por año académico de 12 000, 14 000, 17 000 o 23 000 USD; las especialidades estomatológicas cuestan 17 000 USD, y las especialidades de enfermería oscilan entre 12 000 y 14 000 USD. En caso de optar por un curso de idiomas, el costo sería 3 000 USD por dos semanas. Para los becarios mexicanos no es necesario.
Los estudiantes extranjeros, además, deben contratar de manera obligatoria un seguro de Salud. En Cuba, la empresa Asistur es la única autorizada para comercializar y homologar los seguros extranjeros de los estudiantes.
Según la información publicada por Conahcyt, la institución mexicana paga a la cubana la colegiatura anual por especialidad médica con un costo entre 7 800 y 12 500 EUR. Los precios son más bajos que los que cobra Cuba a otros estudiantes extranjeros, como puede corroborarse en ambas tablas. Por ejemplo, la especialidad de Anatomía Patológica se ubica en el Grupo II y cuesta 14 000 USD por año académico, en tanto a los mexicanos se les cobra 7 800 EUR de colegiatura anual, según datos publicados por Conahcyt. La razón de la diferencia monetaria puede deberse a un ajuste entre ambas instituciones. Conahcyt cubre también, de acuerdo con la edad y el sexo, el seguro médico anual para cada becario, que oscila entre 231 y 2 060 EUR.
Conahcyt no solo cubre el costo de la colegiatura para residencias médicas en Cuba. Según la convocatoria de 2024, puede costear un monto máximo anual de 4 069 EUR para los mexicanos que deseen hacer una maestría en la Unión Europea o en Cuba y 10 707 EUR para doctorados en estos países.
Si calculamos con los valores mínimos, en el curso 2023-2024, la Comercializadora de Servicios Médicos Cubanos recibió más de 4 800 000 EUR por concepto de matrícula y seguro de Salud.
A lo anterior se suma que los becarios mexicanos reciben mensualmente una manutención de 1 090 EUR si viajan solos a Cuba y de 1 362 EUR si van con dependientes económicos; es decir, con parte de la familia (por ejemplo, becarios con hijos menores de edad).
El uso de las monedas euros y dólares estadounidenses puede deberse a que los mexicanos que estudian en la isla fueron obligados en los inicios del programa a crearse una cuenta en MLC en un banco cubano para recibir su beca. Carlos, tras dos años de estudio, aún recibe su pago mensual en MLC; pero Rafael, quien acaba de llegar a Cuba, señala que tiene la opción de recibirlo en su tarjeta mexicana. Según la Guía de referencia para la persona becaria en el extranjero, de Conahcyt, el Banco Popular de Ahorro de Cuba (BPA) se encarga de mediar en el acceso a la beca.
Un reportaje de Cubanet publicado en 2021 da cuentas del disgusto que supuso para los médicos mexicanos conocer que la vía de pago sería en tarjetas cubanas. Esa vía ha limitado sus posibilidades de administrar el dinero como deseen porque las tarjetas solo se pueden usar en Cuba y los escollos para la extracción de divisas representan un problema de larga data en la isla.
Rafael cuenta que accederá al programa de estudios porque cumple con los requisitos. Pero no podrá escoger el centro en el que desea estudiar, irá a La Habana. «Existe la posibilidad de que tú te autofinancies los estudios. Si tú te pagas, ahí sí puedes escoger lo que quieras —aclara—, pero si no puedes pagar, Conahcyt y la Comercializadora de Servicios Médicos Cubanos escogen la sede que te tocará».
Los cursos que se ofrecen involucran a las 14 universidades de Ciencias Médicas ubicadas en Guantánamo, Santiago de Cuba, Granma, Holguín, Las Tunas, Camagüey, Ciego de Ávila, Sancti Spíritus, Villa Clara, Cienfuegos, Matanzas, La Habana, Pinar de Río y la Escuela Latinoamericana de Medicina.
Según varios estudiantes contactados —aunque se han facilitado los trámites por los acuerdos entre ambos países y el pago de la matrícula y del año académico los realiza la autoridad mexicana a la Comercializadora de Servicios Médicos—, queda a cuenta de ellos la legalización de los documentos que deben presentar en Cuba. Una vez en el país, deben autogestionarse el hospedaje y los insumos que necesitarán.
