¿Es cierto que hay «condiciones más favorables» para un mercado cambiario oficial, como afirma el Banco Central de Cuba?

El diario Granma —medio oficial del Partido Comunista de Cuba (PCC)— y los principales medios estatales cubanos aseguraron, el 14 de noviembre de 2025, que «el Banco Central crea las condiciones operativas, tecnológicas y de normativas indispensables para establecer un mercado cambiario oficial, ordenado, transparente y funcional».
Los medios oficiales reprodujeron las afirmaciones de Ian Pedro Carbonell, director de Políticas Macroeconómicas del Banco Central de Cuba (BCC) y diputado al Parlamento, quien aseguró: «en estos momentos, existen condiciones más favorables para avanzar en la implementación de esta política». Según publicó Granma, el escenario supuestamente más favorable incluye «la disminución del déficit fiscal y el manejo del presupuesto del Estado», que incluye la planificación, formulación, aprobación, ejecución y evaluación de los ingresos y gastos públicos. Esas afirmaciones son ENGAÑOSAS.
Pedro Monreal, doctor en Economía, señaló en redes sociales que «el Banco Central de Cuba trata de convencer acerca de algo que el Programa de Gobierno desautoriza: la existencia en estos momentos de “condiciones más favorables para avanzar en la implementación” de un mercado cambiario oficial “ordenado, transparente y funcional”».
El analista advierte que «el primer problema con el aspaviento del Banco Central es que el Programa de Gobierno dice otra cosa: no existen condiciones para “avanzar a corto plazo hacia un mercado cambiario unificado”».
«Si el mercado cambiario prometido por el Banco Central no es precedido de un programa plausible de transformación productiva que proporcione un anclaje a la estabilidad del peso cubano, la tasa flotante pudiera trasladar un costo social inasumible políticamente. Ya hubo en 2021 un programa de mercado cambiario enmarcado en unificación monetaria y cambiaria. Ahora, prometen mercado cambiario en medio de instituciones estatales con fuerte interés en la dolarización. Por el momento, no es creíble lo de ordenado, transparente y funcional», concluyó Monreal.
El también doctor en Economía, Pavel Vidal, declaró a elTOQUE que «sí hay mejores condiciones relativas, comparado con años anteriores, en cuanto al nivel del déficit fiscal y la inflación, que han bajado».
Sin embargo, precisa Vidal, «ambos indicadores siguen estando en niveles altos», Además, «hay un menor ingreso de dólares a la economía debido a la contracción del flujo de visitantes internacionales, y por el lado productivo siguen las dinámicas recesivas», apuntó el experto cubano.
Vidal explica que, «en este contexto, si el Banco Central implementa una tasa de cambio flotante, tendría que estar mostrando cada día que el peso cubano vale menos. Además de que tendría que comenzar el día cero con una tasa muy cercana a la informal, para poder equilibrar la oferta y la demanda de dólares en las casas de cambio y en los bancos».
En opinión del académico, quien también es investigador principal del Observatorio de Monedas y Finanzas de Cuba (OMFi), «la decisión de implementar la tasa flotante no es tanto técnica como política».
Vidal señala que para que funcione el nuevo sistema cambiario oficial, el BCC tendría que reconocer el valor y la trayectoria de las tasas independientes del mercado informal, como la que ha venido publicando elTOQUE, al cual acusan injustificadamente de manipulación, y otras. Un Gobierno cada vez más intolerante a lo que se sale de su control —y que por décadas ha evadido las reformas de mercado— tendría que adaptar cada día la tasa oficial a las condiciones del mercado», añadió.
En un artículo publicado por Cuba Capacity Building Project —que desarrolla la Facultad de Derecho de la Universidad de Columbia—, Vidal señaló que «el Banco Central no puede cumplir los objetivos de las políticas monetarias y cambiarias y ayudar a la estabilización macroeconómica mientras las divisas del país estén retenidas por un conglomerado empresarial para propósitos que desconocemos», haciendo referencia al gigantesco holding controlado por militares cubanos: Gaesa. Este conglomerado de las Fuerzas Armadas maneja los sectores claves y más lucrativos de la economía del país y se expande al mundo en compañías offshore que supuestamente sirven para evadir las sanciones financieras de Estados Unidos, pero también para mover recursos sin fiscalización.
En 2024, la economía de Cuba cayó 1.1 %, según el Gobierno —que desde finales de 2023 habla de una «economía de guerra» por la sostenida crisis—.
