Foto: Kyn Torres.
Bancos estatales no pagan certificados de depósito, cubanos pierden miles de dólares
25 / septiembre / 2024
Dos años atrás, Daymí contactó a elTOQUE porque el Banco de Crédito y Comercio (Bandec) le debía los dólares de su cuenta de ahorro. «¿Por qué si existe dinero en Cadeca no priorizan a las personas que están esperando las divisas y casi que las obligan a cobrar su dinero en moneda nacional?», preguntaba.
A mediados de septiembre de 2024, Irán Morejón Quintana, quien quiere y «tiene» el dinero para estudiar en España, se quejó en sus redes sociales por no poder usarlo. En una cuenta del Banco Metropolitano (Banmet) tiene depositados 3 130 EUR procedentes de sus ahorros personales. «Banmet se niega a entregarme mi dinero. El Banco Central de Cuba (BCC) dice que no puede violentar la voluntad del Banco Metropolitano», publicó.
Casi cuatro años después de la reunificación monetaria que obligó a muchos cubanos a convertir sus «cuentas de ahorro en divisas» en «certificados de depósito», la excusa para Daymí, Irán y el resto de los clientes de cualquier banco cubano es casi siempre la misma, «no tenemos liquidez».
Saldo ¿disponible?
Los certificados de depósito son instrumentos financieros emitidos por los bancos con la promesa de devolver el dinero guardado, más intereses, después de un período de tiempo.
Sin embargo, en el contexto cubano, los instrumentos han estado marcados por el incumplimiento y la pérdida de confianza en el sistema financiero del país.
En diciembre de 2020, tras el anuncio de la Tarea Ordenamiento, Marta Sabina Wilson González —otrora ministra presidenta del BCC— explicó en la Mesa Redonda que las cuentas en pesos cubanos que se traspasaran a dólares o euros recibirían un certificado de depósito.
Según dijo, las cuentas tendrían una tasa de interés anual del 0.15 % y no podrían recibir ingresos ni realizar transferencias hacia otros productos bancarios.
«En el caso de los colaboradores que tienen el 30 % de beneficio de descuento en las tiendas, a partir de enero de 2021 el saldo cambiará a CUP automáticamente, así como los futuros ingresos de las entidades empleadoras», dijo Wilson González.
Aunque en ese momento el presidente cubano Miguel Díaz-Canel aseguró que nadie debía preocuparse por sus cuentas, incluidos los colaboradores, han sido ellos —tanto los contratados en el extranjero por el Estado como los que trabajaban de manera independiente— los más afectados por la «unificación monetaria» de 2021.
Según contaron a Juventud Rebelde los médicos bayameses Eliannys Saborit Oliva y Alfredo Miguel Ramos, desde octubre de 2023 intentan extraer del Banco Popular de Ahorro (BPA) el pago correspondiente por sus servicios en Angola durante tres años.
«Esta situación es más crítica en la provincia Granma y por política bancaria no aceptan que hagamos la solicitud de divisas en otra provincia con mayor disponibilidad por no residir en ella; mientras, nuestros compañeros de misión médica de otras provincias ya tienen sus solicitudes saldadas», dijeron.
Como a Irán, a los médicos de Granma tampoco les ha servido enviar quejas a los Consejos de Ministros y de Estado. La respuesta, tramitada por el BCC, es siempre la misma, «no hay disponibilidad».
Promesas sin fecha de cumplimiento
Decidir si pasar la cuenta en CUC a pesos cubanos o a moneda extranjera —y recibir un certificado de depósito— fue una decisión difícil para muchos cubanos. Las cuentas en divisas no tendrían respaldo en MLC y, por tanto, quienes las «convirtieran» no tenían garantía de tiempo para hacer la extracción del efectivo, según explicaron las autoridades en 2020.
Aun así, quienes decidieron mantener sus ahorros en «moneda dura», no imaginaron que pasarían años para poder recuperarlos.
«Calma», pidió el medio estatal Cubadebate a quienes tenían guardados en cualquier moneda sus ahorros. En el texto de 2020, el medio aseguraba que los depósitos de las personas serían respetados. Cuatro años después, «calma» es lo que muchos ya no tienen.
