La educación en Cuba preocupa a familias y a profesores, que cada día ven más problemas y menos soluciones. Falta de recursos, de docentes y una sobrecarga hacia el lado de la responsabilidad familiar llevan el debate público a los recursos materiales con que cuenta —o debería contar— el sector para garantizar la calidad del proceso educativo. En medio de una crisis económica que se agrava es relevante saber cuánto dinero destina el país a la educación y para qué se utiliza.
Vladimir Regueiro Ale, ministro de Finanzas y Precios, dijo en diciembre de 2023 que el presupuesto del Estado respaldaría una matrícula de 1 388 000 estudiantes en los diferentes niveles de enseñanza y de 389 392 estudiantes en la educación superior.
Añadió, además, que el Estado incluía en su presupuesto los gastos por transportación, alimentación en círculos infantiles, seminternados, centros internos y hogares de niños y adolescentes sin amparo familiar; recursos de base material de estudio y de vida y la merienda escolar para secundaria básica.
Regueiro Ale no habló de mantenimiento a inmuebles o inversiones ni dio detalles sobre cómo se distribuiría el dinero por territorio o programas. Tampoco especificó el monto total del que se dispondría. La ley 164/2023 del Presupuesto del Estado para 2024, publicada en la Gaceta Oficial, no ofreció detalles al respecto.
Lo más tangible que se puede esperar en el sector educativo es el aumento de salario para algunos docentes; el resto, está por ver. El incremento salarial supone un crecimiento de unos 25 millones de pesos en el presupuesto. Se tendrá en cuenta la antigüedad y puede suponer de 500 a 3 000 pesos más al salario en dependencia de la categoría del trabajador.
La medida es un paliativo insuficiente desde el Estado para hacer notar la preocupación por un sector que, a pesar de tener históricamente una de las partidas presupuestarias más grande, no logra mantener los estándares de calidad.
Al término de septiembre de 2023, se registró la falta de 17 278 docentes en las escuelas del país, según informó al noticiero de la televisión cubana Marlén Triana Mederos, directora general de Educación Básica. En Secundaria Básica faltan al menos 3 200 profesores, por lo que la cobertura era del 88.9 %, a casi dos meses de iniciado el curso.
De acuerdo con la prensa estatal y con los testimonio de varios educadores de La Habana, las condiciones en las que trabajan los profesores —sobrecarga de contenidos, horas extras sin retribución y un salario irrisorio— provocan la desvinculación del sector. Otros docentes se quejan de las pésimas condiciones en que imparten las clases. Según pudo comprobar elTOQUE en varias entrevistas, a las causas anteriores se suman los burocratismos y las dificultades para llegar al trabajo debido a la crisis del transporte.
Varias madres se han quejado en las redes sociales porque sus hijos no cuentan con el material escolar necesario —en particular, libros y cuadernos a los que tienen que acceder desde el mercado informal a altos precios. Han protestado, además, por la escasez, poca calidad y variedad de los alimentos en los comedores escolares.
La preocupación de muchas familias debido a las carencias en un sector que es clave en materia de bienestar social y de derechos es natural. Es lógico que le exijan al Gobierno mayor transparencia en el uso de los recursos y medidas más efectivas para abordar la crisis. No es suficiente con que un ministro diga en televisión nacional que el presupuesto garantizará la educación, son necesarios datos y elementos que se puedan fiscalizar y permitan a la ciudadanía conocer las proyecciones reales a corto, mediano y largo plazos.
Presupuesto vs. necesidades acumuladas
Cuando se revisa el presupuesto estatal para la educación no es posible obtener datos suficientes para analizar la situación logística del sector ni hacer inferencias sobre el resultado de políticas específicas.
Por ejemplo, el presupuesto destinado a la educación en los últimos años no muestra reducciones significativas (no se cuenta con datos de 2023 ni con la proyección para 2024), pero tampoco aumentos que compensen la realidad económica de los hogares y las desigualdades que genera.
A partir de 2021, se evidencia un crecimiento que está asociado con las medidas de ordenamiento económico y con los ajustes en las tasas de cambio en el país —por lo que el monto asignado es muy superior al de años anteriores—; pero con respecto al total de gastos y al producto interno bruto (PIB) los valores son similares a los precedentes.
En 2022, el presupuesto de Educación ascendió a 53 458 millones de pesos cubanos. Aunque podría parecer una cantidad significativa, el monto debe cubrir la totalidad de las enseñanzas del país. A saber: 10 698 establecimientos educativos, 316 947 profesores y 2 029 498 según la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI) ese año.
¿Para qué alcanza el presupuesto?
Salario de los profesionales del sector
Al cierre de 2018, el salario medio de los educadores en la isla era 538 CUP. En 2019, los maestros recibieron un aumento salarial por el que comenzaron a percibir una remuneración de 1 000 CUP (la media mensual del sector presupuestado entonces era 1 067 CUP). Para los docentes universitarios el aumento fue de más de 1 700 CUP para profesores titulares; los auxiliares más de 1 600; los asistentes 1 500 y los instructores de arte por encima de 1 400.
El siguiente reajuste en los ingresos llegó con la Tarea Ordenamiento. La reforma (salarios, pensiones y prestaciones de la asistencia social) estuvo encaminada a eliminar «las distorsiones salariales existentes [y a] lograr que el salario se [convirtiera] en la fuente principal para financiar el consumo del trabajador y su familia», según señaló el Decreto Ley 17/2020.
La Resolución 29/2020 del Ministerio de Finanzas y Precios estableció el salario mínimo en 2 100 CUP mensuales y creó 32 grupos con diferentes tarifas salariales, las cuales abarcaron un rango de 1 910 CUP a 8 645 CUP por una jornada de trabajo de 40 horas semanales y de 2 100 a 9 510 por una de 44 horas. Más un pago por contar con la categoría de Máster o la Especialidad y para el grado científico de Doctor.
