«Desaparecido» es la palabra más dura que conoce Dulce María Nápoles. Es también la más terrible para Tatiana Gayoso. Dos madres y un dolor compartido: la ausencia de los hijos. Pedro Francisco Alonso Nápoles y Jorge Luis Hernández Gayoso eran parte de un grupo de 18 balseros que abandonaron el país el 10 de noviembre de 2020 por Cárdenas, Matanzas. Viajaban en un barco de pesca «con buenas condiciones». Dos años y dos meses han transcurrido desde aquel día —escribe cada una en un chat diferente. Cuentan así la duración de una carencia que arrastra incertidumbre y desvelo.
«Hace tres meses supimos, gracias a un muchacho que los reconoció, que están vivos en una cárcel de las Bahamas. Nos dijo que probablemente no los encuentran en el sistema de inmigración cubano y por eso no tramitan su deportación. ¿Pero cómo van a aparecer en el registro de aquí, si a los cuatro meses de su desaparición los dieron por muertos en el carné de identidad, pusieron la baja en la libreta normada… en todas partes?», afirma Dulce.
«La ley cubana ―y muchas otras― establece dos estadíos legales para transitar desde la condición de persona desaparecida a la de presuntamente muerta. Una persona desaparecida puede ser declarada ausente por un tribunal luego de transcurrido un año desde que se supo por última vez sobre su paradero. La presunción de muerte puede declararse al cabo de los tres años», precisa un texto de elTOQUE Jurídico.
Sin embargo, la nota agrega también que «cuando la desaparición se produce como consecuencia de un desastre natural o accidente que implique la probable muerte de la persona», la solicitud de un familiar ante un tribunal puede hacerse en el término de seis meses. En el caso de Pedro y Jorge, no se solicitó, según advierten las dos madres. La declaración anticipada de deceso, quizá, supuso un atolladero burocrático que aumentó su vulnerabilidad.
Hace tres meses, un suceso marcó el punto de giro en las averiguaciones emprendidas por las mujeres. «Mandaron un papelito con una persona de un grupo que vino repatriado, estaban los nombres de ellos y de algunas madres. Nos dijeron que estuviéramos tranquilas, que estaban vivos. Que estaban presos, pero que estaban vivos, y no supimos más nada de ellos». Desde la fecha, buscan respuesta sobre la situación legal de sus hijos balseros.
En Cuba no existe información pública sobre la existencia de «un protocolo o sistema especial» para la investigación de personas desaparecidas. Por esa razón, es común que familiares y amistades se encuentren desorientados sobre qué deben hacer o a qué autoridad acudir cuando ocurre la desaparición.
Las redes sociales son el único camino que han hallado para hacer la denuncia.
Converso con Tatiana a finales de enero de 2023:
—Tatiana, ¿qué han podido averiguar?
—Nada.
—Hemos ido a varios lugares, por ejemplo, a la Oficina de Atención Ciudadana del Ministerio de Relaciones Exteriores (Minrex). Lo que nos dicen es que no aparecen en ninguna lista. Escribí a un contacto de WhatsApp de la embajada cubana en las Bahamas. Me respondieron que allí no hay detenidos por tanto tiempo.
2 años, 3 meses y 8 días de zozobra.
Las respuestas siguen sin llegar.
Dulce y las otras madres revisan a diario en redes sociales las publicaciones sobre balseros retornados; las listas de detenidos que los familiares han ido construyendo a partir de testimonios y los relatos que comparten en el grupo de Facebook Se Busca Familiares de Balseros Cubanos Desaparecidos en el Mar (una iniciativa espontánea de colaboración ciudadana para ayudar a localizar a migrantes que han quedado varados en otros países o han sido devueltos a Cuba).
«Nosotras hemos llamado al Minrex, seguimos llamando. Pero según dicen, no tienen información para ofrecernos», asegura Dulce. «La gente de Inmigración en Cárdenas nos dijo que no podían hacer nada, incluso una vez respondieron que nosotras debimos haber tenido cuidado para que no se fueran así del país».
Bahamas: datos oficiales y el relato de un retornado
La información oficial sobre los balseros cubanos retenidos en las Bahamas es muy limitada. En diciembre de 2022 varios familiares de desaparecidos decidieron organizarse y hacer una lista con más de 100 nombres para reclamar la atención de las autoridades cubanas.