El economista e investigador Omar Everleny Pérez, exdirector del Centro de Estudios de la Economía Cubana de la Universidad de La Habana, señaló que la tasa inflacionaria en el país se encuentra en el entorno del 16.43 %. «Esto no significa que bajen los precios, sino que siguen creciendo, pero a un ritmo menor. Así, en mayo de 2025, el Índice de Precios al Consumidor se ubicó en un 475.88 respecto al año base de 2010, con una variación interanual del 16.43 %», apuntó.
En declaraciones a CNN, Pérez añadió: «Estamos en recesión, una situación bastante complicada. En un país en el que los apagones llegan a 20 horas en algunas localidades, el aparato productivo no funciona».
Mientras el Gobierno cubano habla de «mejores condiciones macroeconómicas», entre enero y julio 2025, el país recibió a casi 1.58 millones de viajeros, solo el 83 % de las visitas registradas en igual período de 2024 (estas cifras incluyen a los visitantes cubanos, por lo que el desplome de la industria es aún peor). Los hoteles tuvieron una ocupación de apenas 24 % en el primer trimestre, 11 puntos menos que en ese período del año anterior.
Por otro lado, la zafra 2024/2025 fue una de las más baja de los últimos 100 años: no llegó a las 150 000 toneladas y fue menos de la mitad del balance previo, según un reporte de EFE basado en fuentes oficiales. En 1989, por el contrario, el país alcanzó los ocho millones.
«La zafra era un símbolo y ya prácticamente no existe la producción de azúcar, que iba a ser la locomotora de la economía. Ni el azúcar ni el turismo», concluye Pérez.
«Condiciones favorables» vs. crisis estructural
Pero más allá de que no existan esas supuestas «condiciones más favorables», los economistas coinciden en que el problema central no es «coyuntural, sino estructural». Antes de cualquier mercado cambiario funcional, Cuba necesita cambios profundos en su modelo productivo y en la arquitectura económica del país.
Mauricio de Miranda Parrondo, doctor en Economía Internacional y Desarrollo, publicó un análisis en el que menciona cuáles son los principales problemas económicos que persisten en Cuba.
De acuerdo con el experto, entre los «problemas estructurales» a considerar antes de cualquier medida o transformación económica en Cuba están: «parálisis y hundimiento de los principales sectores productivos (...); debilitamiento del sector turístico; profunda crisis energética; graves desequilibrios macroeconómicos (alta inflación, inestabilidad cambiaria y tendencia devaluacionista del peso cubano, elevados déficit presupuestales y déficits en balanza de pagos internacionales con escasas opciones de financiación); insuficiente capacidad de ahorro interno, lo que conduce a una severa escasez de fuentes domésticas de acumulación de capital; graves problemas demográficos debido a la sangría migratoria que se ha agudizado en los últimos años, unida a una tendencia al envejecimiento de la población».
Además, Mauricio de Miranda añade que la combinación de una fuerte vulnerabilidad externa y la poca capacidad de acceso a financiamiento internacional ha dejado a Cuba sin fuentes de crédito y sin margen de maniobra.
Según el economista, el resultado es la quiebra del modelo social: empobrecimiento generalizado; servicios de salud, educación y asistencia social en deterioro; y un futuro cada vez más incierto para niños, adultos mayores y el resto de la población —con un efecto claro de desmovilización social—.
«Hemos llegado hasta este punto que, sin dudas, es de no retorno, debido a la inviabilidad del sistema político e institucional cubano para proveer bienestar a la sociedad. El sistema político autoritario es el responsable del inmovilismo que ha impedido que la sociedad aborde el debate necesario y decida democráticamente el camino por el que debe conducirse al país», concluyó.
Fuentes consultadas:
Pedro Monreal, doctor en Economía/X.
Entrevista a Pavel Vidal, doctor en Economía e investigador principal de OMFi.
Mauricio de Miranda Parrondo, doctor en Economía.
Omar Everleny Pérez, doctor en Economía.
Cuba Capacity Building Project.
CNN
EFE
La Joven Cuba
Medios estatales cubanos.
Si necesita que verifiquemos contenidos para usted, puede contactarnos por cualquiera de estas vías:
Correo electrónico: [email protected]
WhatsApp y Signal: +1 786 403-8554
Formulario
Telegram











Comentarios
En este sitio moderamos los comentarios. Si quiere conocer más detalles, lea nuestra Política de Privacidad.
Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *