El huracán Rafael —de categoría tres en la escala Saffir-Simpson— tocó tierra cubana en la tarde del miércoles 6 de noviembre de 2024. Rafael entró a la isla en algún punto de la provincia de Artemisa, con vientos de hasta 185 km/h, de acuerdo con el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC); la estación meteorológica de Casablanca, en La Habana, registró rachas de hasta 110 km/h a las 3 y 50 p.m. (hora local).
Las autoridades aseguraron que los vientos huracanados provocaron la total desconexión del Sistema Electroenergético Nacional (SEN) a las 2:48 p.m. La isla —incluso las zonas que no estaban afectadas por el huracán— quedó a oscuras por segunda vez en los últimos 30 días y por tercera vez en dos años.
Antes del paso de la tormenta, no obstante, nueve de las 16 unidades de generación en las termoeléctricas estaban averiadas o en mantenimiento; y había una demanda muy superior a la generación, solo podían producir cerca de la mitad de lo necesario. Además, durante los días previos, muchas provincias, como Cienfuegos y Las Tunas, habían tenido más de 20 horas de cortes eléctricos. Según los datos de la Unión Eléctrica para el martes 5 de noviembre, la situación de la energía en el país era crítica, con un déficit de 1 768 MW.
Los funcionarios de la UNE dijeron en televisión nacional que la sincronización sería un proceso lento. Lázaro Guerra, director de electricidad del Ministerio de Energía y Minas, especificó que, a diferencia del colapso anterior, en esta ocasión hay redes eléctricas (las del occidente cubano) que no estarán disponibles cuando comience el proceso de restauración. En la noche del 6 de noviembre solo se habían logrado encender algunas islas para brindar electricidad a las «zonas priorizadas», pero la capacidad de generación de estas es limitada.
Luego del apagón del 18 de octubre de 2024, el SEN tardó cuatro días en restablecerse, por lo que se presupone que esta vez la situación pueda ser más compleja debido a los daños materiales del huracán.
El NHC pronosticó que Rafael traería consigo fuertes marejadas y olas destructivas. Las imágenes exclusivas que nos envió nuestra audiencia muestran lluvias intensas y largas colas para conseguir alimentos. Todo parece indicar que los efectos de Rafael empeorarán la crisis económica y social que desde hace años sufre la ciudadanía.
Rafael entró y salió de la isla en aproximadamente dos horas y media. Los primeros videos publicados en redes de los destrozos mostraron objetos a merced de las ráfagas de viento y el derrumbe de una de las torres de luz del estadio «26 de julio» de Artemisa.
Según el medio oficialista Cubadebate, las autoridades evacuaron a personas en las áreas costeras más propensas a sufrir inundaciones. Muchos cubanos —especialmente en la zona oriental— tienen muy fresco en su memoria el impacto del huracán Oscar, que afectó el este del país a finales de octubre. Oscar provocó inundaciones en los municipios de Baracoa y San Antonio del Sur, de la provincia de Guantánamo, con un saldo de nueve muertos hasta el momento.
Tras el paso del huracán Rafael, los reportes preliminares aseguran que hay afectaciones en más de 34 viviendas y en la estructura de ocho escuelas en la capital; además de 175 reportes de inundaciones. En Artemisa, las afectaciones en la agricultura se esperan severas, pues más de 13 000 cultivos eran vulnerables a los vientos.
En La Habana, la ciudadanía también se mostró preocupada por la posibilidad de derrumbes, especialmente en los municipios de Centro Habana y Habana Vieja, donde hay gran cantidad de inmuebles frágiles y deteriorados. Los reportes del colapso de edificios después de una gran tormenta son comunes en la capital del país. Las personas que pierden su hogar son usualmente trasladadas a albergues donde pueden pasar años antes de ser relocalizadas en una nueva vivienda.
Otra preocupación ciudadana es la acumulación de basura en la ciudad. La prensa estatal afirmó que la Defensa Civil había trabajado en la recogida de residuos, pero los videos enviados por nuestra audiencia confirmaron que no en todos los lugares fue así.
El último huracán de categoría tres que golpeó la isla fue Ian a finales de septiembre de 2022. El apagón general que se produjo tras su paso desató protestas ciudadanas en La Habana. La temporada ciclónica terminará el día 30 de noviembre.
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Ramon vazquez