«En teoría, los clientes mantienen su saldo disponible, pero no pueden operar con este», comentó en anonimato el cajero de una sucursal de Bandec. «Cuando se depositan divisas se prioriza a quienes solicitan con antelación alguna extracción y tienen una cuenta de ahorro “de libreta”. Se están dando hasta 100 USD o euros por persona para poder cubrir más clientes».
No obstante, comenta que hay personas que pasan años para sacar el saldo total de su cuenta o, incluso, salen definitivamente del país y deben dejar un poder notarial para que un amigo o familiar complete la extracción.
«Otros aprovechan la posibilidad de recibir el equivalente en otra moneda extranjera si está disponible y los más desesperados cambian el saldo a CUP por la tasa de 1 USD por 120 CUP», explicó el cajero. Lo anterior representa una significativa pérdida financiera dado que la tasa oficial está muy por debajo de la tasa del mercado.
Ahorros que se esfumaron
«Falsas noticias se han estado propagando en algunas misiones de colaboración cubana en el exterior, “donde de manera muy desorientadora se le ha dicho a la gente que perderán su cuenta y su dinero”», aseguraron en 2020 las autoridades cubanas. A la luz de lo que ha sucedido desde entonces, las noticias no eran del todo falsas.
Los colaboradores —y los cubanos en general con certificados de depósito— no han podido ni extraer el efectivo de sus cuentas ni convertirlas a cuentas en MLC ni pasar su saldo a las nuevas tarjetas en dólares emitidas por Fincimex y Bandec.
La respuesta oficial del Gobierno ha sido, en general, evasiva. No ha habido un reconocimiento claro del incumplimiento de los certificados de depósito ni un plan de compensación para los ahorristas afectados que han visto violados sus derechos contractuales.
«¿Qué sucede cuando esos ahorros los desaparece la propia institución que tiene entre sus funciones garantizar la seguridad de nuestro dinero? ¿Dónde está la garantía y el respaldo de esas cuentas en divisas extranjeras? ¿Cuándo el banco va a honrar sus compromisos con las personas que depositaron sus ahorros en él?», se preguntó el habanero Yunior Setien.
En algunos casos, se han implementado medidas para ofrecer reembolsos parciales o totales en moneda nacional, lo que ha sido para muchos insuficiente e injusto debido a la devaluación constante del peso cubano.
En su comentario a una veintena de publicaciones del Banco Central de Cuba, José Antonio Solana Fernández calificó de irrespetuoso el tratamiento a los afectados. «Estas cuentas no las congeló ningún Gobierno extranjero, sino que fueron las propias autoridades financieras y bancarias nacionales, esas que están obligadas a servir y proteger al pueblo».
La imposibilidad para extraer no es la única pérdida que han sufrido los colaboradores cubanos. En algunos casos, también sufrieron la devaluación de sus ahorros de toda la vida debido a las altas tasas de inflación y la pérdida de valor del peso en el mercado informal.
Tal es el caso de un cirujano de Las Tunas con varias «misiones en el exterior» y que habló con elTOQUE en anonimato.
«Tenía 4 832.30 USD en una cuenta de Bandec», recuerda con precisión. «Como no se sabía cuándo se podía extraer, lo cambié a la tasa de 1 USD por 24 CUP. Fueron 115 000 pesos aproximadamente. No los toqué. Luego, el Gobierno puso la tasa de cambio a 1 USD por 120 CUP y mis ahorros volvieron a devaluarse», cuenta el médico, ya retirado.
Algunos testimonios de afectados hablan de la desesperación de personas mayores que, por haber confiado sus ahorros al sistema bancario cubano, no solo perdieron el valor real de los intereses prometidos (que no han compensado la inflación), sino que algunos ni siquiera pueden acceder al capital original.
Otros ciudadanos que tuvieron sus fondos congelados durante años también reportaron dificultades extremas para enfrentar el costo de vida en Cuba, que se ha disparado debido a la inflación y la devaluación de la moneda nacional.
La confianza en el sistema bancario y financiero cubano ha provocado que muchos opten por guardar el dinero debajo del colchón, sacarlo del país o invertirlo en negocios.
Ante la situación, el Gobierno ha impuesto la bancarización forzosa y otros «incentivos» para captar divisas y recuperar pesos cubanos en efectivo. Sin embargo, ni siquiera con las medidas los bancos han logrado tener liquidez. Guardar el dinero en el banco ya no es una opción para los cubanos.
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