«Ellas tienen la ventaja de que hablan ruso. Nosotros no. Nos piden más dinero y que regresemos a la guerra», explica Yoan desesperado a través de un audio de WhatsApp. Es uno de los cubanos que fueron «reclutados» por al menos dos mujeres (Elena y Dayana) para pelear por Rusia en territorio ucraniano.
«No nos pagaron el salario completo ni nos dieron pasaporte [ruso]. Estamos ilegales. Nos estafaron, nos amenazan», repite en un audio enviado a mediados de abril de 2024.
Un documento emitido por el ejército ruso y fotos en el campo de batalla son las pruebas que Yoan y otros compañeros tienen sobre su participación en la guerra. Expulsados del ejército duermen ahora en el aeropuerto, en el metro o donde los coja la noche. No tienen papeles ni las garantías legales ni económicas que les prometieron si se enrolaban en las tropas de Putin. El riesgo de deportación y cárcel acecha constantemente si no regresan a la línea de combate. Pero ellos no quieren regresar a la guerra; tampoco a Cuba.
elTOQUE accedió a testimonios de siete cubanos que tras ser reclutados para la guerra y ser expulsados en enero de 2024 en circunstancias no claras, se encuentran en una situación de vulnerabilidad relacionada con un entramado de «engaños» y «estafas». Por motivos de seguridad, se utilizarán seudónimos para referirse a los testimoniantes.
La red
Desde mayo de 2023 salieron a la luz casos de reclutamiento de cubanos para participar en la invasión de Rusia en Ucrania a cambio de dinero y ciudadanía rusa. El 6 de septiembre de 2023, elTOQUE publicó por primera vez sobre la presencia de soldados cubanos en la guerra. Días antes, la historia viral de los jóvenes Alex Vegas y Andorf Velázquez obligó al Gobierno de la isla a admitir que existía una red de trata de personas que reclutaba cubanos.
En una nota oficial del 7 de septiembre de 2023, el Ministerio del Interior (Minint) dio a entender que la red estaba «neutralizada» y «desarticulada». Las autoridades informaron sobre 17 personas detenidas, de las que al menos tres trabajaban dentro de la isla. Evidencias recientes sugieren que las operaciones de «reclutamiento» engañoso no finalizaron en ese momento. Debido a la falta de transparencia de las autoridades cubanas no es posible conocer si la red supuestamente desmantelada todavía funciona o si se trata de una diferente.
Desde que se hizo viral la historia de Andorf y Alex, salieron a la palestra los nombres de varias mujeres que participaron en el reclutamiento. Entre ellas destaca Elena Shuvalova (rusa) y Dayana David Díaz (cubana). Los nombres coinciden con los de perfiles de Facebook que hacían anuncios de reclutamiento y que prometían un sueldo, pasaporte ruso, vacaciones y otros beneficios.
Elena y Dayana eran los rostros más visibles de la estructura, pero no son los únicos. Otros nombres se repiten en los testimonios, el de Olga, la «abogada rusa», y el de Indira Noa Martínez, cubana que relacionan con Elena.
Los siete hombres entrevistados para el reportaje aseguraron que contactaron con ellas —principalmente con Elena o Dayana— a partir de conocidos, redes sociales o grupos de Whatsapp. En su mayoría, llegaron a Rusia entre mayo y agosto de 2023, firmaron un contrato con el ejército de Putin en la ciudad Riazán y marcharon a Ucrania. Algunos volaron desde Cuba para ir directamente a la guerra. Otros se encontraban en Rusia y vieron en su incorporación a las tropas una vía para regularizar su estatus migratorio.
Yoan llegó a Moscú por sus medios. Cuando llevaba seis meses en la capital rusa empezó a preguntar «por lo de la guerra». Investigó y dio con los contactos de Elena y Dayana. Las «reclutadoras» le instruyeron ir a un punto de recogida para viajar a Riazán.
Fue en la provincia donde, en mayo de 2023, aparecieron las primeras imágenes de cubanos en las filas de Putin. Una nota publicada en un medio local mostró a cubanos que firmaban contratos. En otra fotografía se veía a un grupo de reclutas durante una ceremonia religiosa.