El salario de un profesor de la enseñanza general en Cuba, antes del aumento de 2024, oscilaba entre 3 800 y 4 500 CUP —unos 15 USD, según las tasas del mercado informal de divisas—. En el caso de los docentes universitarios, el salario mensual de un profesor titular era de 5 810 CUP; 5 560 el de profesor auxiliar y 5 310 el de profesor asistente.
Sin embargo, según el informe de la ONEI: «Salario medio en cifras. Cuba 2022» es el segundo sector con salarios más bajos del país con una media de 4 005 pesos. A esto se suma que el valor de ese salario ha disminuido debido a la inflación en el país. Para el economista Pedro Monreal, la contracción del salario «real» en el año 2022 es del 44.4 % por lo que representa casi la mitad del valor que tenía cuando el Gobierno anunció la denominada Tarea Ordenamiento en 2021.
Al considerar la cantidad de docentes y con un cálculo muy conservador, se estima que el salario de los profesores ocupa alrededor del 3 % del presupuesto destinado a la Educación.
Mantenimientos
El 22 de octubre de 2020, Yoania Falcón Suárez, directora provincial de Educación en La Habana, dijo en el programa Mesa Redonda que se había priorizado el plan de mantenimiento y reparación y que ese año debían ser intervenidos constructivamente 150 centros. Añadió que se habían atendido 510 más de los previstos. Las acciones realizadas estaban encaminadas principalmente a la reparación de hidrosanitarios, redes hidráulicas e impermeabilización.
Ena Elsa Velázquez Cobiella, entonces ministra de Educación, dijo el 2 de septiembre de 2021 que a pesar de la situación económica que presentaba el país se había continuado la reparación de los centros. Hasta ese momento, se habían terminado 361 y se trabajaba en 566, según la funcionaria.
Las denuncias sobre las malas condiciones de centros educativos aparecen con frecuencia en las redes sociales. A inicios del presente curso escolar, una decena de madres acudieron al Gobierno provincial de Holguín para protestar por las condiciones en la escuela primaria «Manuel Angulo Farrán», del reparto Alex Urquiola. Reclamaban que la escuela, ubicada en los almacenes de la empresa comercializadora DIVEP, en la Carretera Central vía Bayamo, parecía estar en peligro de derrumbe.
En septiembre de 2022, una escuela ubicada en el poblado rural Camarones, también en Holguín, inició el curso escolar con los niños de preescolar recibiendo docencia al aire libre porque el centro estaba en peligro de derrumbe, según denunciaron en redes sociales los pobladores.
Ese mes, pocos días después de iniciado el curso académico 2022-2023, murió la niña Magalis Vázquez Gómez en la escuela primaria «Amador Martínez» del municipio El Salvador, en Guantánamo, debido al colapso de una pared. La Dirección Provincial de Educación, en su cuenta en Facebook, calificó el hecho de trágico accidente, ofreció condolencias a la familia y anunció que se investigarían las causas.
Según datos de la ONEI en 2022 se dedicaron al sector educativo 345,8 millones de pesos para la construcción y montaje y 819,9 millones de pesos para inversiones. ¿En qué han consistido los mantenimientos? ¿Solucionan definitivamente los problemas? ¿Qué presupuesto se destina al mantenimiento permanente de cada escuela? ¿Cómo se gestionan las prioridades? Las interrogantes anteriores responden a temas que no forman parte del debate público y cuya información la manejan los decisores gubernamentales a puerta cerrada.
Material escolar y otros recursos de apoyo
En 2010, el Ministerio de Educación inició un proceso que llamó III Perfeccionamiento de la Educación. En 2017 comenzó la etapa masiva en 152 centros, que se puso en pausa debido a la pandemia de la COVID-19. De vuelta a la normalidad, se ha hablado poco de los impactos que ha tenido el programa en la enseñanza en el país.
Según un informe presentado por los diputados en julio de 2023 en la comisión de Educación, se detectó que hay reservas en la relación escuela-familia y que aún es insuficiente la formación científica en función de garantizar el cambio en la forma de aprender y de actuar de los estudiantes.
El perfeccionamiento implica cambios en el currículum y en los materiales docentes, lo que tiene un alto costo y constituye una desventaja en la aplicación y generalización de este. Sin embargo, en el presupuesto del Estado no es posible saber cuánto ha costado el perfeccionamiento y qué recursos materiales se han garantizado cada año para su implementación.
Lo que se conoce es que los nuevos materiales que debían llegar a inicios del curso, en Matanzas y Camagüey los recibieron en diciembre. Los nuevos libros de texto, que todavía no reciben todos los estudiantes, tienen una impresión más «sensibles» que los antiguos.
La disponibilidad de otros recursos materiales —computadoras, televisores, materiales para laboratorios especializados, material deportivo— es muy variable y complejiza la reposición y el acceso.
El presupuesto del Estado destinado a la Educación, como casi todas las partidas, es insuficiente para cubrir los gastos que demanda el sector. Aunque representa una parte importante del gasto social y mantiene valores similares a los de años anteriores, las necesidades acumuladas en los centros docentes y la crisis económica agravada en el país impactan en la calidad de la educación. Las críticas y preocupaciones aumentan, mientras es imposible para la ciudadanía seguir el rastro del dinero público.
comentarios
En este sitio moderamos los comentarios. Si quiere conocer más detalles, lea nuestra Política de Privacidad.
Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *
Yailen
Julio Arenas
Reinaldo Rivero
Leonardo A Santos
Lupe