Duannis cumple una semana en huelga de hambre y su madre sigue sin poder verlo

Foto: Facebook.

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Jenni Taboada Ortiz aún no ha podido abrazar ni hablar con su hijo desde que él comenzó la huelga de hambre hace siete días. La madre del preso político Duannis León Taboada se declaró en protesta permanente en las afueras del Combinado del Este, en La Habana, donde Duannis cumple este viernes 25 de julio de 2025 una semana sin ingerir alimentos.

«Yo como madre necesito ver a mi hijo y hacer todo lo posible para que desista, porque su vida es una prioridad para mí. No lo están tratando como un ser humano», dijo en una directa en Facebook. «Me declaro plantada aquí hasta tanto no me dejen ver a mi hijo. Ustedes me están obligando a tomar medidas desesperadas».

De acuerdo con una publicación de la activista Anamely Ramos, Jenni «fue atendida» por el director del penal y una doctora, luego de horas de espera. Le informaron de que Duannis presentaba baja presión arterial y labios cuarteados pero que mantenía un estado de salud «bueno». También le aseguraron que este viernes 25 de julio podría reunirse con su hijo.

Duannis León, de 27 años, fue condenado a 14 años de prisión por participar en las protestas del 11 de julio de 2021. Según han denunciado organizaciones de derechos humanos, el proceso judicial estuvo marcado por múltiples irregularidades y se llevó a cabo sin las garantías legales básicas. Desde su ingreso al penal, León Taboada ha denunciado malos tratos, golpizas y hostigamiento por razones políticas. En 2024, fue brutalmente agredido por gritar «patria y vida» dentro de la prisión, hecho que provocó una crisis de salud en su madre.

Jenni relató que su hijo pasó los tres primeros días de la huelga sin ingerir ni agua ni alimentos, y que solo a partir del cuarto día comenzó a hidratarse mínimamente. «Mi hijo no ha sido atendido por ningún médico en el centro penitenciario ni está aislado. A mí me han ignorado totalmente. Me dicen que tengo que seguir esperando una llamada», denunció.

La familia no supo de la huelga de Duannis hasta el lunes, cuando ya habían transcurrido tres días desde su comienzo. El Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) alertó que León Taboada padece una afección renal congénita, por lo que su estado representa un grave riesgo vital. 

La activista Anamely Ramos también denunció la situación en redes sociales y advirtió que el joven «ni siquiera ha sido trasladado al puesto médico de la prisión» y que «sus compañeros de celda llaman preocupados porque Duannis se niega rotundamente a comer y solo repite que necesita justicia».

«Él siempre ha estado conectado con el dolor de este pueblo. Me decía que “el silencio es el mayor grito de Cuba”. Yo sé que su huelga es por todos los presos políticos, por todas las madres como yo», expresó su madre.

Las palabras de Jenni Taboada resuenan en un contexto carcelario en el que otros presos políticos también enfrentan situaciones límites. Es el caso de Donaida Pérez Paseiro, prisionera política recluida en el penal de mujeres de Guamajal, en Villa Clara, quien sufre una anemia severa que le provoca desmayos frecuentes. Aunque el personal médico del penal reconoce la gravedad de su estado, su traslado a un hospital depende del visto bueno de la Seguridad del Estado, lo que prolonga la desatención. Pérez Paseiro había sido excarcelada de forma provisional en enero, y su regreso a prisión ha sido denunciado por ser una represalia directa por su activismo.

Otro caso es el del opositor Félix Navarro, también detenido por su participación en el 11J. De acuerdo con la organización Cubalex, a inicios de julio de 2025, la esposa de Navarro informó que sería trasladado a La Habana para un examen médico, aunque no se ha ofrecido diagnóstico ni explicación sobre su estado de salud. En tanto, el líder opositor José Daniel Ferrer y el rapero contestatario Maykel «Osorbo» Castillo, coautor del tema «Patria y Vida» también han iniciado huelgas de hambre las últimas semanas.

Organismos como el OCDH, Justicia 11J y Cubalex han denunciado la situación en los penales cubanos. Exdetenidos han reportado golpizas, aislamiento prolongado, hacinamiento, comida en mal estado —incluso con gusanos— y acceso limitado al agua potable. Brotes de enfermedades como tuberculosis, dengue o sarna son comunes, y en muchos casos, ignorados por las autoridades penitenciarias.

Entre enero y junio de 2025, al menos 24 personas fallecieron bajo custodia estatal en Cuba, según un informe de la Iniciativa para la Investigación y la Incidencia. Ocho de esas muertes fueron consecuencia directa de la negación deliberada de atención médica. El informe también documenta 160 casos de tortura o tratos crueles, inhumanos y degradantes en 43 centros penitenciarios del país, entre ellos el Combinado del Este, la prisión de Boniato y Kilo 8. De las personas afectadas por estas violaciones, 56 son presos políticos.


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Liezel

Pobre muchacho inocente, debe ser un ángel. Lo imagino tranquilo en el barrio, yendo a su trabajo y oponiéndose a la dictadura. No debe haber tirado ni una piedra, solo gritó Patria y Vida y estos comunistas le metieron todos esos años..
Liezel