Con el transcurso de la invasión a Ucrania, iniciada en febrero de 2022, las autoridades rusas han tenido que buscar más personas para pelear en el frente. La posible movilización militar masiva de hombres rusos es vista como una medida impopular. Una de las soluciones que encontró el Kremlin fue contratar también a soldados de otras partes del mundo.
Para facilitar el reclutamiento, Putin y sus legisladores promovieron una serie de leyes y decretos que otorgan beneficios entre los que se encuentran un pago relativamente alto y para quienes son extranjeros la posibilidad de obtener la ciudadanía rusa.
Yoan, al igual que otros soldados cubanos, dijo que firmó un contrato sin traducir al español y que no lo dejaron tomar una foto de referencia. Las reclutadoras le prometieron a él y al resto de sus compatriotas regularizar su situación migratoria una vez que cerraran el contrato. Pero no fue así.
«Eso fue firma que te vas. Nos montaron en una guagua, dijeron que nos darían tres meses de entrenamiento y fue mentira. Cuando vinimos a ver, estábamos en la primera línea de combate en Ucrania. De los meses que estuvimos allí, solo nos pagaron dos o tres y nunca el salario completo», relató Yoan.
Los sueldos por prestación de servicios en el ejército ruso ascienden a 204 000 rublos (unos 2 185 USD al cambio internacional actual). Del primer salario —cuenta Yoan— Elena tomó 200 000 rublos de «comisión».
Los siete hombres coinciden en ese punto del relato. A todos se les descontó la primera bonificación como parte del pago por facilitarles el contrato. Al menos a uno de los que llegó desde Cuba, le comentaron que el dinero estaba destinado a cubrir el costo del pasaje hasta Rusia y «otros gastos» supuestamente asociados con el proceso de reclutamiento.
El resto de los meses debieron recibir un salario parecido, pero varios aseguran que no fue así. Algunos comentan que no recibieron la totalidad de las cifras prometidas, aunque no está claro si el faltante se debió a un impagado de las autoridades militares o si las «reclutadoras» tomaron un porcentaje de las ganancias.
«Se hicieron millonarias», asegura Rafael sobre las ganancias de las «reclutadoras». «Nos cobraron a cada cubano 200 000 rublos y son 4 000 y pico [cubanos enrolados]». Si se toma el número de cubanos reclutados de cierto, las personas involucradas en la red podrían haber ganado unos 800 000 000 rublos, más de 8 millones y medio de dólares.
Rafael da una cifra de soldados que coincide con las estimaciones de algunos medios. La cantidad exacta de reclutas cubanos en el ejército ruso es desconocida. Fuentes en el terreno hablan de números que oscilan entre los cientos y los miles. The Moscow Times entrevistó a un oficial ruso que habló de batallones enteros compuestos por soldados extranjeros, entre ellos serbios y cubanos.
Luis, uno de los exsoldados cubanos que habló con elTOQUE, intenta darle una explicación a los montos que desaparecieron. La contratista —prefirió no decir su nombre— lo ayudó a hacerse una cuenta bancaria con dos tarjetas. Ella se quedó con una de las tarjetas para, supuestamente, enviar parte del dinero a la madre de Luis en Cuba.
Luis sabe que su mamá recibió parte del dinero. Pero también sabe, gracias a un estado de cuenta, que hay discrepancias entre lo que recuerda que gastó y el dinero que ganó mientras estuvo en el ejército. Aunque teme decirlo de manera directa, cree que la diferencia fue al bolsillo de las reclutadoras.
Soldados cubanos expulsados
Muchos reclutas extranjeros llegan a Rusia como migrantes económicos, sobre todo desde Asia Central, desde las repúblicas exsoviéticas y desde Siria, Afganistán, Nepal y Cuba. En el proceso, las autoridades rusas recurren a prácticas ilegales con características de trata de personas, de acuerdo con el Centro de Estudios Orientales.
Yoan llevaba tiempo en el ejército ruso en Ucrania cuando un oficial superior ordenó, supuestamente, que los soldados cubanos volvieran a Rusia para regularizar su situación. Al no conocer el idioma, Yoan no supo bien qué sucedió a partir de ese momento. Ninguna unidad militar en Rusia quiso recibirlos y de pronto les dijeron que habían sido expulsados del ejército. Era enero de 2024.
Luis afirma que le dieron un papel para que lo firmara, pero no entendió ni una palabra. Se enteró más tarde que era su orden de expulsión.
