Una petición en la plataforma Change que acumula más de 800 firmas pide reducir el tiempo de espera para solicitar el permiso de trabajo en Estados Unidos por parte de inmigrantes recién llegados, solicitantes de asilo político. Entre quienes se beneficiarían con la posibilidad se cuenta una parte importante de los 249 756 cubanos que han arribado por frontera terrestre al país norteamericano en el año fiscal 2022 y lo que va de 2023. 

La iniciativa va dirigida a los servicios de Inmigración, la Administración de Joe Biden y, en específico, al cubanoamericano Alejandro Mayorkas, secretario de Seguridad Nacional de los Estados Unidos. Tiene el objetivo de alcanzar las mil firmas, para que logre un mayor alcance y pueda ser valorada por las altas esferas del Gobierno demócrata.

Según la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos​ (U.S. Customs and Border Protection, CBP), en el año fiscal 2022 entraron al país dos millones 766 582 inmigrantes, una cifra representativa con respecto al millón 965 519 declarado en 2021.

Sin embargo, las personas recién llegadas no cuentan con un permiso de trabajo inmediato, por lo que cumplen los requisitos para recibir ayuda del Gobierno. Las regulaciones actuales del Departamento de Inmigración y Ciudadanía (USCIS, por sus siglas en inglés) establecen que solo pueden solicitar un permiso de trabajo (a través del formulario I-765) 150-180 días después de recibir el comprobante de recepción del caso de asilo político.

«Desde la experiencia de mis clientes, el recibo del asilo político se está demorando alrededor de cinco meses en llegar. Luego de este tiempo es que se puede solicitar el permiso de trabajo», confirmó la abogada Claudia Cañizares, que dirige un bufete especializado en asuntos migratorios en Miami, Florida. 

Estamos contratando, solo con permiso de trabajo

La petición de Change explica que sin permiso de trabajo los inmigrantes se convierten en una carga pública y familiar. «Además, aumenta la contratación irregular por parte de los empleadores», lo cual genera abusos y violaciones a los derechos laborales, especifica.

Para el cubanoamericano Fidel Villanueva, una vez que los inmigrantes se entregan en la frontera y comienzan su proceso de inmigración dentro del territorio estadounidense, lo más beneficioso para todos sería que pudieran trabajar. Un camino rápido hacia su independencia financiera.

«Sería lo más lógico. Un inmigrante que tiene permitida la entrada en Estados Unidos debe tener la oportunidad de trabajar lo más rápido posible, así ayuda al país y no es una carga para nadie», comentó a elTOQUE.

Karelia García, quien entró por la frontera en abril de 2022, considera que cuando se hace el proceso para obtener un número de seguridad social, el documento debería incluir la autorización para trabajar.

«Eso te abre muchas puertas. Pudiera ser un permiso temporal y restringido hasta que se cambie el estatus en el país. Pudiera servir para realizar trabajos que el Gobierno acepte, quizá no estamos aptos para todos los empleos, pero sí para muchos que exigen el permiso y eso es una limitante. Es la ayuda más grande que nos pueda dar este país: trabajar legalmente y poder estudiar y ayudar a su progreso», agrega Karelia García, de 27 años.

El duelo de una emigración forzada

El éxodo de un país y una ola migratoria creciente que se traduce en separaciones forzadas y vivencias de dolor para tantas familias es una derrota para cualquier sistema político, por indiferente que se muestre.

Rossana García, una de las firmantes de la petición en Change, señaló que la mayoría de los emigrantes «vienen a Estados Unidos para tener una vida mejor como resultado de su trabajo. No tiene sentido darles cupones de alimentos, atención médica y dinero en efectivo por más meses de los necesarios, solo porque no tienen permiso para trabajar. Eso cuesta mucho dinero a los contribuyentes. Debemos permitirles contribuir a la prosperidad del país».

Rosa María García comentó en la petición que lleva siete meses en Estados Unidos y todavía no recibe su comprobante de solicitud de asilo político. «Después tengo que esperar 150 días para solicitar el permiso de trabajo. Yo quiero trabajar, no la ayuda del Gobierno».

Como residente en los Estados Unidos, Lourdes Cabrera cree que es beneficioso para todos reducir el tiempo para solicitar un permiso de trabajo. «El tema de las rentas en Miami, por ejemplo, que es donde yo vivo, es un poco delicado. Los precios están muy elevados y las personas que llegan al país necesitan trabajar para poder pagarla», asegura a elTOQUE.

Cubanos con parole humanitario en EE. UU. y el permiso de trabajo: supuestas ventajas

En julio pasado, el Departamento de Inmigración y Ciudadanía presentó una nueva medida. Establecía que todos los cubanos y extranjeros que entraran con parole humanitario en Estados Unidos podían solicitar permiso de trabajo. La orden también favorece a los inmigrantes que recibieron un parole de beneficio público.

La cubana Yisel Yuque llegó en ese mes a la frontera estadounidense por El Paso, Texas, junto a su esposo y su hija de siete años. La nota oficial del Departamento precisa que quienes posean la autorización pueden gestionar el permiso laboral en línea. Para ello, necesitan ingresar al portal de USCIS y rellenar la información solicitada a través del formulario I-765.

Pero en la práctica, la realidad se ha mostrado diferente por completo. Hasta este momento, Yisel todavía no tiene aprobado el permiso de trabajo y solo le ha llegado la cita para que le tomen sus datos biométricos, conocido como «poner las huellas». Ella y su esposo lo solicitaron desde el pasado 9 de agosto. «La cita para poner mis huellas llegó el 8 de septiembre y aún estoy esperando el resto del proceso. Mi esposo lo solicitó junto a mí y fue a poner las huellas el 2 de diciembre, a él todo se le ha demorado más».

«El permiso de trabajo es un avance. Imagínate cuánto se puede hacer con eso. Puedes trabajar, estudiar, superarte. Aquí hay lugares con condiciones para darle trabajo a muchas personas, pero no tener un permiso es la principal limitación. Yo he ido a muchos sitios que no me dan el puesto por el tema del permiso de trabajo, no por mis capacidades», añadió Yisel.

¿Cuánto aportan los emigrados cubanos?

Darío Curbelo y Reyné Javier Hernández son de esos emigrados que se consideran simplemente cubanos, a pesar de vivir fuera de la isla. Las remesas y las recargas constituyen una vía fundamental para ayudar a sus padres desde el extranjero.

Escasez de mano de obra en Florida: posibles soluciones en la inmigración

De acuerdo con los datos más recientes de la Oficina de Estadísticas Laborales, del Departamento de Trabajo de los Estados Unidos, en octubre de 2022 había 10.3 millones de puestos vacantes en el país. En la región sur sumaban 4 millones. En los estados Alabama, Arkansas, Delaware, Distrito de Columbia, Florida, Georgia, Kentucky, Luisiana, Maryland, Mississippi, Carolina del Norte, Oklahoma, Carolina del Sur, Tennessee, Tejas, Virginia y Virginia Occidental.

Para la comunidad migrante, el estado de Florida es uno de los más buscados como destino para vivir y trabajar. Sin embargo, la espera para solicitar el permiso de trabajo limita las oportunidades de los recién llegados e impide el acceso a los puestos de trabajo vacantes.

Alejandro Hernández y Carmen Díaz Echeverría resaltaron en el foro de comentarios de la petición de Change la necesidad que tienen de un permiso de trabajo. «No quiero ser una carga pública. No puedo volver a mi país, por eso quiero trabajar legalmente aquí y pagar mis impuestos», escribió Alejandro. Carmen confesó que lleva muchísimo tiempo a la espera de su permiso para poder trabajar de manera legal.

Jessica Cooper, dueña de Sugar Top Farms, negocio ubicado en las afueras de Orlando, declaró a CNN que hay una escasez masiva de mano de obra en Florida en básicamente todas las industrias.