The Associated Press (AP) reportó en esa fecha que al menos media docena de mujeres llegaron a la sede diplomática de las Bahamas en La Habana. Los familiares «indicaron que no darían declaraciones e insistieron en que eran familias “desesperadas” y que no tenían otro interés que el de saber del destino de sus seres queridos».
«La lista recopilada por quienes ahora reclaman el paradero de sus parientes contiene 135 nombres y se conformó a partir de datos —incluyendo edades y fechas de salida— entregados por las familias que participan de al menos dos grupos de WhatsApp», refirió AP. En el listado aparece el niño de 3 años Kriss Ángel Expósito Landa.
La solicitud de las familias coincidió con la visita oficial a Cuba del premier de la Mancomunidad, Philip Davis. La agenda de Davis incluyó intercambios con autoridades cubanas, sobre todo, en el ámbito de la colaboración médica. Su presencia en La Habana fue catalogada por la prensa oficial como un «relanzamiento» de las relaciones bilaterales.
En ese contexto y a raíz del reclamo de los familiares de los desaparecidos, el director general de Asuntos Consulares de la Cancillería, Ernesto Soberón, afirmó en Twitter que la embajada cubana en Bahamas «mantiene contacto permanente con las autoridades locales, para garantizar la atención consular a [los] connacionales».
Soberón dio a conocer en su comunicado que, hasta finales de diciembre de 2022, 125 ciudadanos cubanos se encontraban en «centros destinados para acoger a los migrantes irregulares». También dijo que su regreso a Cuba tendría lugar en los próximos días. La información ofrecida por el diplomático reveló que durante 2022 fueron retornados 644 migrantes que arribaron a territorio bahameño de manera irregular.
Lesoy Pérez es uno de los cubanos repatriados en diciembre de 2022. Al relatar cómo fue su estancia en el centro de detención de Nassau, capital de las Bahamas, asegura que allí vivió «los peores momentos» de su vida. En declaraciones a elTOQUE confirmó: «estar allí no es fácil. No te dejan comunicarte con tu familia. Hay que dormir en literas, sobre tablones, sin colchones, en el metal pelado, con una colcha pequeña que te dan. La atención es pésima. Es lo más horrible que uno puede vivir. Tratan a los cubanos como perros».
Refiere haber sido víctima de maltratos psicológicos durante su detención, además de padecer condiciones «pésimas» de alimentación. Pero no es el único que alega haber sufrido malos tratos. Recientemente, otros cubanos detenidos en Nassau denunciaron su situación en un video que publicó la periodista Jany González el 28 de enero de 2023.
Lesoy menciona que hay personas —desde hace varios meses— sin esperanza de regresar porque tienen «problemas en los papeles» y sus nombres no aparecen en el sistema. «Supuestamente por eso no les hacen los trámites de devolución, al menos eso es lo que les han dicho». Menciona, en especial, el caso de tres jóvenes detenidos de origen cubano: Yanier Pérez Hernández, Julio Gabriel Martínez Hernández y Reinier Martínez Bello.
«Nadie les da una explicación, llegan nuevos migrantes, se van y ellos se quedan. Por favor, pido ayuda, están desesperados (...) y sus familiares sufren al no tener noticias», dice Lesoy Pérez.
Otra cubana retornada, Aliu Martin, coincidió con ellos. «El 13 de enero [de 2023] me trajeron para Cuba y sentí un dolor inmenso al ver que muchos como yo, que llevábamos menos tiempo en aquel lugar, regresamos a nuestras casas. Todos pensamos que ellos tres vendrían en ese vuelo».
Aliu cuestiona la gestión diplomática cubana en suelo bahameño. «No sé a qué se dedicará el personal cubano en Nassau que no se presenta allí para interesarse por los ciudadanos cubanos encerrados en aquel sitio. Independientemente de que hayamos querido emigrar, seguimos siendo cubanos», enfatizó.
El perfil de Yoan Manuel Ruz Nuñez también refiere haber estado detenido hasta el 13 de enero de 2023 en Bahamas. «El trato es inhumano. Dan golpes y humillan a los cubanos». Habla de una cárcel que, supuestamente, también retiene a migrantes de Cuba. Es «una prisión común en la que están los delincuentes de las Bahamas». En las redes sociales aparecen varios relatos sobre la presunta cárcel en la cual hay cubanos «fuera de sistema», pero la información no se ha podido verificar.
El 30 de enero de 2023, desde elTOQUE se envió un correo electrónico a las autoridades migratorias de las Bahamas para solicitar información sobre los balseros cubanos que no han sido retornados y los motivos de su retención en ese territorio.
2022: más desapariciones en el mar
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) alertó que 2022 fue el año con mayor cantidad de migrantes desaparecidos en el Caribe. Tan solo el proyecto Migrantes Desaparecidos documentó 321 muertes y desapariciones, la mayor cifra registrada desde 2014. «Esto refleja además un drástico aumento en comparación con la cifra de 2021, que fue de 180».
El comunicado de la OIM precisa que al menos 163 personas no han podido ser identificadas; por lo que «cientos de familias no cuentan con información acerca del paradero de sus seres queridos». Del total de desaparecidos, al menos, 69 son cubanos.
«La causa principal de muerte fueron los ahogamientos provocados por las malas condiciones climáticas que dificultan la navegación y el uso de embarcaciones precarias, en malas condiciones o que no son aptas para la navegación en alta mar», concluye el reporte.
Otra historia de ausencias
Desde el 8 de enero de 2023 Héctor Aput busca a su hija Claudia, una joven de 24 años que salió de Cuba, al parecer, en una embarcación con 36 personas. Ese día recibió una llamada de ella desde Cayo Lobos, Bahamas, pedía «ayuda en medio de la desesperación» para que la fueran a recoger. Héctor se comunicó con los contactos que le recomendaron en los grupos de los balseros; incluso, llamó a la embajada en La Habana «pero nadie contestó».
Con Claudia también viajó Sirelcys Díaz Sánchez. Su padre, Silvio Díaz Betanzo, lleva varias semanas solicitando apoyo para su localización después de perder contacto con ella desde Cayo Lobos. «Le recargué el teléfono y ahí fue cuando me dijo “ven por mí, trae comida y agua que no tienen las personas que están aquí”». Después de la comunicación, acudió al consulado de las Bahamas en Miami, ciudad donde reside, pero estaba cerrado.
Silvio continuó haciendo llamadas y así «pudo contactar con la oficina de María Elvira Salazar y la de otro congresista. Gracias a eso fueron a Cayo Lobos a recoger al grupo de balseros; pero cuando llegaron no había nadie allí, ni en los cayos cercanos», afirma Héctor.
Hasta el momento, los datos de Claudia y Sirelcys no han sido encontrados en los registros migratorios bahameños. «Ya no tenemos a quién acudir», lamenta Silvio Díaz.
El éxodo por mar continúa…
El 28 de enero de 2023, según una publicación de la Real Fuerza de Defensa de Las Bahamas, se conoció que 52 cubanos fueron entregados a funcionarios de inmigración bahameños después de ser detenidos en aguas de ese país.
Mientras, la angustia de las familias con personas desaparecidas cada día se hace más visible a través de las redes sociales, un espacio que les permite compartir información, conocer testimonios de otros migrantes y conservar la esperanza.
Así lo refiere el perfil de Thalía Mujica: «Soy familiar de una persona desaparecida (...), he publicado mi situación con fotos, escritos y videos para ver si alguien me escucha, he compartido toda la información que veo respecto a la desagradable situación que se vive en Bahamas con nuestros hermanos cubanos, he ido (porque me he informado muy bien, además) a los lugares correspondientes a obtener alguna respuesta», afirma.
«También le he escrito al embajador cubano, he llamado al 107 [número dispuesto por el Ministerio del Interior, Minint, para emergencias marítimas] y a los congresistas», asevera en el grupo de Facebook Cubanos desaparecidos en el mar. Pregunta si «en medio de tanta desesperación, angustia, tristeza y un poco de rabia», alguien sabe a dónde debe acudir.
Igual interrogante sostienen madres y padres como Dulce María Nápoles y Tatiana Gayoso, Héctor Aput y Silvio Díaz. Thalía Mujica resume un dolor compartido: «¿Además de nosotros, que no tenemos descanso en esta lucha, hay alguien más buscando a nuestras familias?».
O…
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