Rusia es uno de los pocos países del mundo que no exige visado de turismo a los nacionales de Cuba. Cualquier ciudadano de la isla, si tiene el dinero, puede comprar un billete y tener un estatus legal de turista durante 90 días.
Después de vencido el plazo, la persona necesita regularizar su condición o corre el riesgo de ser deportada. La policía rusa se ha hecho conocida, en especial durante los últimos tiempos, por su tenacidad en la persecución de extranjeros irregulares.
A pesar de lo anterior, el ejército no parecía prestar mucha atención al estatus legal de posibles soldados a la hora de hacer el reclutamiento. ¿Qué cambió para las decenas de cubanos enrolados? Las razones no están claras, las posibilidades van desde supuestas indisciplinas cometidas, hasta discriminación o presiones externas. Que los cubanos no hablen ruso tampoco los ha ayudado a esclarecer la situación.
Según Yoan, al menos 47 soldados del mismo batallón fueron expulsados. Los llevaron de vuelta a Riazán. Algunos, con algo de dinero, viajaron a Moscú para buscar trabajo. Quienes no tenían recursos se quedaron en un alojamiento, al parecer, gestionado por Elena y Dayana. Allí estarían hasta que resolvieran su situación migratoria y pudieran volver a la guerra. Pero hasta el momento continúan irregulares y no tienen un techo bajo el que dormir.
Aunque volvió del frente con una lesión en un riñón, Rafael no ha recibido la compensación establecida por la herida. Un modelo de contrato al que los medios de comunicación tuvieron acceso, estipula que los lesionados tienen derecho a una indemnización. En caso de muerte, la indemnización la debería recibir su familia. Pero no se tiene constancia de que se cumpla.
«Nos piden 200 000 rublos más y que regresemos a la guerra», explicó Rafael. En caso de no hacerlo, las «reclutadoras» los amenazaron con la cárcel o la deportación.
A varios de los cubanos les entregaron una especie de orden de licenciamiento que, en apariencia, los ayuda para pasar controles policiales. Sin embargo, el papel, que demuestra que pelearon en Ucrania, no les ofrece estatus legal alguno. No es una residencia ni un permiso de trabajo. Tampoco allana el camino hacia la prometida ciudadanía rusa. No hay certeza, además, de que cada uno de los cubanos expulsados del ejército hayan recibido igual documento.
¿Quiénes son las «reclutadoras»?
El anuncio de reclutamiento más antiguo que encontró elTOQUE a nombre de Elena Shuvalova es del 9 de mayo de 2023. En la publicación, Elena exigía pasaporte cubano y conocimientos de idioma ruso. Prometió la nacionalidad rusa en seis meses y un salario de 204 000 rublos.
En publicaciones posteriores, Shuvalova se mostró más flexible con los requisitos. El ruso dejó de ser tan necesario y no hacía falta encontrarse de forma legal en el país. «Estatus legal no influye, solo salud y deseo [sic]», escribió en un grupo llamado «Venezolanos en Rusia».
Antes de reclutar cubanos, Shuvalova vendía vuelos que enlazaban los aeropuertos de Varadero y Cayo Coco con Moscú. El precio iba desde los 34 500 hasta los 40 500 rublos.
«Una vez escribí que iba a hacer lo posible y lo imposible para cambiar la vida de los cubanos en Rusia», posteó el primero de julio de 2023 en el grupo de Facebook «Cubanos en Moscú». «Publican que hay muertos. Todos vivos, a todos pagan dinero, todos trabajan y felices [sic]».
The Moscow Time contactó con Shuvalova para hablar de los cubanos en el ejército. La reclutadora afirmó en ese entonces que «ayudaba a emigrantes ilegales a obtener contratos». Dijo, incluso, que podía mantener y ayudar a la familia de los soldados hasta que pudieran valerse por sí mismos. Shuvalova no contestó a la pregunta sobre si trabajaba para el Ministerio de Defensa ruso.
Sin embargo, ante algunos reclutas ella se ha presentado como parte del ejército ruso; mientras a otros les ha dicho lo contrario. En algunas imágenes se le ve vestida con uniforme, aunque esto no indica necesariamente que sea parte del ejército, sino que puede ser usada por moda. Algunos cubanos refieren que existe demasiada «familiaridad» entre Shuvalova y los militares.