¿Por qué los mexicanos eligen Cuba?
«Se conoce que los médicos cubanos son muy buenos. Además de la medicina curativa, utilizan la medicina preventiva para evitar el desarrollo de enfermedades y existe un buen concepto sobre la capacitación médica en Cuba. Fue uno de los factores más importantes para decidirme», reconoce Rafael.
Para Carlos, dos cuestiones influyeron en su decisión de estudiar en Cuba: el mismo idioma y la revalidación de estudios anteriores. «Entras rápido y directo a realizar la especialidad, en otros países es mayor el número de requisitos que piden», aclara.
Jesús, un gerontólogo y geriatra mexicano que comenzó a estudiar en 2024 en Cuba, contó a elTOQUE que la isla es el único país con el que México logró establecer un convenio: «los otros países que aparentemente nos iban a apoyar cancelaron por razones desconocidas. El organismo encargado de ofertar las becas solo tiene esta opción para especialidades médicas; para otros posgrados tiene oferta de más países, pero lo que a mí me compete es la especialidad médica», asegura.
A inicios de 2021, el medio de comunicación El Heraldo de México reportó un fallo en el programa de residencias médicas en el extranjero para mexicanos. Las 1 600 becas de especialización que debían ofertarse para cinco países no se concretaron. El subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, atribuyó el problema a la pandemia de coronavirus. Solo Cuba abrió la posibilidad para 1 000 plazas.
Un grupo de médicos mexicanos protestó ese año frente al Palacio Nacional por el derecho de hacer la especialidad en su país. «Nos están mandando a Cuba como opción para obtener una plaza para cursar la especialidad médica. Los trámites son caros, corren por nuestra cuenta, son alrededor de 18 000 a 20 000 pesos [mexicanos] y muchos no tenemos las posibilidades económicas para irnos», dijo la médico general Ingrid Izar a una televisora local en febrero de 2021.
Durante el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, Cuba ha sido el principal país al que se destinan apoyos para estudios internacionales: en seis años (de 2017 a 2023) los apoyos ascendieron de 9 a 430 becas. Por otra parte, disminuyeron las becas de posgrado de Conahcyt para estudiar maestría y doctorado en países como Reino Unido, Estados Unidos y Canadá.
El medio mexicano Animal político revisó el padrón de beneficiarios de Conahcyt hasta 2023 y encontró que antes de la pandemia, la cantidad de becas que se otorgaban para especialidades médicas en la isla era muy pequeña. En 2017 se pagaron nueve, en 2018 la cifra subió a 13, y en 2019 y 2020 hubo apenas una sola beca activa en ese país. El crecimiento comenzó en 2021 con 177 becas, en 2022 hubo un registro de 392 becas pagadas y en 2023 la cifra subió a 430.
Hasta el primer semestre de 2024, se registraban 601 mexicanos con becas de su Gobierno para cursar especialidades médicas en Cuba.
Sobre la experiencia de estudiar en Cuba, Carlos advierte que el país no atraviesa su mejor momento. «Hay escasez o tal vez hay lo justo y necesario; al venir de un país donde encuentras todo lo que necesitas en una sola tienda, se hace compleja la adaptación, pero te terminas acostumbrando», admite.
El médico mexicano recomienda estudiar en Cuba solo especialidades clínicas. Para las especialidades quirúrgicas se requiere una práctica frecuente que en Cuba no ha encontrado. «Durante la formación se transita por una curva de aprendizaje y eso se logra con constancia y práctica, que aquí no las hay. Por la falta de insumos, los quirófanos no están abiertos siempre», lamenta.
En cambio, Jesús resalta que el profesorado cubano enseña a salvar vidas y a priorizar el bienestar del individuo; son personas a las que puede acercarse para conversar; mientras en México «el profesor te enseña según lo establecido en el programa, para cumplir metas —explica—, pero si conoce un procedimiento que le costó aprender, o sea, le costó dinero, no te lo enseña gratis». Otra diferencia sustancial, a su juicio, es el acoso laboral y sexual que las doctoras mexicanas experimentan en su país y que no ha percibido en Cuba.
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Titi