Entre abril y mayo de 2023, Elena creó un grupo de WhatsApp con el fin de reclutar cubanos, tanto a quienes se encontraban en situación irregular en Rusia como a quienes estuvieran en la isla.
El grupo, nombrado «Aclaramos cualquier duda sobre Ejército Ruso, para ciudadanos cubanos», llegó a tener decenas de integrantes y era administrado por Shuvalova y por otra persona, aparentemente cubana. Así contactaba a los interesados y muchas veces se ponía de acuerdo con ellos para recogerlos en el aeropuerto de Moscú y llevarlos a Riazán.
Las preguntas eran muchas y variadas, sobre el contrato, el sueldo, el tiempo para obtener la ciudadanía rusa, si los enviarían a primera línea de combate...
«A la primera línea, no. Segunda, tercera», respondía Shuvalova.
En muchas ocasiones el «trabajo» de Elena no terminaba con el reclutamiento. Intervenía por los cubanos cuando tenían algún problema o eran maltratados en las bases rusas.
Con Dayana David Díaz sucede igual. No se tiene certeza de que forme o haya formado parte del ejército. En al menos una de sus fotos de perfil en WhatsApp se ve con uniforme en lo que parece ser una instalación militar.
En redes sociales, Dayana aparecía acompañada de un hombre nombrado David López. En el perfil de López en Instagram (war_machine_mma) se pueden ver imágenes de él mientras firma un contrato con el ejército ruso y otras en las que realiza actividades militares. En otra fotografía, López aparece con un parche del grupo Wagner, pero no se conoce si pertenece o no a la organización.
Olga, la «abogada rusa», era al parecer quien se encargaba de los contratos y otras documentaciones legales. No está claro su nivel de implicación en la red o cuál es su relación actual con Elena y Dayana porque en varias publicaciones en redes sociales a las que elTOQUE tuvo acceso ha intentado desmarcarse de ellas.
elTOQUE contactó a Elena Shuvalova, a Dayana David Díaz y a Olga, pero no obtuvo respuesta. Shuvalova y Dayana borraron varias de las publicaciones mencionadas.
No está claro el nivel de conexión o influencia que tienen las mujeres con las autoridades militares de Riazán, la ciudad en la que realizan la mayoría de sus actividades. Los cubanos que han sido víctimas de la red las describen como mujeres con un gran poder y movilidad dentro del ejército.
En la mañana del 26 de abril de 2024, elTOQUE recibió reportes de que Elena Shuvalova estaba bajo investigación y había sido detenida. Hasta el momento no hay confirmación oficial del proceso legal ni se conocen las causas que le imputan. De acuerdo con el testimonio de uno de los entrevistados, varios soldados cubanos reclutados por Elena fueron llamados a declarar.
Atrapados
No hay claridad sobre cómo va a resolverse la situación de Yoan, de Rafael o de Luis. ¿Regresar a Cuba y exponerse a ser sancionados? ¿Quedarse en Rusia en un estado de vulnerabilidad extrema?
«[El Gobierno cubano] nos trata de mercenarios. Ahora para entrar a Cuba somos mercenarios», se lamenta Luis. «Sin la documentación rusa es muy difícil que yo vuelva. Si hubiera combatido en las filas ucranianas», reflexiona, «bueno, ahí sería otra cosa. Pero desde que era un niño me están hablando de la amistad Cuba-Rusia».
En Cuba, el delito de mercenarismo se castiga severamente con penas que van desde los 30 años de prisión hasta la muerte. El artículo 359 del Código Penal ruso también criminaliza el mercenarismo. Pero a ojos del Kremlin, los reclutas cubanos serían «voluntarios» que se ofrecen para luchar.
Otra opción para los cubanos sería regresar a combatir en Ucrania. La suerte de muchos de los que participan en la invasión no está del todo clara. Los reportes de muertes y desapariciones son comunes, aunque no se conoce el total de caídos.
Aún queda pendiente la confirmación de la supuesta detención de Elena. Hasta el momento, se desconoce qué consecuencias podría tener el proceso para los cubanos. Mientras, los soldados expulsados del ejército continúan a la espera de las ventajas económicas y migratorias que les prometieron a cambio de participar en el esfuerzo expansionista ruso.
*La totalidad de los testimonios brindados a elTOQUE se publicarán en una serie de reportajes.
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